Gael recuerda la primera vez que vio esos ojos azules. *** Gael corre por el bosque. Persigue el olor a petricor y canela que, está seguro, pertenece a su alma gemela. La ha esperado por siglos, confiado en que al verlo irá con él a su manada para formar una familia. Sin embargo, al verla en el filo del risco, los hombros anchos a su frente indican que no se trata de una mujer; y el olor a muerte que se mezcla con los otros, que no es una licántropa. No puede llevarlo a su aldea, es su enemigo natural. Pero es su regalo de Selene. Y ese chupasangre, ¿sabe que aparentemente están unidos? ¿Qué va a ocurrir cuando los demás conozcan sobre ellos? ¿Adónde irán sus lealtades? -Ambos perdimos algo valioso a manos del otro.