Unas manos frías. Un olor a azufre. Un susurro desde el inframundo. Y tan solo un nombre... Hay lazos que no se rompen por ningún obstáculo. No importa el tiempo, ni el espacio, y este es uno de ellos. <<Un amor que sobrevivió incluso a la muerte>> " - ¿Estás ahí? - pronuncié casi en un susurro. Al instante noté como cada lado del colchón de mi cama se hundía, como si una persona estuviera sobre mí sosteniendose con sus manos a cada lado de mi cabeza. - Adivina - una voz ronca y profunda del inframundo, contestó. "