Amor Joven//Isargas

5

No estés nervioso, pequeño.

Martín se sentó rápidamente, respirando con dificultad y sintiéndose húmedo debajo de él. ,,Oh no...oh joder no..." recuerda tocarse anoche, pero también recuerda limpiarlo y usar pañuelos...

Inmediatamente se puso de pie y notó que un líquido fluía por sus muslos.  ¿Debería sentirse avergonzado o esto era...normal?  Su memoria estaba borrosa por lo que era realmente difícil recordar con qué estaba soñando.  Fuera lo que fuera, era jodidamente increíble...obviamente. Martín no estaba esperando nada, dejó la sábana y giró la alfombra del otro lado. Su teléfono le mostraba que eran las 7 de la mañana, lo que significaba que tenía media hora antes de que normalmente se despertara. No valía la pena volver a dormir...y de todos modos no se quedaría dormido.

Se puso su camisa blanca con pantalón azul y se recostó en su cama con el teléfono en la mano. La estrella de K-Pop le sonreía desde el fondo de pantalla y tan pronto como lo abrió, notó la solicitud de amistad de alguien en su instagram. La cuenta no tenía una foto de perfil y era privada, ni tenía seguidores. Martín lo borró y siguió scrollear sin pensarlo más, lo más importante para él fue la prueba de hoy para la que no se preparó y el hecho de que aún no sabía qué era ese sueño que lo hizo chorrear.

,,Así que no lo viste en la cara...", murmuró Simón y se subió las gafas por la nariz. Su hermano asintió y miró por la ventanilla del auto. Los padres ya no querían que fuera a la escuela solo, decidieron que Simón o uno de ellos lo llevará y después de la escuela lo recogerá para que nadie pueda acosarlo. Era por su seguridad, pero a él le parecía más una cárcel. Por otro lado, ya no tiene que tener miedo de Villamil.

,,Martín, vamos, sólo dime quién fue y yo lo resolveré", dijo Simón con desgana. ,,Alguien te está acosando y no dejaré que esto pase, tú eres mi hermano y...Jesús..."  golpeó el volante y se detuvo en el estacionamiento gratuito, mirando a Martín con la mirada que decía "no te dejaré hasta que me lo digas"

,,Si te digo que va a ser peor, porque lo vas a pegar, entonces me volverá a pegar y será así para siempre..." Simón vio. Martín tenía razón, su solución no lo mejoraría, pero  tenía que hacer algo, nadie intimidará a su hermano pequeño.

,,¿Puedo ir, por favor? No quiero llegar tarde a la escuela... "la primera clase de hoy fue de dibujo, a la que Martín no podía faltar por alguna estupidez. Era la única clase que le gustaba y en la que podía mantener la atención, además no quería conocer al señor Isaza antes de clase...no podría volver a hablar con él después de ayer...

,,Sí...solo...no te metas en líos otra vez, ¿de acuerdo?" Ambos salieron del auto, Simón le dio a Martín su mochila y se dirigió a la entrada. ,,Ah, ¿y cómo estuvo el Sr. Isaza?" sonrió el pelinegro antes de cerrar el auto. El pequeño tuvo que esforzarse tanto para no ponerse rojo, esperaba que Simón no hiciera esta pregunta...

,,Sí...es...es un buen maestro, me gusta un poco..." respondió rápidamente, dándose la espalda. ,,¡Nos vemos después de la escuela!" saludó de camino a su entrada. La clase de Simón estaba en otro edificio y él también estaba estudiando algo diferente, la única razón por la que ambos tenían al sr. Isaza fue porque ambos tenían matemáticas y química y, obviamente, solo había un maestro para esas materias.

Martín se dio la vuelta justo antes de golpear a una persona alta que de inmediato le impidió caer. Martín miró hacia arriba y la vergüenza llenó su pecho. De repente recordó cada detalle del sueño y quiso desaparecer, si el maestro podía leer sus pensamientos... No quería verlo hoy, no quiso explicar lo de ayer.  ,,¿Es esta nuestra nueva tradición?" sonrió Isaza y soltó su mano.

,,Supongo que sí ...", dijo Martín, lo primero que le vino a la mente.  ,,Realmente deberías tener cuidado, pegueño" No, no estas palabras, no ahora. ¿Por qué lo llama así? ¿Debería denunciarlo porque...es raro? Tal vez debería, pero por alguna razón le gustaba más de lo que debía, cada vez que Isaza decía estas palabras, era como si acariciara el alma de Martín, las dulces palabras fluían por el cuerpo de Martín hasta su pecho y liberaban mariposas en su estómago.

,,Nos vemos hoy en clase", dijo el maestro y Martín no pudo no ver un guiño y una sonrisa malcriada. El joven se fue a su vestuario y corrió hacia la clase donde él, como siempre, se sentó al lado de Sofía quien estaba hablando con sus amigas, todas tal vez un poco maquilladas, con uñas largas y pintadas con el mismo color que su cabello. En cuanto Martín se sentó, todas las miradas se volvieron hacia él.

,, ¿Le chupaste la polla a Isaza?"