19.

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Su cerebro se reinició y se dio cuenta de que no había hecho lo único que tenía que hacer.  ,,¿Martín?"

,,Yo...estoy con mi maestro... resolviendo la cosa con Villamil, no sabía que iba a tardar tanto.” Tartamudeó y le hizo una seña a Juan para que dejara de comer porque el cuchillo con el tenedor hacía ruidos.

,,¿Me puede dar el maestro, por favor?"  preguntó Simón preocupado, Martín debería haberse dado cuenta de que no le creerá.  ,,Sí, por supuesto...aquí". Isaza rápidamente dejó de masticar y agarró el teléfono esperando que Simón no escuchara los otros sonidos. ,,¿Sí?"

,,Lo siento por interrumpir...
Solo estoy preocupado por él, ya sabes, después de lo que pasó.  Estoy siendo tan paranoico.” Se rió y Juan pudo escuchar alivio en su voz. Era lindo, hermano protector mayor cuidando de su hermano pequeño y asegurándose de que él está a salvo, estas relaciones entre hermanos eran raras.

,,Está bien, es tu hermano y después de los incidentes está bien tener miedo por él". Juan miró con el rabillo del ojo a Martín, quien esperaba impaciente su regreso.

,,No quiero molestar más pero...¿Juan Pablo será echado de la escuela?  Ya sabes...quiero que mi hermano esté a salvo". Su cuello se tensó cuando escuchó el nombre y una sombra oscura recorrió sus ojos. Un día, un día esto terminará, el día en que él ganará y verá a su hijo.  .

,,Aún no lo sabemos, pero puedo prometir que cuando sepa la decisión final, se lo diré".

,,Está bien...gracias y de nuevo lo siento por molestar". Juan sonrió y le dio a Martín el teléfono, su hermano puede estar seguro de que está perfectamente a salvo con él.

...

Tuvieron que volver para no despertar sospechas ni más rumores. A Martín no le importaba, se lo comía todo y Juan también. En el auto, Martín puso su mano sobre la de Juan y lo miró, sonriendo de oreja a oreja como un idiota. El maestro le dio la misma expresión, apretando la pequeña y suave palma. Ninguna palabra salió de su boca, pero con este simple toque expresaron todo lo que querían y no podían formar en oraciones reales.  Las sonrisas y el brillo en sus ojos que se veían cada vez que sus miradas se encontraban eran tan poderosos y decían más que si hablaran. El silencio era tan cómodo que no tenían que hacer nada más que disfrutar de la existencia del otro con los dedos conectados y el calor de su piel ardiendo por la increíble sensación.

El auto se detuvo frente a la escuela y ambos sabían que su momento mágico había terminado.  Juan quiso salir del auto, pero Martín lo detuvo y lo miró sin dejar de sostener su mano.

,,Tengo que decirte algo". El mayor ya lo sabía, el niño tuvo suerte de no ser el único que quería decir algo.

,,Está bien...estoy escuchando." Martín respiró hondo. Todo el viaje lo estaba preparando, tal vez...seguro que era tan obvio, pero solo quería y necesitaba que se lo dijera ya.

,,Yo...realmente no lo entiendo pero... simplemente no puedo contenerlo más.  Primero intenté ignorarlo, esconderlo y mantenerlo profundamente bajo la hierba, pero ya no puedo. Es más fuerte que yo, no puedo controlarlo o ignorarlo aunque está mal...está tan mal. Quizás...quizás la gente piensa que algo está mal solo porque hace los demás sentirse bien y los envidian. Y puedo decir, con todo mi orgullo que encontré algo...alguien quien me hace sentir bien, no solo eso, quien me hace sentir increíble". Las oraciones no tenían mucho sentido y algunas partes que quería decir desaparecieron por completo de  su mente. Pero aun así decía las cosas más importantes.

,,Yo...creo que te amo, Juan."

Amor Joven//IsargasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora