Amor Joven//Isargas

7

,,¿Que Pasó?"  exhaló el maestro y a Martín ya ni le importaba, esto no podía empeorar. Isaza se arrodilló a su lado y con un pedazo de toallita le limpió la cara. Martín no dijo nada ni protestó, estaba tan profundamente en shock que no pudo hacer otra cosa que sollozar como un bebé mientras la sangre seguía fluyendo por su barbilla, dejó que Isaza le pusiera el pañuelo en la nariz para detener el sangrado y no protestó cuando el paño húmedo limpió la sangre. Los movientos lentos cruzando su piel eran demasiado comodos, si alguien mas lo tocara así, no le gustaría tanto como los toques del maestro. Sus caras estaban tan cerca que Martín pudiera sentir el cálido aliento del café. Los labios rosados que ​​se retorcían en concentración y disgusto lo llamaban como un delicioso cupcake y todo su cuerpo quería moverse hacia adelante para saborearlos. El impulso de presionar sus labios sobre las hermosas almohadas rosas despertó al Fénix en su pecho y fue magnetizado hacia el lindo maestro como si hubiera un imán gigante entre ellos. De repente sintió una presión en los pulmones y se dio cuenta de que se olvidó de respirar, con suerte Isaza no notó nada de lo que pasaba en su mente.

,,¿Quien te hizo eso? Tienes que decírmelo, pequeño. Esto es realmente serio, el bullying no es nada que puedas ignorar", dijo con voz preocupada y Martín asintió con la cabeza. ,,Dime, ¿quién fue?" repitió estricto y nerviosamente ya que el anillo estaba a punto de sonar pronto. Martín se asustó, si se lo cuenta a alguien, lo empezarán a solucionar y Villa sabrá que se lo contó. Pero cuando no se lo diga a nadie, se pondrá cada vez peor, se prometió a sí mismo que no dejaría que no deja a nadie cagar más en su cabeza.

,,Villamil", respondió finalmente y se arrepintió de inmediato. Ahora está en problemas aún mayores.

,,Villamil? ¿Cómo se llama?" preguntó para asegurarse de que el Villamil correcto pagará por lo que ha hecho. Todos los estudiantes eran como sus hijos, su trabajo no era solo enseñarles, sino también asegurarse de que estén seguros y protegerlos en caso de que lo necesiten, pero también castigarlos cuando se lastiman entre sí. Nunca tuvo la oportunidad de criar a su propio hijo, por lo que decidió dar el amor que tenía a los niños que no eran sus biológicos y convertirse en maestro y difundir la educación que le faltaba a su edad e hizo la estupidez que lamentará hasta el final de su vida.

,,Juan Pablo". Con ese nombre se quedó paralizado y su corazón tembló. De todos los nombres que existen, ¿tenía que ser éste? Habían sido diecisiete años, diecisiete años de intentar olvidar y encontrar al mismo tiempo, pero  nunca ganó ninguno de estos. Y ahora todos los recuerdos salieron a la superficie para torturarlo nuevamente solo por algún Juan Pablo al azar que no tiene nada que ver con todo esto.

,,Llamaré a tus padres y esperarás en la enfermera de la escuela, ¿de acuerdo?  ¿Puedes ponerte de pie?” El maestro le tiró de la mano y lo ayudó a levantarse. Seguía temblando por lo que Isaza tuvo que sostenerlo debajo de la axila. ,,Gracias..,” murmuró Martín y Juan sonrió tranquilamente. La pequeña exhalación provocó mariposas en su pecho y estómago. Se sentía tan seguro con el profesor, el calor que irradiaba de su cuerpo y la forma en que le hablaba lo hacía sentir... diferente.

Cuando salieron de los baños y Martín miró el reloj del pasillo, entró en pánico. La campana estaba a punto de sonar en un minuto, no quería que nadie lo viera así, no cuando estaba con el maestro. Los rumores crecerían y se esparcirían por toda la escuela.

,,No quiero que me vean...¿no puedo estar en un vestuario? Por favor", dijo con voz temblorosa y urgente. El maestro estuvo pensando un rato y luego estuvo de acuerdo. ,,Pero estaré allí contigo, ¿de acuerdo? Por si acaso..."

Llamó a los padres de Martín y lo ayudó a vestirse. Luego ambos se sentaron en el banco, esperando a que llegaran.

,,¿Cómo supiste que estoy aquí?” preguntó Martín con curiosidad.

,,Posada está enfermo hoy por eso me pidió que tomara su clase, le pregunté dónde estás y Sofía me dijo que fuiste al baño, me pareció extraño así que decidí comprobar si estás bien ..." La realización  golpearlo como un tren. ,,Los dejé solos...¡joder! "  Martín se rió y sin darse cuenta apoyó la cabeza en el hombro del maestro.  Isaza, sorprendido de que esto se convirtieró en una piedra, no se movió y no supo qué hacer. Si alguien los ve así...

,,¿Cansado?" se atrevió a decir Juan y Martín rápidamente levantó la cabeza. ¿Qué diablos estaba haciendo? ,,Yo...lo siento. Sí, estoy cansado... ", respondió Martín con nerviosismo y se alejó del profesor, sintiendo vergüenza. ,,Está bien...no me importa", dijo con una voz coqueta que atravesó los oídos de Martín hasta su alma y cubrió su corazón de una suave sensación cálida. La dulce melodía era como una pomada que le ponías a las pequeñas heridas y  cura todo el daño. ,,Te recomiendo que respire…es de ayuda ”, sonrió el maestro y con gozo observó a Martín exhalar con dificultad.

El fuego en su pecho de repente le quemó el estómago y sus mejillas se tiñeron de rojo oscuro. El imán entre ellos apareció de nuevo y estaba siendo atraído hacia sus labios por la cuerda invisible. Su corazón latía como una granada y lentamente cerró los ojos.

,,¿Martín? Oh cariño..." Su mamá, muerta de miedo, corrió hacia él y lo abrazó con cuidado. Estaba llorando y su rostro estaba maquillado y el rímel la hacía parecer un panda. Le dijo a Martín que fuera al auto y tuvo una larga conversación con Isaza.

La mente de Martín estaba llena de imaginaciones de besar a su maestro.  No podía deshacerse de ellos, eran tan... reales y buenos. No quería aceptar que lo quería, no quería aceptar el hecho de que le gustaba su propio maestro. Pero, ¿por qué se sentía así? ¿Por qué tiene esa energía acercándolo más? ¿Era él... gay?  Le repugnaba pensar en ello, pero tenía mucho sentido. Pero no lo quería, era como la peor pesadilla. Pero...quizás Villamil tenía razón.

La puerta del coche se abrió y entró su madre. Parecía calmada, todavía nerviosa, pero su maquillaje estaba arreglado y ya no lloraba.  ,,Hablé con tu maestro,...el niño probablemente será expulsado de la escuela..." Eso lo calmó, estará a salvo.

,,¿Mamá...?" comenzó, sin estar seguro.

,,¿Sí, cariño?" respondió con suavidad y amabilidad.

,,¿Qué harías si fuera gay...quiero decir que no lo soy, me gusta esa chica pero... qué harías?" Hubo silencio por un rato, tal vez este era un mal momento para preguntar esto. Pero necesitaba saberlo, por si acaso...

,,Yo...yo te echaría. Los odio y nunca aceptaría tener un hijo que sea uno de ellos. ¡Me moriría de vergüenza!" Martín apenas tragó saliva y asintió con la cabeza, eso dolía más que su nariz rota.

,,¿Por qué preguntas ahora?  Deberíamos hablar sobre lo que pasó y por qué no nos lo dijiste que él te está haciendo ".

,,No lo sé. Simplemente me vino a la mente...el que hizo eso lo hizo porque cree que yo lo soy." Su madre no mostró ninguna expresión, parecía que estaba pensando lo que quería responder.

,,Si lo fueras, se lo merecerías"