Lazos Prohibidos [ REYLO] - Star Wars AU

Boda Incestuosa

Han Solo, no sólo dejó un pueblo abandonado y una familia deshecha. Él se fue a un lugar mejor pero no se quedó para observar todo el mal que sus hijos habían hecho.

O más bien el que él mismo había causado...

A una semana de su muerte, el pueblo lloraba por la pérdida de quien un día fue, el más valiente y honorable hombre de todo Alderaan y Corelia. La familia Skywalker recibía contables demostraciones de apoyo por la muerte del rey, pero, había otros cuantos que no se tomaban tan a ligera las cosas y en más de una ocasión rememoraban los sucesos de los hermanos reales.

El pueblo sabía que habían cometido incesto.

— Tienes que casarte Kylo Ren. — Leia estaban en la biblioteca del palacio, sus dos hijos estaban junto a ella. Aunque Rey no fuera su sangre, no la degradaría frente al pueblo. Hacer eso sería aceptar sus errores y ella prefería aceptar a Rey que la derrota.

— Me voy a casar. — Reafirmó Kylo. — Con Kylie Rey. — Su mano se entrelazo con la de Rey.

La pérdida de su hija era reciente, pero el amor entre ellos apenas y comenzaba. Estaban por crear su propio legado, dirigir un país y amarse sin importarle lo que los otros pensarán. Hoy, más que nunca, estaban enamorados y seguros de no quererse dejar.

— No digas incoherencias, ella es tu hermana, para el pueblo lo es, debes de buscar a otra esposa.

— No mamá. — Esta vez hablo Rey. — Kylo y yo nos vamos a casar.

— ¿Pero es que no ven que son hermanos? — Gritó Leia mientras arrasaba con todo a su paso. — Crecieron juntos durante veinticinco años, ¿Acaso han olvidado su infancia?

— Sí. — Dijo con seguridad y prepotencia el príncipe de Alderaan. — Se me olvido cuando la hice mi mujer. — De nuevo, Kylo mostraba su arrogancia, aquella que nació el mismo día que hizo su pacto.

— No te atrevas a faltarnos el respeto. — Leia se aproximó a Kylo y rompió el contacto de las manos de sus hijos. — ¿Que le vas a decir al pueblo?

— El pueblo no me interesa, y tampoco a tí, solo quieres que tu recuerdo no se manche con tus mentiras. — Kylo se zafó de su madre y le siguió plantando cara. — Pues bien, seguiré cosechando tu mentira, me casaré con Rey, a si el pueblo crea o no que somos hermanos.

— ¿Y que le dirás a tus hijos? — Preguntó altanera Leia. — Digo, si es que después de tremenda caída, puedes quedar embarazada. — Rey se contrajo cuando las palabras salieron sin filtro de su madre.

— ¿Acaso estás maldiciendo el vientre de mi prometida? — En cambio Kylo no se tomó a la ligera el comentario imprudente de su madre y su mano tomó el antebrazo de Leia, estrujándolo.

— Puedes lastimarme todo lo que quieras hijo mío. — Soltó Leia, mostrando sus dientes porque por dentro, el agarre la lastimaba. — Pero cuando seas un hombre de mi edad y tus hijos te cuestionen sobre cómo conociste a su madre, voy a ser la primera en reírme cuando les expliques que de todas las mujeres a tu disposición, te tuviste que meter con tu propia hermana.

— Ella, no es mi hermana. — Mascullo Kylo, soltando a su madre de una manera brusca. — Y aunque lo fuese, no le debo explicaciones a nadie, ni a tí, ni a Alderaan.

— Eso lo veremos, no me esperes el día de su boda, no irá nadie, ni siquiera QuiGon querrá casarlos.

— No necesito de ti. — Habló Rey. — Tampoco de QuiGon, habrá quien este dispuesto a permanecer con vida a cambio de casarnos a Kylo y a mí.