MEMORIAS.

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Disculpen pero empezaré con tantito relleno :v ya después viene lo chido, eso creo :v/

Pd. Tomé algunas cosas del libro "bosque de sombras", quisiera agregar datos sobre "Dangerous Secrets" pero no tengo el libro xD.

Elsa.

—¿En serio llevarás el control? —preguntó Jack cuando me coloqué encima de él.

—¿Tiene algo de malo? —lo miré—, pensé que te gustaba… —acaricié su pecho sacando algunos jadeos de Jack.

—Me encanta…, pero me siento algo ofendido, yo creía que tomaría el control en nuestro regreso después de tanto tiempo… —sentí un apretón en mis caderas—, aunque verte en ropa interior hace que cambie de opinión.

—Tómalo como un regalo —me incliné sobre él— Tan sólo relájate…

Lo besé mientras metía mis manos debajo de su playera para dormir, era la primera vez en meses que sentía su cuerpo de esta manera; un llanto agudo hizo que terminara la diversión.

—¡5 minutos! ¡Puede esperar 5 minutos! —exclamó Jack tomándome del brazo antes de bajar de él— ¡No le va a pasar nada si lo dejamos unos minutos!

—¿En 5 minutos acabarás? Me decepcionas Frost —bajé de él y tomé mi bata que estaba al pie de la cama—, más tarde.

—¿Más tarde? No sé si ya te diste cuenta, pero la paternidad me aumentó cien años en edad, me siento anciano, ahora sí puedo aceptar que me llamen anciado—Jack se quejó levantándose.

Reí mientras me dirigía a la cuna, al llegar cargué a Enar y con un movimiento de manos desaparecí todo el hielo que se formaba en el suelo y en la cuna, pegué su cuerpo a mi pecho y empezar a mecerlo. Con tres meses había crecido bastante, lo miré y aprecié su hermoso cabello castaño que comenzaba a crecer con más rapidez.

—No se calla ¿Será que tiene hambre? —preguntó Jack detrás mío.

—Comió hace media hora, antes de que llegaras —expliqué— ¿Cólico?

—No, el llanto de cólico es diferente —Jack se acercó a la cuna— No, espera, ya ví que es.

—¿Qué? —pregunté mirándolo.
Jack se tiró al suelo y sacó un objeto debajo de la cuna.

—Sir Jorgenbjorgen en el suelo —mostró al muñeco levantándose del suelo.

—Eso lo explica todo —miré al muñeco.
Jack acercó al Sir Jorgenbjorgen a Enar y él respondió con una leve sonrisa. El Sir Jorgenbjorgen fue una herencia de mí para el bebé cuando nació y a pesar de no poder agarrarlo con fuerza o jugar con él como yo lo hacía, le ha tomado cierto cariño y tanto Jack y yo hemos notado su necesidad de tenerlo para poder dormir.

—¿Y si duerme con nosotros? —pregunté envolviendo al bebé en la chalina azul que hice hace un tiempo.

—No —respondió Jack—, de toda la semana será la quinta vez que duerme con nosotros, para eso está su cuna.

—Último día ¿Sí? lo compensaré después —me acerqué a él y sin antes de que pudiera aceptar puse a Enar en sus brazos.

—Con esto me acabas de obligar a aceptar —Jack se dió la media vuelta y fue de regreso a la cama.

Desde la noticia del embarazo y todo el periodo hasta el nacimiento, nada ha sido sencillo, incluso adaptarnos a poderes del bebé ha sido todo un reto, en muchos ratos he llegado a implorar que mis padres estuvieran aquí, de cierta manera, eran los únicos que ya habían experimentado ser padres de un bebé con poderes.

DOS MUNDOS II.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora