DOS MUNDOS II.

VULNERABLE.

Días después.

Jack.

—No creí que mocoso jr sería más agradable que tú —molestó Conejo a mi lado—, es más carismático y menos molesto.

—Cuando quiere se parece a Elsa —gruñí viendo a Conejo quien se soltó a reír a carcajadas—, espera ¿Dijiste mocoso jr? ¿Qué no era el mocoso del mocoso?

—¿Creíste ser el único en poner apodos? —enarcó su ceja calmando su risa—, mocoso del mocoso o mocoso jr, da igual, suena bien.

—Solo yo le pongo apodos —fruncí mi ceño.

—Payaso patas sucias —murmuró.

Rodeé los ojos, creo que no sabe la diferencia entre pie y patas. Suspiré regresando mi vista a Enar. Hada estaba molestándolo con revisar sus dientes, Norte reclamaba porque quería la atención de Enar sobre los juguetes que había hecho.

—Vamos Hada ¿Podrías dejarlo en paz? Es tiempo de pasar conmigo —reclamó Norte.

—¿Dejarlo en paz? Sus dientes eran los más perfectos que había visto aparte de Jack y Elsa, ahora unos tienen resinas ¿Qué acaso no te cuidaste los dientes? —cuestionó molesta Tooth a Enar.

—Agh, mi mandíbula —se quejó—, algo así... Me volví adicto al café y al chocolate a los doce años, fue época dura —soltó una risa nerviosa.

—Muchos dientes, tiempo con Norte —él jaló a Enar hacia el taller.

—Recuérdenme agendar sus próximas citas —bromeé acercándome a Tooth. Conejo me siguió.

—Sinceramente no deseo tener que pasar un día completo con Jr —contestó Conejo.

—No es tan malo —sinceró Tooth—. De niño era más complicado, corría por todos lados y no dejaba a nadie trabajar.

—Es lo mismo de cuando era niño, solo que ahora te responde por creerse más inteligente —me crucé de brazos—, dificultades de tener un hijo adolescente.

—No se cree inteligente, es más inteligente que tú —comentó Tooth y la miré molesto—. No diré nada más. Por cierto Jack ¿Le comentaron sobre Pitch?

—Aún no... No hemos encontrado el momento para decirlo —respondí.

—Deberían hablarlo, se molestará si lo ocultan por más tiempo, incluso puedo asegurarte que está confundido, no sabe la razón del por qué lo alejaron —intervino Conejo y tanto Tooth y yo lo miramos impresionados por lo que dijo— ¿Qué?

—Es raro escuchar eso de ti —murmuró Tooth— ¿Sabe de sus memorias?

—No... —rasqué mi nuca nervioso.

—Debe verlas Jack, con solo anécdotas no va a recuperar sus memorias —desvié mi vista sin saber que decir—. Ya pasaste por eso, recuerda lo difícil que fue no saber nada sobre quien eras.

—Lo sé, lo sé... —pasé las yemas de mis dedos sobre mi frente—. Sus emociones deben tranquilizarse y cuando eso pase le daré sus memorias.

Ellos dos asintieron levemente, tiré un suspiro sintiéndome culpable. Enar no tiene la historia completa y no sé sinceramente cómo reaccionará cuando se entere. Me gusta pensar que lo tomará con calma.

—¿Es normal que esas luces estén parpadeando? —escuchamos a Enar acercarse junto con Norte, llevaba en sus manos unas bolsas con galletas.

Todos volteamos a ver el mundo, sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo. Miré a Norte y en él pude ver su rostro cansado; no era sencillo lidiar de nuevo con Pitch, era desgastante tener que vigilar cada mínima cosa. Para ser sincero, todos estamos agotados.