LECCIONES.

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Enar/Eidan.

2 meses después.

—¡Levanta el escudo! —gritó Mattias lanzándome un ataque con la espada.

—¡Eso hago! —grité en réplica.

—¡Cuida la postura! ¡Nunca dejes de mirar a tu oponente! —siguió golpeando el escudo— ¡Vamos niño! —detuve su ataque defendiéndome con mi espada.

En estos momentos estoy totalmente arrepentido por hablar sobre espadas y caballeros en la mesa durante el almuerzo.
Hace menos de un mes, durante el almuerzo, comenté sobre los guardias que entrenaban, siempre fui aficionado a las peleas estilo Game Of Thrones, tanto que quise aprender esgrima en un momento pero nunca fue posible pues aún no tenía mucho control con mis poderes.

Desde ahí Anna y Elsa me mandaron a entrenar con los guardias y me han ayudado a aprender como usar una espada... Aunque no tiene nada de parecido al esgrima.

Mattias quiere asesinarme, es demasiado rudo para su edad, aunque debo admitir que soy demasiado bueno con la espada.

Empujé el cuerpo de Mattias y me lancé a atacarlo con la espada, con un golpe en la muñeca con el mando de la espada logré quitársela dejándolo vulnerable en el suelo.

—Quiero suponer que esto significa que gané el día de hoy —dije agitado.

—Estás en lo correcto muchacho —Mattias rió lentamente y ayude a levantarlo. A pesar de su edad él sigue siendo muy competente para las cosas del reino y entrenar a nuevos guardias—, en realidad eres bastante bueno con la espada ¿Aprendiste de algún lado?

—No que yo recuerde, nunca tuve un entrenamiento como este —tomé las cosas y fui a dejarlas a su lugar.

—Bueno, supongo que algunas cosas no cambian —murmuró siguiéndome.

—¿A qué te refieres? —enarqué mi ceja.

—Me recuerdas a un gran amigo que tuve hace muchos años, era realmente bueno con la espada, a decir verdad, él y su padre eran demasiado buenos peleando independientemente de su complexión física —puso su mano en mi hombro—, tómate un descanso, la siguiente semana retomamos las lecciones.

—¿Lo dices en serio? Que yo sepa todo esto es diario.

—Yo hablaré con ellas, puedes estar tranquilo —Mattias se alejó de donde estaba.

Estos dos meses han sido más tranquilos, he comenzado a desenvolverme un poco más, y aunque suene raro, no extraño nada de mi mundo... Es como si aquí me sintiera en casa, en familia.

Aunque claro, no olvido que mi madre aún está en otro lado, según Jaime, sigue igual, no hay alguna mejoría o algún problema con ella.

Decidí dar un paseo por el reino, últimamente siempre tengo a guardias cuidándome las espaldas. La gente se preparaba para una celebridad en el reino, justamente el día de mi cumpleaños.

El Otoño parece ser mi segunda época del año favorita, el clima es cálido, el olor a calabaza y canela me inunda las fosas nasales y las hojas de color rojo y naranja me encantan.

A lo lejos vi a Elsa acercarse montada en un caballo, jamás la había visto montar y a esa cosa no parece un caballo.

—Veo que terminaste tu sesión con Mattias ¿Cómo estuvo todo? —preguntó Elsa bajando de esa cosa.

—Bastante bien, gracias —observé la cosa gigante para frente a mí—. Estoy confundido ¿Qué es esto?

—Oh, Nokk, es el espíritu del agua —respondió Elsa acariciando el hocico blanco del espíritu.

DOS MUNDOS II.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora