DOS MUNDOS II.

CIERVO

Agradezco a TodoPapás por los nombres para mecos :D.
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5 años después.

Jack.

Gruñí con la molestia de unos golpes en mi espalda, al abrir poco los ojos miré a lado mío viendo el lugar de Elsa vacío. Tallé mis ojos y salí de la cama.

—¡AUCH! —Grité cuando caí al suelo resbalando— ¿Pero qué...? —bajé la mirada y una gruesa capa de hielo se encontraba justo debajo de mí.

—¡Se despertó! —dos voces gritaron al unísono.

Rápidamente miré en dirección a la voz y observé mi callado arrastrándose con unas risitas en el fondo.

—¡Ya los ví! —grité levantándome con prisa para seguir las risas. Abracé una alta silueta blanca por la espalda— ¡Te tengo!

—Buenos días amor —Elsa saludó riendo.

—¿Buenos días? Primero deberías pedirme perdón por ser cómplice de este duende —exclamé.

—Perdón, fue divertido —Elsa besó mi mejilla.

—¿Y tú? —bajé mi cabeza y miré a Enar riéndose.

—Perdón papá —se disculpó con mi callado en manos y con una sonrisa de lado, justo como Elsa.

—Amor ¿Por qué no vas a cambiarte? —Elsa miró a Enar— debo hablar con tu padre.

—¡Uhh! —gritó Enar alejándose y soltando mi callado.

—¿Me porté mal? Porque acepto cualquier castigo —la miré.

—Es respecto a esta noche —dijo Elsa juntando sus manos—, sabes que hoy es la tradición de la gran campana y más noche iremos al bosque para la creación del árbol de hielo, tan solo quería hacerte el recordatorio, Enar ya ha preguntado por qué no pasas con él estas fechas, es más consciente y creo que para él sería bueno que pasaran este día juntos ¿No crees?

—Lo sé —pasé una mano por mi cabello—, debo pedir permiso a Norte o pedirle a algún guardián que me cubra, sabes que se junta la navidad en mi mundo y Norte aún debe venir aquí a repartir regalos.

—En otras circunstancias, no tendría problema si ayudas a los guardianes en fechas conmemorativas —Elsa puso sus manos en mis hombros.

Entendía a lo que se refería. Antes de que Enar naciera no importaba si ambos pasábamos las fiestas separados o juntos, pero ahora las cosas han cambiado y debo hacer un papel de padre. No ha sido fácil.

—Haré lo posible para llegar antes de que vayan al árbol ¿Sí? Espero que Sandman pueda apoyarme en esto —besé la frente de Elsa— tal vez sea el año que pasé con ustedes dos.

—Espero que sea así —sonrió Elsa.

Ambos comenzamos a arreglarlos, Elsa usaba un vestido que ella misma diseñó, un vestido azúl oscuro con hombros descubiertos y leggins negros. Yo usé mi atuendo normal, al regresar estaría usando un conjunto similar a Elsa, sin vestido claro está.

—Creo que es hora de irme —comenté. Caminé en dirección a Elsa para despedirme besando sus delgados labios.

—Te veo en la noche —Elsa se despidió.

Tomé una esfera del baúl a lado de la cama y salí del Lavvu.

—No pasarás con nosotros ¿Verdad? —preguntó Enar detrás mío.