Vol. 23

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Lamentablemente, es fin del primer juego.

[entrada mansión Vermillion, varias semanas  después]

-me alegra que aceptaras mi propuesta- la azabache sonrió.

-esta bien, después de todo estábamos muy tensionados, me gustaría llevarlos pero necesitamos nuestro tiempo tambien chicos- el duque sonrió a sus hijos esperando que entiendan.

-no te preocupes padre, entendemos bien eso- el primero en hablar fue un azabache de ojos amatista.

-diviértanse- luego su hermano menor un azabache de ojos azules.

-ya sabes Ray temporalmente tomaras mi puesto, también sirve como un entrenamiento a futuro- el castaño de pecas y ojiazul, el duque, despeino a su hijo mayor.

-oh mis niños, despidanse de nosotros antes- la duquesa se acercó a sus amados hijos antes de partir, a pesar de ser un pequeño viaje los extrañaría.

-ya mamá- Ray se safo primero del gran y apretado abrazo, si que era fuerte-... El carruaje los espera.

-esta bien ¿vamos?- respondió su padre a lo que mostró su brazo a su esposa y ella felizmente lo entrelazo con el suyo.

Sus hijos los despacharon y con una mano se despidieron de sus progenitores. Leslie e Isabella estaban felices, después de mucho tendrían un pacifico viaje, más el mal presentimiento no dejaba a la mujer, por alguna razón quería despedirse por más tiempo de sus hijos.

Lo siguiente, ni Dios lo esperaba.

[...]

-¡¡joven amo Ray!!- grito alguien a lo lejos de la mansión, corría tan desesperadamente.

-¿qué sucede porque tanto alboroto?- preguntó medio molesto.

-e-es terrible... El duque y la duquesa... T-tuvieron un accidente en el carruaje...- trató de hablar entre jadeos y aguantar las lágrimas.

-... ¿Qué?... N-no eso es imposible- su voz se notaba quebrada y ante lo increíble comenzó a reír, como si creyera que es un mal chiste del mundo- no... ¿d-donde están?

-aún en el lugar de la caída, los médicos están en camino.

-voy a ir, no le digas nada de esto a Chris- rápidamente cogio su abrigo y se fue.

-joven amo Ray, déjeme ir con usted- una rubia ojiceleste que repentinamente escucho lo frenó.

-no, quedate acá con los demás, si Chris no te ve sospechara- trato de apartarla pero ella se mantuvo firme.

-tengo algo que los demás doctores no tienen, si algo malo pasa, yo puedo ayudar-  trato de convencerlo.

-¿y si alguien te ve? ¿Qué harás? ¡Ya dije que no!- el muchacho se enfado y siguió su camino.

-es mejor conmigo, no me voy a detener, si tengo el poder de salvar vidas ¿por qué no usarlo?- reclamo mientras lo seguía pero el mayor solo apresuró el paso- ¡en vez de estar discutiendo debería llevarme con usted si sabe que soy indispensable en este crítico caso!

La muchacha después de tanto insistir se había molestado, el ser ignorada cuando los duques estaban en mal estado.

-¡bien, vamos!- tomo su muñeca y la llevo al establo de forma apresurada, seguido de eso se subieron al corcel yendo a su destino.

¿Había tensión en el aire? Claro que lo había, el muchacho no quería que la doncella fuera vista usando su don, ni tampoco que se sienta culpable en el peor de los casos, aunque no quisiera pensar en una posibilidad así con sus padres, nada dictaba que era imposible. Por su parte la joven quería ayudar si tenía la posibilidad, de no haber ido la culpa la carcomeria sobre todo en tan buenas personas que eran los duques, ella quería ser de ayuda.

Con todo esos pensamientos por fin llegaron al lugar, el doctor aún no llegaba. Anna se dispuso a revisar a los dos principales heridos.

-están inconscientes, pero aún respiran, el duque es del estado más crítico, se ve que tiene dificultades para respirar- fue lo que la mucama dijo.

-es bueno saberlo ¿te puedo encargar de la duquesa?- se escucho una voz detrás de ella- yo me encargo del duque, al parecer sabes lo que haces.

Era el doctor que por fin llegaba, la rubia asintió y se alejo con la duquesa, ayudada claro de Ray.

-ella necesita espacio- fue lo que el azabache dijo como excusa y se fue con la ojiceleste.

Sorprendentemente la mucama no sólo tenía el poder de Dios para curar, sino el conocimiento médico para hacerlo, entonces no era totalmente dependiente a este.

-hay cosas que puedo hacer y otras que no con este poder, pero tampoco quiero caer desmayada ni ser dependiente a mi don, así que leí mucho de la medicina y practique bastante, solo lo uso en casos críticos en los que la mano del hombre ya no puede llegar- habló mientras trataba a su madre con todo lo que tenía.

Cuando terminó por fin pudo respirar tranquila, botar toda la tensión en un suspiro.

-ya está mejor- se paro, pues mucho tiempo en cuclillas la comenzaba a molestar.

-... Gracias...- desvío su mirada a un lado a lo que la contraria sonrió- estaba un poco alterado.

-no se preocupe, está bien- volvió a sonreir de manera comprensiva.

Mientras más la iba conociendo más quería estar a su lado, cada faceta que mostraba era tan sorprendente, si tan solo hubiera una forma, de estar a su lado. Y si tan solo ella sintiera lo mismo.

De repente el doctor se acercó a ellos, con la mirada oscurecida mostraba tristeza, lentamente con la cabeza negó, a lo que los demás entendieron, el duque Leslie no se pudo salvar.

-... N-no... ¡¡Esta debe ser una maldita broma, simplemente el no puede!!- se despeino desesperado ¿como puede ser? Pero si el era una buena persona ¿por qué las mejores personas sufren tanto, por que las mejores personas son las que se van primero? Que le jodan a Dios y al destino.

-joven amo Ray...- la muchacha se acercó a él acariciando su espalda, trataba de calmarlo, pero el mayor solo cayó de rodillas alarmando a la rubia.

¿Por qué el se fue? No tenía respuestas, lo último que supo es que iría de viaje con su esposa, la única que tuvo y nunca le fue infiel ¿de qué lo castigaban? Lo peor de todo es que no se pudo despedir apropiadamente, tenía tantas preguntas que hacerle, tantas cosas que hacer con el y solo le dijo un simple "adiós" esperando a que el volviera con su madre. Definitivamente la vida era cruel con aquellos que no hicieron nada malo.

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Y bueno, sip, era Leslie, la otra vez leí que para que el hijo suceda a el padre, pues este tiene que morir, tenía un plan por si adivinavan, también el libro se llama "la doncella del DUQUE" y tampoco quiero esperar a que pase el tiempo no quiero hacer taaan largo este libro, pues nada.

Sorry por matar al angel de Leslie.

Espero les haya gustado y nos vemos en el próximo capítulo.

La doncella del Duque - RayAnnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora