Vol. 20

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[hace varios años atrás]

-¿por qué? No puede ser, es un monstruo- una mujer lloraba al ver a su hija.

-una bruja, eres del demonio- el hombre veía con furia y frialdad a la más pequeña.

-... Padre... Madre...- sus ojos se cristalizaron, quería llorar ¿por qué la trataban así? Ella solo vio a su madre caer y pidió con todas sus fuerzas que la sangre en su pierna parara, solo la ayudó a curarse ¿qué hizo mal?

-tenemos que deshacernos de ella cuanto antes- habló a su mujer.

La cual asintió con lágrimas, así pasó mucho tiempo, entre maltratos, gritos e injusticias a la menor, la cual no hacía nada más que llorar, aún así, a pesar de todo, ella aún los apreciaba.

Pero al parecer ellos no a ella, pues a penas se les dio la oportunidad la vendieron a un sucio hombre como esclava.

-linda niña ¿por qué te vendieron? Eres tan bonita, raro cabello rubio y ojos celestes- comenzó a reír viéndola.

¿El le haría algo malo? Si sus padres la vendieron a él, es porque no es del todo malo ¿cierto?

-lamentablemente no puedo hacerte nada, eres mercancía valiosa- la cargó hacia un carruaje con otras personas más en muy mal estado.

Y así nuevamente pasaron los días y los meses, viajaron a distintas ciudades, la última vez recordó un barco grande y ellos iban en el equipaje, al parecer los esclavos eran algo que actualmente es ilegal.

¿Qué como sabía esas difíciles palabras para alguien analfabeto? Pues, tal vez Dios le tenía tanta estima que le dio un cuidador  bastante más amable que el anterior, al parecer el cuando podía y nadie lo veía le enseñaba a leer y escribir.

Pero el mundo es cruel y ese pobre hombre fue atrapado y asesinado después.

Cuando eso sucedió Anna quiso escapar ya no quería nada más, la única persona que la apreciaba estaba muerta, nada más la ataba ahí así que se fue.

Con todo el alboroto del asesinato ella escapó, afortunadamente nadie la atrapó y para cuando se dieron cuenta ya era muy tarde.

La pequeña rubia, con hambre, frío y soledad paro en una gran ciudad, aún lo recordaba ese día estaba nevando, tal vez todas las fatigas se acumularon, pero cayó desmayada en medio de la fría ciudad.

Cuando despertó, se asustó, estaba en un lugar diferente, una cama precisamente ¿hace cuanto no dormia en una cama? Tal vez pasaron años y eso la hacía realmente cómoda.

-oh, que bueno que despertaste pequeña- sonrió la adulta mujer.

-...- se quedó callada, a pesar de todo tenía miedo, tenía miedo de lo que le llegara a pasar.

-no temas, te encontramos tirada en medio de la ciudad y te trajimos a este orfanato, mira afuera hay bastantes niños- la trató de calmar y seguido de eso señaló la ventana al patio.

-...- la niña hizo caso y fue a mirar, era verdad, habían bastantes niños afuera corriendo y riendo- or... Orfa... Nato...

-si, así es orfanato, aquí cuidamos a los niños sin padres hasta que se hacen grandes- sonrió de nuevo con gran calidez, algo que no sentía hace mucho.

-¿padre?- pero ella sí tenía padres, sólo que la habían dejado, de repente su estómago interrumpió sus pensamientos.

-al parecer tienes hambre, vamos, ya casi es hora de la cena- tendió su mano, la ojiceleste la miró dutativa pero luego la tomó- te daremos algo que comer, luego un baño y te cambiaremos ¿si?

La niña asintió, tal vez no era tan malo.

Los meses se volvieron años y la pequeña ya tenía 7 años, en todo ese tiempo no había usado su "don" o como lo llamaban sus padres "maldición" frente a otros, tenía miedo de que la miren como ellos la miraron, tenía miedo de ser rechazada y olvidar esa calidez que llaman amor familiar, tal vez no compartían sangre pero sus vínculos hacían que eso no importara.

-¡¡Annaaaaa!!- corrió alguien hacia ella.

-¿hmm?- volteo a ver quien la llamaba- Emma.

Un cálido abrazo surgió, si, en todo ese tiempo la más cercana a ella era una niña de dos años mayor que ella llamada Emma, cabellos anaranjados y ojos como la esmeralda. La más grande con todas sus fuerzas la logró cargar mientras la abrazaba.

-Emma siempre es tan fuerte- rio la menor.

-ya te dije, esa es mi bendición- guiño un ojo sonriente y luego la bajó al césped- tu bendición es curar ¿verdad?

-¿bendición?- preguntó confundida.

-si, ya sabes ese poder que te hace curar a los demás, siempre hay un leve brillo cuando lo haces- la rubia palidecio ¿cómo sabia que ella podía hacer eso? ¿Ahora también la odiaría?

-n-no, para nada, yo no hago eso ¿qué dices?- rio nerviosa, tratando de mentir lo mejor posible, a pesar de que la cuidadora decía que era malo y a Dios no le gustaba eso.

-que raro, pensé que si, ya que yo también tengo una habilidad similar y lo podía sentir en ti- lado la cabeza.

-¿qué, también tienes un poder similar?

-sip, pero mi bendición es sobre la fuerza, no es para nada dócil como el tuyo- rasco su nuca.

-pero ¿por qué le dices bendición? Mis padre decían que eso era del diablo y que me convertía en bruja- agachó la cabeza.

-¿eh? Según escuche en algunos lugares lo llaman maldición, pero aquí es diferente siempre lo llamaron "las bendiciones de Dios", en total no se sabe cuántas hay, pero cada portador se siente el uno con el otro, puedes nacer con el don o simplemente Dios te acepta como portador en cualquier etapa de tu vida- mencionó orgullosa de su aprendizaje.

-woah ¿cómo sabes todo eso?- la pequeña rubia estaba sorprendida.

-cuando mi madre vivía siempre me contaba sobre eso, creo que ella conocía a alguien igual a nosotras- recordó la palinaranja.

-ya veo...- puso su mano en su menton, cada vez comprendía más.

Lamentablemente su amiga y fuente de información sobre su problema fue alejada, la adoptaron una pareja de casados que al parecer no podían tener hijos. Anna también era bastante pedida, pero ella nunca quiso ser adoptada, no quería volver a sentir el dolor de ser abandonada por tus padres, así que simplemente se quedó en el orfanato, los encargados entendieron que ella tenía problemas y traumas pasados que no quería volver a sentir, así que la tuvieron como acostumbraban hasta la mayoría de edad, pero entonces la contrataron temporalmente en ese lugar.

Anna era feliz, pero no quería ser una carga para los señores del lugar e igualmente el hombre encargado estaba preocupado de que la rubia se quede estancada con ellos, el no quería que toda su vida la pasara atada a ellos, quería que viviera su vida, entonces le consiguieron un trabajo como doncella en la mansión de los duques vermillion.

Y la joven se sentía bien, trabajaría en un lugar donde no se sentiría un estorbo, en cosas donde ella había trabajado mucho, precisamente seis años, aun tenía 24 años podía trabajar un tiempo y luego cumplir sus sueños, para ella estaba bien.

Estaba realmente bien.

Un vida por delante, solo 24 años, aun tenía por vivir mucho... ¿Verdad?

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Taran, para los que tradujeron el spoiler anterior, sep aquí esta UvU

El pasado se dio a la luz, cumplí la profecia.

Estuve pensando en un juego -inserte cara de pigsaw- ¿quieres jugar un juego~? Okno.

Pondré pistas (aunque ya lo estuve haciendo) ustedes tendrán que descifrar los códigos, vendrán de distintas maneras, si lo logran algo bueno pasará si no lo hacen correctamente la maldad prevalecerá.

Y bueno, espero les haya gustado, nos vemos en el próximo capítulo y que la fuerza los acompañe. OvO✌️

La doncella del Duque - RayAnnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora