Vol. 38

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[jardin Vermillion]

Últimamente una cabellera rubia se asomaba a cierto jardín más específicamente a el invernadero del lugar, nunca nadie le dijo la razón de su construcción pero realmente no importaba mucho, era realmente hermoso sobretodo a la hora de tomar el té.

-Anna- se acercó Chris- ¿puedo acompañarte a tomar el té?

-joven Chris...- sonrió amablemente- claro que si.

-entonces...- se sentó al frente suyo y la sirvienta al lado de la rubia fue a traer otra taza para el menor- ¿te casaras con mi hermano?

La mujer se atoro por la repentina pregunta.

-oh Dios ¿qué pregunta es esa?- río nerviosa- no diría precisamente eso...

-todos hablan de eso desde la celebración de la victoria- alzó un poco la voz- pensé que estarías a mi lado siempre.

-y claro que lo estaré- trató de acariciar su cara pero el menor no la dejo.

-esta bien, deberías prestarle más atención a mi hermano que a mi, después de todo tu lo amas a el- agachó la mirada y luego se fue.

-...- a Anna le dolía su actitud, pero ¿qué podía hacer? Se quedó pensativa hasta escuchar a una sirvienta sobre que tenía visita, rápidamente acudió.

-Anna- un hombre mayor específicamente el doctor principal de el hospital de la cruz imperial se encontraba ahí.

-... Doctor, no me lo puedo creer... Esta bien- se lanzó a sus brazos llorando- temí lo peor- sollozo.

-esta bien- la calmaba dando palmaditas en su cabeza.

-por favor pase...- se quedó mirando su pierna- ¿que sucedió...?

-fue en el castillo de Cranber, el duque me salvo junto a otros soldados, les debo eso- sonrió y paso a él gran lugar tomando asiento en los sillones uno al lado de otro.

-lamento eso- estaba cabizbaja.

-no hay nada que lamentar niña, son heridas de guerra ya pasó, tenemos la victoria al menos en honor a nuestro compañeros perdidos- trató de elevar su ánimo.

-tiene razón, debemos vivir por nuestros compañeros- choco su puño con su palma decidida- por cierto agradezco su visita.

-si, quería verte ¿sabes? Eres como una hija para mi, te pareces tanto a ella- la miró melancólico a lo que la menor lo vio extrañada.

-¿a ella?... ¿Se refiere a...?- no completo la oración por su inseguridad.

-si... Antes tuve una hermosa hija como tu, ella y mi esposa iban en un carruaje a visitar a una amiga de ella, pero fueron asaltadas en el camino, los ladrones no se bastaron con robarles sus cosas sino también con su vida...- entrecerro sus ojos recordando aquel momento, el se torturaba cada día con ello pensando en su culpa- justo ese día no fui con ellas por un trabajo en el hospital... Justo ese día...- brotaron lágrimas de sus ojos recordando sus caras, recordando sus sonrisas, recordando el momento de sus muertes.

-no fue su culpa, no sabía que eso pasaría ¿me escucha?- tomo sus manos- al menos sabe que ellas lo sonríen desde el cielo.

-si, son como mis dos ángeles- rio por aquella idea de los dos amores de su vida con alas y de blanco- cambiemos de tema... Oí que te casaras con el duque.

-supongo que eso pasara- sonrió no muy convincente.

-¿sucede algo? No te ves muy convencida por eso.

-no, bueno... No lo se, es que... Todo paso tan rápido, de repente después de muchos años se aparece ante mi revelandome sus sentimientos y todo cambia, de pronto me encontraba junto a él, viviendo en el mismo techo aprendiendo distintas cosas ¿qué pasa si luego se aburre de mi? O ¿qué pasa si lo que yo siento no es verdadero y nos terminamos lastimando?- aquellos ojos cielo cristalizaron su debilidad había surgido.

-tal vez todo paso rápido, pero ¿lo qué importa al final no es lo que ustedes quieren? ¿Qué es lo que tu deseas?

-yo... No lo sé, nunca pensé en algo que quisiera...- toco su pecho angustiada.

-¿no lo sabes? Según lo que he visto el te ama mucho, de forma sincera ¿quieres estar a su lado, te sientes segura a su lado, el despierta en ti cosas que nunca antes pensaste sentir? Tu corazón palpita sin cesar a su lado, tus mejillas pintan de carmín, tus manos sudan y sientes cosas raras en el estómago- enumero cada cosa a lo que la mujer asintió.

-s-si...- entrelaza sus manos poniéndolas en su regazo estaba nerviosa por su respuesta.

-entonces felicitaciones, estas enamorada y no sólo habla mi experiencia de muuuchos años sino también mi diagnostico como doctor- sonrió levantándose de el sillón- bien, fue un honor disipar tus dudas.

-m-muchas gracias... Yo también lo veo como un padre- se levantó ella también para guiarlo a la salida.

-me alegra, si pudiera te adoptaría como mi pequeña niña, aunque usted es una ya señorita que pronto se casara, por favor no se olvide de invitarme ¿si?- la muchacha se sorprendió de lo que dijo, le ponía feliz que alguien una vez en esta vida la haya querido como su hija.

-no lo olvidaré, será el primero al que se la envíe- los dos rieron y ella le abrió la puerta encontrándose justo con el dueño del lugar- R-Ray...

-vaya, no olvides lo que te dije- guiño un ojo acariciando su cabeza, posteriormente se despidió de los dos volviéndose a su casa.

-¿qué pasó?- se sorprendió de aquello y entró a la mansión junto a la rubia.

-no, no es nada- retiró su mirada con vergüenza.

-bueno, mira te traje algo- en sus manos se encontraba llevando una linda caja.

-un pastel de aquella tienda que vimos por la ciudad ¿como? si desde temprano tienen grandes colas- la mujer estaba gratamente sorprendida.

-tengo mis métodos- sonrió de forma engreída.

-... Hay que probarlo con una taza de té... Y... Una charla ¿si?- tomo la caja y la llevo hacia la cocina.

-ah, claro- respondió nervioso, aquellas palabras con su seriedad lo alarmaron.

[...]

-estoy lista- empezó ella con una mirada decidida.

-¿lista?- mientras que el muchacho lucía confundido.

-estoy completamente segura de mis sentimientos y... No estaré enojada ni nada si te consigues otra mujer para ti- cerró los ojos con fuerza.

-¿de qué estas hablando?

-estarás atado a alguien que pronto morirá, no me importaría que consiguieras otra mujer- sonrió, de una forma extraña, era como una mezcla entre su mirada entristecida y su reconfortante sonrisa.

-yo no haría eso, solo quiero estar contigo, aun si te vas antes de mi, esperare hasta nuestro encuentro- tomó sus manos y beso su dorso.

-...- de pronto escucho un sollozo de parte de ella- Dios, te amo tanto... Quería decir eso, pero al final simplemente complique mis palabras.

-yo también te amo- soltó sus manos y le puso un objeto entre sus dedos- así que ¿te casaria conmigo?

-... S-si- los dos se pararon de sus asientos y Ray la cargo entre sus brazos dando vueltas para luego bajarla al suelo en un cálido abrazo. Los dos sabían del corto tiempo que tendrían y por eso a pesar de ser precipitado para unos, para ellos era lo correcto, mientras sus sentimientos sean sinceros sentían que todo iría bien.

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Uff me demore ¿por qué? Por la simple razón que al escribir no veía plasmados a Ray y Anna, también mientras escribía me imagine a los dos con voz española ;-; tal vez porque me puse a ver videos de "6 doblajes un momento" xd

Espero les haya gustado, nos vemos el próximo episodio.

Psd: estoy pensando en escribir un libro de historias RayAnna desde una vida común, hasta el fin del mundo con invasión alien xdxd. Estén atentos ;)

La doncella del Duque - RayAnnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora