[cocina]
Era de mañana y como acostumbraban trabajar, tenían que hacer el desayuno de sus señores y esta vez era especial pues el tan hablado hijo menor de los Vermillion después de tanto tiempo estaría en la mesa central.
-¡¡rápido traigan eso para acá!! !Hey presta atención! ¡Esa persona de ahí!- señaló a un ayudante- !hazlo mejor, eso se ve mediocre!
-vaya, el chef si que es estricto- Anna observaba como los cocineros se movian rápidamente en aquel lugar.
-si, después de todo es un momento especial- respondió Gilda a su lado- mientras ellos siguen llamaré a las demás sirvientas.
Y luego se fue dejándola sola.
-¿dónde está ese chico?- se preguntó a si mismo molesto- Anna- llamó el chef principal.
-¿si?- se acercó un poco al señor.
-¿podrías hacerme un favor?- la mucama asintió decidida- ¿podrías traer la bolsa de tomate en el almacén? Mande a alguien pero al parecer no llega.
-déjemelo a mi- sonrió y seguido de eso se fue corriendo a el almacén por el objetivo, pero en el camino se encontró con un muchacho aparentemente perdido.
-disculpa... Ahh ¿la cocina?- el muchacho se rasco la mejilla nervioso- me dijeron que lleve esta bolsa de tomates.
-oh, tu eres el que el chef mandó- el contrario asintió- yo te guió, vamos.
-muchas gracias, por cierto soy Lorenzo- le tendió la mano, la rubia amablemente sonrió y estrecho su mano.
-soy Anna, un gusto- luego de una larga conversación por fin llegaron al lugar deseado.
-gracias nuevamente, espero nos volvamos a ver aunque como soy nuevo tengo mucho que aprender- el muchacho de cabellos rojos, ojos color naranja y piel morena, era ciertamente una buena persona, así que ¿por qué no?
-yo también lo espero- y justo después de eso Anna fue llamada por otra sirvienta, finalizando así su conversación.
-el joven amo Ray a estado llamando por ti desde hace un buen rato- dijo la chica.
-oh Dios, lo olvidé- se llevo la mano a la frente.
-¿te sucede algo? Normalmente no olvidas las cosas- su compañera estaba preocupada.
-solo... Perdí la noción del tiempo, eso es todo- rio nerviosa y cuando llego a las puertas del despacho se despidieron.
Al abrir la puerta el joven azabache de ojos amatista la esperaba.
-no es usual en ti desaparecer de esta forma- mencionó mientras miraba su reloj de bolsillo.
-lo siento mucho, tuve cosas que hacer- hizo una reverencia.
-¿cosas que hacer? A pesar de que acordamos que te llamaría para que descanses ¿de qué sirve eso si tu te pones a trabajar por tu cuenta?- suspiro cansado.
-s-solo fue un pequeño mandado, muy pequeño y ni siquiera lo hice porque un chico fue el que llevó lo que pidieron- se excuso.
-ya veo, por eso demoraste, por un muchacho- chasqueo los dedos como si hubiera descubierto algo importante.
-n-noo y-yo... Ahh- su blanca cara enrojecio brillantemente más que antes.
-lo sabía- la molesto.
-no es eso, es la forma en que lo dice, cosas muy diferentes- negó la cabeza reiteradamente con un tierno puchero.
Pero, cuando escucho unas carcajadas paro, la persona que había visto sería en la mayoría de casos estaba carcajeando, de repente su vista se nubló, ya se preguntaba ¿cuando pasaría? Con razón su cara enrojecio tanto desde hace un tiempo.
-jajaja...- dejó de reír al ver a la chica tambalear- ¿Anna? Hey- justo cuando iba a caer el la tomó en sus brazos.
Su cara ardía y temblaba sobre sus brazos, definitivamente estaba enferma. Rápidamente la llevó hacia el sofá y de un pequeño armario sacó una gran manta poniéndola en su encima, pasó un buen rato hasta que abrió los ojos.
-siento eso- suspiro cansada- ya decía yo cuando pasaría.
-¿ocurre frecuentemente?- preguntó intrigado.
-pues... Solo cuando uso mucho mi don, lo que conoce como "bendición de Dios" es fuerte pero para los que tienen un cuerpo muy resistente...- respondió muy lentamente.
-dijiste que no te podía pasar nada, ya que tu don cura- recordó lo que hablaron hace un tiempo.
-si... Pero como dije... La bendición de Dios no es perfecta sobre todo en los que no resisten mucho...- cerró los ojos que ya no resistían la luz.
-entiendo, descansa, estaré cerca por si necesitas algo- se levanto de la silla al lado del sofá que puso para supervisar a Anna, pero este fue detenido por ella agarrando tiernamente la manga de su camisa.
-no, me dejes...- dijo sin pensar ni importar nada, realmente el estar enfermo quita la racionalidad de uno y Ray entendía.
-... Bien...- se volvió a sentar y la rubia se le quedó mirando sin dejar la manga de su camisa tomó su mano, algo que sorprendió al muchacho, es como si no fuera ella.
-... Es...- dijo mirando su mano y luego comparándola con la de ella-... Muy grande...- seguido de eso empezó a jugar son sus dedos.
Mientras tanto el azabache no sabía cómo reaccionar, era la primera vez que esto le pasaba, luego como si nada la ojiceleste se sentó en el sillón y peligrosamente se acercaba a su cara mientras el contrario estaba sumido en sus pensamientos.
-tus ojos son como las gemas- se comenzó a reír.
-¿qué?- se echo para atrás para separarse de la mucama.
-si...- la muchacha tenía los ojos adormilados y un tanto diferentes a lo usual- ¿Dios te tendrá estima? Dinero, poder, inteligencia, buena apariencia y personalidad, muchos tendrían envidia.
-... Ah ¿gracias?- el chico estaba confundido, esta no era ella.
¿Qué habrá pasado?
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Annita se nos fue okno xdxd¿Acaso serán pequeños guiños a "Insane"?
Quién sabe.Por cierto, cuál creen que sea el orden de las historias, están "Love effect", "la doncella del duque" e "Insane". Pará los que no sepan utilice lo de las reencarnaciones y eso, suerte viendo el orden okno xd.
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La doncella del Duque - RayAnna
FanfictionEn un reino no muy lejano lleno de vida y prosperidad, lo es posible todo, sobretodo en momentos de suma paz, desde lo que en un pasado era imposible, ahora puede ser posible si asi se desea. Este es el caso del duque Ray Vermillion mano derecha de...