Vol. 16

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[pasillo]

-¡esto es terrible!- grito una mucama.

-¿qué sucede?- el mayordomo principal apareció.

-¡¡el joven amo Chris, de repente su piel oscureció, tosio sangre y la fiebre volvió!!- grito desesperada.

-¿qué? Pero si se estaba recuperando, rápido informa a los duques, yo llamaré a un médico- luego de hacer eso y con todo el ruido los demás sirvientes despertaron.

-¿el joven amo Chris?- preguntó incrédula Anna a lo que su compañera asintió, rápidamente corrió a la habitación.

"esto es mi culpa, debí hacer algo más ¡¡algo más, no puedo dejarlo así, debo arreglarlo!!" pensó a punto de llorar.

Y cuando llegó vio a el duque, su esposa y el hijo mayor junto al doctor.

-no sabemos si se curará, sólo nos queda tener esperanzas, este podría ser los últimos momentos del joven- el doctor negó apenado, su madre cayó de rodillas llorando y su esposo la consolaba devastado.

-...- Ray miraba el suelo con la mirada oscurecida.

-no...- se tapó la boca sorprendida y dutativamente se acercó a los duques- disculpen mi atrevimiento, pero, quisiera ver al joven amo Chris.

Isabella y Leslie se miraron y luego asintieron, después de todo ella es alguien importante para Chris, lo ayudó mucho.

Cuando entró Ray cerró la puerta dejándolos solos, lo miró, su frágil cuerpo agonizando, su piel tenía un color diferente, tosia sangre y tenía fiebre.

Solo le quedó tomar su mano para tranquilizarlo.

"Se que simplemente mi único don es pedir al cielo.
Oh Dios.
¿Escucharas mis rezos sinceros?
¿Si lo pido con ansias llegaran a ti mis plegarias?
Estoy dispuesta a pagar, solo por ver sonreír a este inocente, si mis rezos no te llegan sólo me queda condenarme.
Pagaré el privilegio de la vida, pagaré el privilegio de su dulce sonrisa"

Paso un buen rato desde que Anna dedico sus rezos al cielo, perdió la esperanza de que pase algo, solo cerró los ojos y las lágrimas bajaron y lentamente llegaron a Chris, lo cual esto produjo una fuerte luz en la habitación, singular a la de la otra vez.

[...]

-¿uh?- sus ojos se abrieron lentamente- Anna ¿fuiste tu?

-... Lo viste...- se preocupó, pero estaba bien es el joven Chris- le dije, soy especial.

Comenzó a reírse y el pequeño azabache la abrazo, podía hacerlo, sentía su calidez otra vez.

-eres cálido- dijo la rubia viéndolo cariñosamente como una madre a su hijo.

-¿lo soy?- preguntó emocionado y ella asintió- por cierto ¿cómo lo hiciste? Eres mágica.

-lo soy, no se preocupe por eso- habló mientras escondía su mano, la cual tenía una gran cicatriz en la palma- no es nada importante.

-bueno- respondió no muy convencido.

-llamare a sus padres y al doctor, espere aquí y guarde el secreto- el menor asintió y la rubia salió de la habitación llamando a los demás.

Rapidamente los padres entraron y entre lágrimas lo abrazaron, creían que sería el fin de su pequeño niño, Ray veía feliz de lejos ¿este por fin sería el fin de su martirio? Realmente Chris no lo merecía.

La doncella del Duque - RayAnnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora