Vol. 40

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[habitación de Nat]

Nota: tal vez haya una parte subida de tono, matenme xd.

-ya está todo listo- la mujer azabache miraba a la chica mediante el espejo.

-estas hermosa- la de antena chillo feliz por su amiga.

-yo... Traje esto- Gilda coloco un tocado en su cabello acomodandolo suavemente.

-algo nuevo- dijo y elevó un poco la vasta de su vestido.

-algo viejo- la pelinaranja señaló un broche que yacía en una parte del vestido.

-algo prestado- Gilda señaló el tocado que le dio de cuando se caso ella.

-y algo azul- Isabella le pasó su ramo que tenía un listón azul amarrándolo.

-aunque se supone que algo viejo es una reliquia familiar, el doctor Stevenson me dijo que el broche era algo que pasaba en generaciones y su hija fue la última en usarlo, no me siento bien al tenerlo- su mirada decayó.

-esta bien, mira, el doctor te ve como una hija, si no usaras el broche estarías rechazando el aprecio que te tiene- la azabache levantó su mirada con sus manos y la rubia asintió.

-entonces, deberíamos salir ya- Emma les abrió la puerta a todas dejándolas salir.

[momentos antes]

(no se como eran las bodas antes, así que la haré como cualquier otra)

-¿por qué no puedo verla?- el azabache aún estaba con unos amigos en su habitación desde ayer las chicas y Anna habían ido a la casa de Nat a pasar la noche y luego alistarse para la boda.

-es una tradición, si la ves con su vestido da mala suerte, además está lejos- Norman lo detuvo- tranquilizate, mi padre pronto los casara y estarán felices juntos.

-¿mala suerte, quien inventó eso?- se cruzó de brazos.

-que importa, estas alterado, ya hay que ir- entre todos los muchachos trataron de jalar a Ray hacia el carruaje.

[...]

-¿...por qué no llega aún?- se preguntó a si mismo.

-estas nervioso, calmate ella llegará- el emperador sonrio.

-¿y por qué se demora tanto?- el azabache ya no aguantaba más "¿y si Anna se arrepentía?" era el pensamiento que ocupaba su mente.

-se estará alistando, en una boda tanto el novio como la novia se ponen nerviosos, porque tienen que enfrentar una nueva vida- y como por magia esas palabras lo calmaron, no podían estar los dos nerviosos, si Anna lo estaba el estaría calmado por ella.

-esta bien- seguido de eso se quedó esperando pacientemente su llegada y después de mil rezos las enormes puertas se abrieron, se podría decir que Isabella se tomó el lujo de una gran ceremonia, muchas flores y colores rodeaban el lugar.

Anna caminaba hacia el altar tomada del brazo del doctor.

-... Anna...- se quedó embobado a su futura esposa a lo que ella solo rio por lo bajo.

Con la llegada de la novia se dio inicio a la tan esperada ceremonia.

[...]

Todos bailaban al son de la música tocada por Nat en el Gran piano de los duques, el salón estaba lleno de invitados y los ahora esposos se encontraban detrás de la gran mesa viendo a todos con alegría.

-no pensé que sería tan larga- Ray se recargo en su asiento.

-yo tampoco, me duelen los pies- suspiro cansada, aunque el azabache fue el que estuvo más tiempo parado.

La doncella del Duque - RayAnnaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora