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- Kunikida-san, tenemos serios problemas.

Le dijo en el teléfono Atsushi, quien cargaba a Akutagawa y Chuuya, Daiza ya se había dormido minutos antes.

- ¿Que sucede mocoso?
¿Que pasó con la misión que les encomendó el presidente?

Pregunto el idealista, esperando a que la misión hubiera sido exitosa. Pues son muy raras las veces en que tanto agencia como la mafia se unen para misiones así.

Escuchó un suspiro detrás de la línea.

- Todo salió mal. Él enemigo nos tendió una trampa a Dazai-san, Nakahara-san, Akutagawa y a mí. - medito sus palabras con la que le explicaría su situación. - Uso su habilidad, de la cual convirtió en bebés a los tres, excepto a mi.

Atsushi no escuchó respuesta de su superior por unos segundos, decidió alejar el teléfono solo por precaución.

-¡¿Queeeeee?!

Grito a todo pulmón el idealista, siendo escuchado por el albino y los bebés que lo único que hicieron llorar al mismo tiempo. Pues el galio del mayor sonó tan alto, que sin querer se le cayó el celular al albino.

El chico tigre sólo se asustó de gran manera, pues sus oídos están más sensibles de lo común. Mientras el idealista le iba dar algo en esos momentos, al oír que no era broma, el suicida y los dos integrantes de la Port Mafia habían sido convertidos en bebés.

-Ya, ya, ya. - calmo dándole palmadas a los tres bebés para que se calmaran, acción que fue exitosa ya que solo se pusieron a hipear para luego caer en brazos de Morfeo.

Los colocó a cada uno en la carriola que le habían dado.

Acordándose que dejó a su superior sin contestarle. Recogió el celular nuevamente, dudoso en preguntar algo.

- ¿Kunikida-san?

Llamó nervioso el chico, pues ya no quería ser regañado en esos momentos, por su superior.

- ¿Por donde estas?

Fue lo qué puedo preguntar el idealista a su protegido. No había manera de preveer la habilidad del enemigo, ir a ciegas nunca ha sido bueno y al parecer esto es solo una demostración a sus palabras.

- Afuera de la cabaña, no podía estar ahí sabiendo que podría regresar al enemigo y dañar a los que ahora se han convertido en niños. Iré al apartamento donde vivo Kyouka-chan y yo.

Explicó suavemente, mientras caminaba tranquilamente por la calle, inconscientemente mirando a los niños de manera cálida.

Doppo solo dio un suspiró al saber que el más joven no está en ese luga, ya que era de noche, no se sabía podrían atacar a Atsushi y a los ahora convertidos en niños.

- hace poco, llamé a Rampo-san, él me dijo que lo mejor sería llevármelos al apartamento, que lo de la cabaña se quedaría en evidencia para el día de mañana. - interrumpió los pensamientos del rubio siendo escuchado atentamente.

Kunikida solo estaba sorprendido de que el mejor dectetive dijese eso.


- Bien... Mañana tendrás que llegar temprano, para mostrarnos a los que ahora se han convertido en bebés y podamos encontrar una posible solución al actual problema.

Respondió con algo de preocupación hacia su subordinado que era varios años menor que el.

- Está bien, llegaré temprano. Buenas noches Kunikida-sa.

Agradeció finalizando la llamada para seguir con su camino.

Esperando a que su compañera de habitación reaccionase bien por lo ocurrido.

Continuará

Publicado: 26/12/2020
Intento de corrección: 03/01/2023

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