Cuidando de Ellos

9

Sabía que no tenía que alterarse, era la mayor de sus pequeños protegidos de la agencia y sabía a la perfección que perder la calma hace que uno pierda el tiempo, en vez de aprovecharlo.

Miró los papeles esparcidos en el suelo, el escritorio partido en dos, uff esto sería difícil, suspiro la doctora.

Kunikida no podía hacer nada por el momento, y al igual que Yosano, este intentaba no perder la calma sabiendo que Kenji y el resto de los que trabajan ahí se acercarían a preguntar lo que ocurría.

La tercera persona de la habitación salió sin siquiera despedirse.

Ella sabía que no sería de ayuda en estos momentos de crisis, siempre ha sido a sí, pero...

Hizo puño su mano hasta dejar en blanco sus nudillos, tienen que contactar con Atsushi lo más pronto posible, también debe de informar al jefe de la Port mafia.

Todo esto tendrá una solución, sobre su cadáver dejará que alguno de ellos les pase algo a los chicos, menos el.

🌻🌻🌻🌻🌻

- Por lo menos el lugar en donde nos quedaremos está limpio. - hablo el albino mientras estiraba algunas sábanas limpias, los colchones no estaban limpios y ya era demasiado tarde para lavarlos.

Así que, solo por esa noche, a excepción de los niños; quienes por el momento utilizarán las mantas nuevas bien dobladas junto a la ropa para así quedar una pequeña cama improvisada, gracias a la habilidad de la azabache se pudo comprar muchas cosas, por lo cual esa noche ellos no pasarían frío, por lo menos esa noche dormirán en el suelo limpio.

Ya que al amanecer Atsushi arreglará todo para que sea más cómodo.

- Lamento que duermas de esta manera, Kyouka-chan. - hablo apenado el albino, quién sabía que la azabache podía ir a los apartamentos e ir a dormir.

- No hay problema. - respondió para calmar al mayor, meditó un momento para lo que diría. - Cuando me tocaba las misiones en la Port Mafia no dormía en un lugar cómoda, llegó una vez que dormí en un callejón por tres minutos para después de terminar con el trabajo.

»Terminar con el trabajo« resonó esas palabras en la mente de Atsushi quien en respuesta soltó una risa nerviosa.

Sin querer pensar o querer seguir indagando la vida de ex-asesina de su amiga, decidió envolver a la menor con una sábana que les sobro.

- Mañana arreglemos este lugar para que sea cómodo. - en vez de escuchar protesta decidió darse la vuelta para mirar en las ventanillas que aunque estaban algo empolvadas se miraban el exterior, la noche era bella.

Las estrellas brillaban en el cielo nocturno, no había rastros de la luna, pero las estrellas compensaban la falta de aquel bello satélite natural.

Cerró los ojos queriendo pensar lo que haría en estos días que tenía a su superior y dos ejecutivos de la Port mafia convertidos en niños.

"Crazi lutto"

Pensó el nombre de aquel tipo, recordó aquella noche en que junto a Dazai y los demás estaba aquellas cajas, con aquel contenido...

"¿Por qué el tigre lunar y no yo?"

Se preguntó, abrió los ojos y con ellos busco algo en su mente, quizás debería ir a su subconsciente a ver qué ocurría con el ahora cachorro lunar.

Dejo que su conciencia entrará a ese lugar que con anterioridad le daba miedo de pasar, a pesar que era parte de su misma mente; aún al tener a un tigre como habilidad y también que este se pudiera descontrolar a llegar el grado en que si no hubiera llegado a la agencia de detectives, podría estar seguro que habría asesinado a más de una persona estando en descontrol.

Realmente está muy agradecido con Dazai y sus nuevos amigos de la agencia, gracias a ellos no se ha vuelto un asesino.

Se concentro y se adentro a más haya de su mente, el lugar estaba como la última vez, solo que en medio de ese espacio en blanco se encontraba un pequeño gatito blanco con rayas negras, afirmó que el tigre ahora un cachorro.

Camino tranquilo hasta llegar a aquel felino quien estaba durmiendo, se inclinó y le dio pequeña acaricias.

"Quién diría que estoy más seguro que este como cachorro, que en su versión adulto. "

Pensó con una pequeña sonrisa, siguió viendo a los alrededores y realmente se sentía vacío, muy solitario para dejar que un pequeño cachorro este así nomás, no podría estar todo el tiempo en ese espacio mental que había, tiene sus responsabilidades y deberá cumplirlas.

"Intentaré cambiar alrededor, ya que es mi mente puedo hacerlo cambiar... O eso creo"

Pensó mientras cerraba sus ojos para concentrarse en lo que realmente quería.

El lugar donde residía es un sitio sin final, solo espacio en blanco, se concentró en sus pensamientos para poder lograrlo.

Un pequeño tallo salió de ese pequeño espacio en blanco, Atsushi se concentró para poder imaginar un lugar cálido y precioso para el pequeño tigre lunar.

Pasaron uno, dos, tres segundos para que luego ese espacio en blanco se convirtiera todo un espacio primaveral. Pasto verde en lo que es el suelo, junto a pequeñas flores amarillas y color lila, el cielo se había vuelto de un color azul, con pequeñas nubes.

Al abrir los ojos, el de cabellos albinos se sorprendió de lo que había, pues solamente se imaginó algo pequeño y probablemente creyó que quizás no lo lograría. Sonrió de manera suave al ver que lo logro, busco con la mirada al pequeño cachorro, al encontrarlo se acerca para ver cómo estaba.

- ¿Vas a estar bien? - pregunto acariciando al pequeño felino quien estaba feliz por su nuevo lugar.

Maullo contento de su lugar, estiró sus pequeñas patitas y decidió recorrer todo el lugar, había un pequeño lago y con ello, el cachorro vio su reflejo maullando contento de tener un lugar en donde divertirse.

Atsushi soltó una pequeña risa al ver que el cachorro estará bien en ese lugar. A pesar de estar en su mente todo lo siente real, incluso la pequeña brisa que sacudía sus cabellos cortos se sentían tan real.

Decidió salir de ahí, para poder descansar unos momentos su mente u cuerpo. Quiere ser de gran ayuda para cazar aquella persona que solo hace mal.

Antes de caer dormido, recordó aquel día en que su superior lo molesto con Kyoka y fue con ella a la feria, fue cuando conoció a un hombre desconocido.

Solo que cuando estaba apunto de terminar recordar todo su mente se apagó para no pensar más.

Aunque pudo reconocer aquel hombre de la feria.

Continuará...

Publicado: 23/10/2022