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Sabe...

En ocasiones el desear es maravilloso hasta el punto en que ninguno se imagina si es que se hará o no realidad.

Pues en ocasiones no sabemos que puede realizarse cuando un corazón herido lo desea con mucho fervor.


 
***
 

La noche en si es el final del día, en el trabajador en final de una jornada tan larga. En cuanto a un grupo de cuatro personas quizás la pesadilla de la cual una cree imposible.

—Dazai-san podría por favor de dejar de molestar a Nakahara-san - pidió el albino en suspiro, ya que su superior no dejaba de molestar al peli-naranja quien claramente se miraba que no tardaría en explotar.

—¿Porque tan desanimado? - preguntó Dazai intentando bromear del albino.

—¡¡ESTAMOS EN UNA MISIÓN SOLO NOSOTROS CUATRO!! - Grito sin querer, al darse cuenta de ello se tapo su boca ya que no podía hacer ruido en esta misión que por lo visto en la mafia y agencias es importante. - Ni siquiera Akutagawa está haciendo este tipo de cosas.

Y era cierto, ya que el conocido como el perro de la Port Mafia había estado en total silencio en todo el camino.

Eso se sorprendió un poco al de vendas, quien al darse cuenta de que si era cierto que el pelinegro con puntas a estado calmado todo este tiempo, no ha amenazado al albino después de gritarle a su gran maestro.

—Oh - fue lo único que soltó Dazai y se alejo del peli-naranja, ya tenia a su nueva víctima, pero el mencionado o sea Chuuya se moría por darle la paliza del año a ese desperdicio de vendajes, pero prometió y apostó con cierta personita que toleraría a la momia viviente en lo que quedaba de la misión.

Atsushi se relajó un poco cuando vio a Dazai dejar en paz al mafioso del sombrero, se acerco a Chuuya y caminaron a la par.

— Lo siento - se disculpo el albino con culpa de no poder parar a su superior. Porque en verdad no tiene el poder suficiente para calmar lo travieso que es el mayor.

Aunque Chuuya cree que el albino no sabe hasta donde llega su poder en aquel tipo.

—No te preocupes - respondió Chuuya acercándose un poco a Atsushi, - Hicimos esta apuesta y yo no soy de perder tan fácil. Deseo con mucho fervor esos Vinos.

Esto provocó una mini risa en el albino ya que Chuuya era un hombre de palabra, lo mismo que Akutagawa, el a pesar de todo puede cumplir su palabra al pie de la letra. Que por cierto que cuando se recordó del perro de la Port Mafia, instintivamente volteo en la dirección del mencionado y vio que Dazai lo estaba provocando, cosa que hizo que su paciencia se fuera por los aires.

—Creo que será mejor que este a la par de él - dijo más para sí mismo que para Chuuya quien no entendió que quería decir el albino. Hasta que vio como Dazai molestaba a su ex-discípulo

Atsushi solo le pidió a Chuuya que estuviera a la de Akutagawa y tras suyo, que Dazai estaría con el para que no arruinará su misión.

Esto al parecer no era un juego de niños y solo el ex-mafioso era el único que no comprendía de ello.

— ¿Y eso que estás tan callado? - preguntó Dazai a su ex subordinado

Akutagawa no respondió y siguió caminando. El ya tenía en mente lo que sucedía y no podía dejar que sus emociones explotarán a la vez.

Eso sorprendió nuevamente al de vendas, pero no por eso no le molestaría. Le decía y provocaba, incluso dijo que Atsushi lo quería como aún hijo y aún así no explotó como el quería que lo fuera.

Cuidando de EllosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora