Cuidando de Ellos

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Esa mañana no se había sentido bien, su cuerpo se siente pesado y tiene un poco de calor lo que también puede decir que es fiebre.

— Atsushi. - Kyouka llamo a su amigo mientras lo recostaba. — Lo mejor será no ir hoy.

Dijo seriamente mientras los niños mojaban un paño y se lo ponían en la frente del albino. Habían quedado ir a la agencia por la posible solución que la doctora Yosano haya dado para recuperar a sus amigos, pero como ese día no sé siente bien, no podría ir aunque quisiera.

— Está bien... Sólo es un pequeño resfriado. - Intentaba calmar a su amiga mientras le regalaba una pequeña sonrisa a los niños quienes estaban cuidando.

— No saldrás y es mi última palabra. - sentenció la menor de manera sería. No le había mencionado cuando se estaba sintiendo mal y ahora que está acostado no puede objetar por la decisión de su amiga.

— Duerme gatito. - Dazai hablo mientras ayudaba en tocar las mejillas del albino, también cuando el trapo estaba ya estaba tibio.

— Shi. - Chuuya quien torcía cómo podía el trapo aceptaba las palabras de aquel chiquillo  que odia. - Nosotos te cuidademos. 

Akutagawa quien tocaba el agua con hielo aceptaba con la cabeza lo dicho.

— Te vas a decupeda ponto. - hablo el niño mientras tocaba las manitas de mayor. Se sentían cálidos y no frías como la de aquella mujer que lo cuidaba de pequeño.

— No tienes que preocuparte, yo traeré a los demás de manera discreta.

Kyouka decía mientras sus cabellos los ataba a una cola baja. Saco su celular para explicar la situación.

Ese día estaba nublado, solo espera que no haya interferencia.

🌸🌸🌸🌸

Para la agencia de detectives y la Port Mafia quienes no había parado su búsqueda en los siguientes días, habría resultado muy diferente a lo que el idealista pensó alguna vez.

Acepta que han habido misiones en conjunto, pero no eran tan largas como en esos momentos, la Doctora Yosano ya había terminado las primeras muestras y tendrían que llamar a Kyouka, Atsushi para que trajeran  consigo a los niños.

— Espero que funcione. - Yosano hablo mientras miraba como el rubio de anteojos miraba hacia la puerta de entrada.

— No hay que desanimarse, siempre encontraremos una solución. - Ranpo se unió a la conversación mientras comía una bolsita de papas fritas.

La mayoría debía de disimular que todo estaba bien (aunque estuvieran apunto de quemar todo Yokohama) buscando a los lugares posibles y si era posible, cumplir con misiones cortas y no de largo plazo.

— Si lo dices tú, no hay que temer. - Kunikida respondió mientras se ajustaba sus anteojos. No debería de alterarse si se ve que el de cabellos azabache no estaba perdiendo la calma.

Yosano los miro y asintió con la vista, no sabía que decir para aceptar la calma de su amigo, pero no había mucho de lo que se podía hacer, en gran parte estaban con una muy claro que tiempo es menos lo hay.

El celular de Ranpo había sonado, el mencionado señaló quien era y lo puso en voz alta.

— ¿Sucedió algo? - Ranpo rápidamente pregunto mientras los demás estaban en silencio.

>> — Atsushi tiene un resfriado, no sabe cuando ira a la agencia. <<

Kyouka explicó la situación y la doctora Yosano, junto a Kunikida se le fue el color en su rostro. Nadie realmente se esperaba esa, probablemente la doctora pudo haber predicho por unos instantes, pero también no era una posibilidad nula.