Los niños se sentaron cómodamente cerca del albino, quien solamente les sonrió antes de contarles una historia.
— Les contaré una pequeña leyenda que leí en un libro hace mucho. - dijo, pero cambiaría algunas partes para no ponerles tristes, pues no tiene un final feliz o por lo menos así lo vio el.
Los niños solo asintieron en silencio mientras escuchaban lo que les contará, el albino medito un momento para recordar lo que decía ese libro, pues ya han pasado varios años desde que lo leyó.
“Cuenta que hace mucho tiempo había un hombre que deseaba ser poderoso,
en ese mundo existía la magia,
la cual era dividida en blanco y negro.Ese hombre trabajo mucho para convertirse en un gran mago o hechicero, lo que importaba es su poder. Aunque también había una ambición en su corazón, no quería envejecer o morir, por lo que hizo un ritual para volverse inmortal.
Sólo el rey junto a su esposa sabía de ellos, pero a diferencia del mago. Ellos decidieron envejecer y hacerle jurar que a sus descendientes no les daría la inmortalidad.
El hombre accedió y pudo conseguir lo que necesitaba para lograr su meta. Quién diría que la eternidad no era nada a lo que se imaginó, las personas comunes son personas que tienen los días contados.
Muy diferente a ese mago,
pasaron dos siglos y cada vez se hacía más aburrido que los días, semanas y años corrieran, mientras el miraba todo eso.Su familia fue desapareciendo pasando los años, la inmortalidad ya no fue divertida al ver como uno de sus descendientes morían por una enfermedad. La luna, quien adornaba el cielo nocturno, le daba consuelo al mago para que siguiera, pues no había nada por el cual morir.
Una noche lloro, en su bosque encantado, porque a pesar de su magia no había podido encontrar el amor. Cada noche caminaba sin rumbo alguno,
ya conocía de memoria ese bosque, por lo que llegó a un hermoso lago y lloro hasta que sintió que la luna lo consolaba.Pues ya sabía que si existencia no era más que salió de su destino, pues la muerte nunca debe ser desafiada. Una de aquellas noches en que caminaba por el bosque se encontró con una bella Hada.
Ella tenía una mirada tan dulce que al mago se le hizo imposible no caer enamorado a primera vista, con el tiempo ambos se hicieron amigos y después de varios años novios.
Pues el ser dos seres casi inmortales debían de tener sus dudas, pues el amor es algo que se sabe reconocer por mas un tiempo, pero para no dañarse ambos decidieron pensar hasta ser una dulce pareja.
El mago por fin logro encontrar el amor y también no temer por su inmortalidad.
(...)
Finalizó el albino al ver que los niños ya se habían dormido acurrucados entre ellos.
"Ser indestructible es algo que otros ven genial, pero no lo es..."
Pensó mientras ponía un futón en piso y colocaba a los niños para que estuvieran más cómodos. Pensó que había olvidado esa leyenda, pues había sido una de las novelas con un final trágico que leyó, tenía dos volúmenes pero solo encontró el uno, quizás algún día encontraría de que trataba. O si el autor de esa historia decidió darle un final feliz a la pareja oficial.
Se acercó a los niños y durmió cerca de ellos, si había peligro sus instintos le van advertir, pero aún le duele la cabeza por lo que dormirá unos momentos más.
🌸 🌸 🌸
Se ajustó los lentes con una de sus manos, pues aún tenía las bolsas y seguía preguntando si estaba mejor que esté solo ellos dos cuidando a los niños.
— Estará bien, el lugar aunque no lo parezca está abandonado desde que el director murió. No sabemos que pasó con los trabajadores, pero sí que ese lugar no es muy recurrente. - Kyouka hablo para poder disipar os nervios que se notaba en el rostro del más mayor.
Kunikida no respondió solamente asintió con la cabeza ante las palabras de la chica, siguieron un camino un poco empinado para luego llegar a aquel sitio que marcó un comienzo al chico tigre.
— Saben. - Ranpo hablo luego de haber logrado robar unos dulces, con una pirueta en sus labios. Al ver la luna le recordó cuando hablo con un tipo que le cambió unas cuantas monedas por un libro viejo.
Ese tipo si supo regatear pues le dio el dinero y se dio cuenta que era el segundo libro. No leyó toda la historia, solo el final.
“ Al final, valió la pena el sacrificio. Pues después de todo, nunca debió salir de su destino que cada mortal.
Pues la volvió a ver después de muchos años, la luna quien habia cuidado brillo con su luz cálida, aquella chica (antes que fue un hada) y aquel ex–Mago pudieron sellar su amor en aquella noche de luna llena.
Pues la eternidad no era bello si se vive en soledad.”
Recordó los penúltimos párrafos de aquel libro. Pudo deducir el comienzo de aquel segundo volumen, por lo que le resultó aburrido y dejó en algún lugar de esa habitación.
—El ser indestructible es aburrido. - dijo de la nada, desconcertó a sus acompañantes y aún así seguía entre sus pensamientos. - También el ser muy inteligente, pues sólo uno mismo se comprende y eso es muy solitario.
Siguió diciendo recordando sus días antes de conocer a Fukusawa, el mundo se miraba blanco y negro, nunca sabía porque la gente no miraba obvio, pues se sentía que era el único que podía entender y los otros igual.
— Estás en lo correcto. - Yosano con el semblante serio siguió caminando. - Nosotros pensamos que obtener algo especial nos hace únicos, pero ser únicos es lo más solitario que puede existir.
Dijo mientras recordaba su pasado, es muy triste no ser normal, pero con la Agencia sabe que no está sola, pues aunque sean habilidades diferentes, están en el mismo barco, pues se pueden comprender a la compresión sin necesidad de ser iguales, pues como una vez dijo Ranpo, entre locos se entiende.
Continuará...
Publicado: 25/03/2023
Nota: la historia es basada a la canción de: La leyenda del Mago y el hada, de la banda Ratas blancas.
Falta poco para ver si lo que Yosano hizo fue un éxito.
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Cuidando de Ellos
RandomPor un error de una misión Dazai, Akutagawa y Chuuya se convirtieron en niños de 5 o 4. si En pequeños niños. ¿como lo tomara Atsushi? ¿Podrá cuidar de los 3 niños?