~ SeongSang Baby Month 5 ~

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-¡No quiero, me niego a salir así vestido!

YeoSang pataleaba como carajito que no le quieren comprar algo en la sala de la casa de SeongHwa - en este último mes, el de cabello rosita se la pasaba más en casa de SeongHwa que en la suya. Tenía un suéter que le pertenecía a SeongHwa - y que por lo tanto le quedaba gigante - y unos pantalones de algodón junto con unas gomas grises y celestes, negándose como desde hace diez minutos a salir así.

-Yeo, por favor, sé razonable y vámonos. Llegaremos tarde otra vez si no salimos en menos de diez minutos.

-¡Pero no quiero, SeongHwa! Mírame, esta ropa es demasiado grande y tiene cero estilo.

-Tampoco voy a dejar que sigas usando ropa ajustada, eso solo aprieta al bebé.

YeoSang se cruzó de brazos mientras hacía un puchero.

Pocas veces YeoSang actuaba de esa forma tan infantil, y cuando lo hacía provocaba un revoloteo joto de mariposas aún más jotas dentro de la panza de SeongHwa.

-No voy a salir así, vas a tener que obligarme.

SeongHwa suspiró y se rascó la nuca, acercándose poco a poco a YeoSang.

-No quería hacer esto, pero ya que insistes.

Y YeoSang volvió a patalear pero en brazos de SeongHwa, quien lo cargaba como princesa afuera de la enorme casa hasta llegar a la camioneta.

El mayor maniobró para abrir la puerta de copiloto y metió a YeoSang dentro, colocándole el cinturón bajo la molesta mirada de YeoSang.

-Me caes mal.

-Yo también te amo.

En el camino, YeoSang trató de irlo ignorando, pero cuando pararon en un semáforo en rojo, SeongHwa aprovechó la oportunidad de hacerle cosquillas al menor, haciéndolo reír.

-¡Ay, ya, Hwa! - Dijo riendo.

YeoSang logró tomar las manos de SeongHwa para detener los movimientos del mayor, por lo que ambos quedaron con las manos unidas y las miradas conectadas.

No era extraño mirarse de esa forma, ya lo habían hecho antes miles de veces, sin embargo, siempre ocurría algo y apartaban los ojos del otro.

Esta vez, no parecía haber nada que evitara que no pudieran mirarse con calma, fijamente, como si pudieran leerse la mente.

Inconscientemente, fueron acercándose con movimientos sumamente lentos, sin dejar de mirarse en ningún momento. Llegó el punto en el que sus respiraciones estaban una con la otra e inhalaban y exhalaban el mismo aire.

Sus labios rozaron y, con un cálido suspiro de parte de YeoSang, se unieron en un tierno beso.

Fue entonces cuando sus ojos se cerraron, moviendo delicadamente sus labios contra los contrarios.

Y sonó la corneta del auto que estaba detrás de ellos, indicándoles que el semáforo ya estaba en verde y que tenían que avanzar.

Se separaron de golpe, colorados de las mejillas.

SeongHwa puso la camioneta en marcha y fueron en silencio el resto del camino hasta la clínica.

Bien Jotos 2 [Chat's ATEEZ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora