Capítulo 14 -"Strelizia despega"

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De pronto la caída se había detenido a un par de centímetros escasos del suelo. Estaba petrificado. Unos cables habían detenido mi descenso justo a tiempo.

- Por que poco - mis pupilas se dilataron al escuchar aquella voz - Darling.

No me podía creer lo que estaba pasando - ¿eres tú, Zero Two? - el cable comenzó a tirar de mí hasta posicionarme en la puerta de Strelizia. Como tal no obtuve una respuesta con palabras, los cables se movieron de arriba a abajo en señal de asentimiento. Mis ojos comenzaron a brillar y no pude evitar sonreír.

- Al fin... Al fin te encontré... - sin darme cuenta había comenzado a llorar, pero uno de los cables rozó mis mejillas y me quitó las lágrimas.

Otro impacto hizo tambalearse a la Apus, pero al contrario que en el resto de ocasiones, esta vez me hallaba a salvo en el interior de Strelizia.

- Maldición - gruñí - hay que hacer algo o de lo contrario acabarán con la Apus.

Me di la vuelta y dirigí mi vista hacia los cables - Zero Two - estos dejaron de serpentear en el aire y se quedaron rígidos, supuse que estaría prestándome atención - necesito conectarme a tu conciencia.

Los cables retrocedieron por un momento, lo cual me hizo titubear y poner una mueca de sorpresa, pero seguidamente se abalanzaron sobre mí y cubrieron todo mi cuerpo.

De pronto todo era de color blanco. A mi alrededor no había absolutamente nada, ni un suelo, ni un cielo. Nada. Miré a mi alrededor y contemplé una figura dada la espalda, curiosamente su pelo ondeaba a pesar de no haber ninguna corriente de aire que le hiciese moverse. Me acerqué poco a poco hasta la chica y cuando estuve a un par de metros de distancia se dió la vuelta. Ambos nos quedamos quietos, mirándonos fijamente. No me atrevía a decir nada, a pesar de tener demasiado que decirle. No podía moverme, aunque quería abalanzarme sobre ella. No podía pensar, aunque mi mente estaba repleta de pensamientos. Poco a poco mi cuerpo comenzó a avanzar sin yo ser consciente de ello, al mismo tiempo ella comenzó a caminar hacia mí. Una vez estuvimos uno en frente del otro a tan solo un par de centímetros de distancia, nos quedamos paralizados de nuevo. De pronto retrocedió un par de pasos y me miró de arriba a abajo mientras fruncía el ceño, parecía estar analizándome. Después de unos segundos que para mí se hicieron eternos, dejó de fruncir el ceño y llevándose las manos a la espalda, se inclinó hacia mí esbozando una sonrisa.

- Te ves más delgado - sus ojos me miraban fijamente.

Tras titubear un momento me sonrojé y aparté la vista.

- Si, esto, veras... Es que... - mientras yo tartamudeaba ella caminó hacia mí y, una vez al lado mía, me estrechó entre sus brazos.

- La razón ya no importa, lo que importa es que volvemos a estar juntos de nuevo, Darling - su voz dulce me causó un hormigueo por todo el cuerpo.

Hice un ademán de devolverle el abrazo y, tras vacilar por un momento, la estreché contra mi cuerpo.

- Te he echado mucho de menos, Zero Two - cerré los ojos fuertemente y sin darme cuenta aumenté la fuerza del abrazo.

- Yo también, Darling - su sonrisa seguía intacta, lo cual hizo que mi corazón se derritiera.

No sé cuantos minutos pasaron hasta que nos separamos, pero durante ese transcurso de tiempo me dió igual, solo pensaba en ella, solo pensaba en sentir cada parte de su cuerpo en contacto con el mío y de su cálido aliento golpeándome la mejilla.

Tras separarnos, cambié por completo la expresión de mi rostro y adquirí un tono serio.

- Tengo muchas cosas que contarte, pero me temo que ahora mismo no es el momento adecuado para hacerlo, están atacando la Apus y como sigan así acabaran por destruirla, entonces...

- Entonces yo moriré - mi corazón se detuvo por un instante, Zero Two tenía una mirada triste fija en el suelo pero a pesar de ello seguía sonriendo.

- ¿C-cómo dices? - no podía creer lo que acababa de escuchar - ¿Cómo que si la Apus es destruida tú morirás?

- Escucha, Darling... - cerró los ojos

- ¡NO!¡Me niego a aceptar eso! Tiene que poder haber algo, es imposible qué... - por mis mejillas discurrían ríos de lágrimas

- No, Darling... Me temo que no hay nada que se pueda hacer...

- Entonces... ¿¡Por qué viniste a por mí!?

Aquél grito marcó el fin de la conversación y el principio de un silencio aterrador, o al menos eso pensaba

- No podía dejar que murieses... - se encogió de hombros y su voz comenzó a temblar

- ¿Cómo dices?¡Y por qué demonios no podías! - elevé aún más el tono. La situación podía conmigo.

- ¡Porque eres lo único que tengo, eres la razón por la que aún sigo viva!¡por eso no puedo dejar que mueras! - se llevó las manos a la cara y comenzó a llorar.

Me quedé paralizado - "eres la razón por la que sigo viva" - esas palabras penetraron en mi mente y no querían irse. De pronto se me hizo un nudo en la garganta. No podía creerme lo que estaba pasando.

Cerré los puños y comencé a hacer fuerza - no pienso dejar que eso suceda - Ella levantó la vista y me miró a la cara, sus ojos estaban llenos de lágrimas

- Darling...

Me acerqué de nuevo a ella y, tras dedicarle una sonrisa la agarré de las caderas y empujé hacia mí.

- Te prometí que te traería de vuelta y eso haré - y dicho esto la besé.

Cuando separamos nuestros labios y le miré a los ojos, estos estaban brillando. Después de un rato los cerró y dedicándome una de sus mejores sonrisas soltó una pequeña risita.

- Te quiero, Darling

- Yo también, Zero Two

De pronto todo volvió a la normalidad y me hallaba en mi silla en el interior de Strelizia, alrededor mía los cables me cubrían ciertas zonas del cuerpo conectándome con la franxx. Cerré los ojos y tomé aire, después de unos segundos lo solté lentamente y volví a abrir los ojos. Me había conectado a Strelizia.

- Vamos allá, Zero Two

- Sí, Darling

Unos segundos después atravesamos la pared de la Star Entity y salimos disparados al espacio. Era hora de terminar con la guerra.

Zero Two & Hiro - Juntos Hasta El FinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora