Zero Two & Hiro - Juntos Hasta El Fin

Capítulo 24 - "Los llantos de un escuadrón"

Vista de Goro

- Imbécil, imbécil, imbécil - era la única palabra que aparecía en mi mente acompañando a la figura de Hiro - "¿Por qué no puedes apoyarte más en nosotros?" - poco a poco sentía como un pedazo de mi corazón se iba pudriendo lentamente, todas las sonrisas que había intercambiado junto a él, todos los momentos de mi vida a su lado, toda la felicidad que había compartido con él. De nada importaría si no llegábamos a tiempo. Cada segundo que transcurría sin recibir una sola gota de sangre, era un segundo menos que teníamos en la cuenta atrás

"6 minutos "

- "Oye, aseguraros de volver todos, ¿entendido?" - nos dijo Ikuno antes de irnos

Ichigo asintió con un firme movimiento de cabeza - "entendido"

Comenzamos a correr por el pasillo siguiendo los pasos de Hiro - "No ha podido ir muy lejos, hace poco que se fue" - Ichigo parecía convencida de sus palabras, solo faltaba que nos contagiase esa seguridad tanto a Miku como a mí. Ambos nos miramos el uno al otro, compartimos nuestras miradas de preocupación, pude ver el miedo en los ojos de Miku. Tras mirar de nuevo al frente tragué saliva, pero sentí un nudo en la garganta que me causó dolor.

Seguimos recto durante un rato hasta que a lo lejos avistamos 3 diferentes caminos en los cuales se dividía el pasillo principal. Una vez llegamos al final del pasillo nos detuvimos y comenzamos a inspeccionar los diferentes caminos.

- "¿Por donde demonios se habrá ido?" - preguntó Miku exasperada

- "No lo sé" - comenté sin darme cuenta de mi error mientras inspeccionaba el suelo tratando de encontrar alguna huella o algo que no fuese de utilidad

- ¡"Es tu amigo, al menos podrías tratar de mostrar algo más de preocupación!" - gritó Miku a mis espaldas - "¡que parece que te la importa un comino!"

Esas palabras penetraron en mi mente como un rayo. Apoyándome sobre una pierna y con la ayuda de mi mano, me levanté y me giré lentamente hacia Miku

- "¿Que podría preocuparme? ¿Que no me importa?" - de pronto le dediqué una mirada de odio mezclada con asco y repulsión - "déjame que te diga que no tienes ni idea de lo que estoy sintiendo ahora mismo, así que si no te es mucha molestia, cállate"

Una vez dicho esto me giré de nuevo dispuesto a volver a mi trabajo, cuando Miku, quién no parecía dispuesta a detenerse ahí volvió a gritarme con todas sus fuerzas.

- "¿¡¿Y por qué no le detuviste cuando pudiste?!?" - la intensidad de su grito y las palabras que empleó hicieron que hasta Ichigo se frenase en seco y volviese la cabeza lentamente sin quitarme los ojos de encima

Me quedé quieto, inmóvil, sus palabras habían atravesado todas mis barreras. Me tambaleé antes de girarme de nuevo y comenzar a andar hacia ella sin la mirada en mi rostro. Ichigo comenzó a correr para tratar de interponerse entre Miku y yo, pero la fulminé con una mirada asesina y se quedó quieta en el sitio. Volví la mirada hacia Miku, quién tenía lágrimas en los ojos tras haberme gritado por última vez. Continué hasta situarme a escasos centímetros de ella y una vez a la suficiente distancia paré de caminar y me incliné hasta su oído.

- "¿Sabes acaso lo que es que tu mejor amigo actúe como si no existieras?¿Como si no fueras lo suficientemente importante como para dedicarse siquiera una sonrisa sincera o contarte sus problemas, por tontos que sean..?" - cerré con fuerza mis puño y comencé a temblar - "...¿Sabes acaso lo que es que esa persona haga como que no existes...?"

Miku me devolvió la mirada y comenzó a llorar al comprobar como las lágrimas corrían por mi rostro.

- "Dejadlo ya los dos... Por favor..." - Ichigo también había comenzado a llorar - "...así no lograremos nada..."

Se giró hacia delante y, mirando a uno de los cristales comenzó a titubear.

- "Por favor Hiro... Aguanta..."