Capítulo 32 - "El Cuerno de la Apus. El final"

189 28 0
                                    

En esos momentos, el tiempo para Zero Two se congeló completamente. Justo en frente suya se encontraba la figura de la persona a la que más quería y, esta vez en carne y hueso. Solo quería tocarlo, abrazarlo, besarlo y no volver a separarse nunca más de él. A medida que el tiempo volvía a su curso normal y el cable regresaba al interior de Strelizia, las ganas de Zero Two por ver de nuevo a Hiro crecían más y más. Una vez en el interior del robot, el cable desenredó el tobillo de Zero Two dejándola caer lentamente contra el suelo, pero se quedó ahí flotando. Sin prestarle un mínimo de importancia a ese dato, Zero Two se levantó con más ganas y energías que nunca y, con lágrimas en sus ojos se abalanzó sobre Hiro y lo abrazó lo más fuerte pudo. A pesar de no estar en contacto, sus cuernos comenzaron a brillar.

- P-pensé que jamás volvería a verte.... Darling, yo... Yo... - la gran cantidad de lágrimas que descendían por las mejillas de Zero Two le imposibilitaban el habla, impidiéndole por completo finalizar su frase - ¡Te amo!

Sin perder ni un segundo, se inclinó sobre Hiro y le besó. Pasaron los minutos y siguió con los labios pegados a los de Hiro, para ella no había nada más importante en ese momento, solo eran ella, y su amor. Tras separar sus labios juntó sus cuernos con los de Hiro y dirigiéndole una mirada de amor y sinceridad sus ojos comenzaron a temblar. Todo era perfecto pero... Había algo que no terminaba de cuadrar. En el tiempo que había transcurrido Hiro no había hecho ningún movimiento ni dicho nada. Lo cual hizo que Zero Two se preguntase que ocurría.

- Oye, Darling... ¿Estás bien? - su tono dulce se mezcló con uno tembloroso.

- [...]

- ¿D-darling...? - su voz se volvió entrecortada

- [...]

Zero Two apartó la cabeza hasta encontrarse a la suficiente distancia como para analizar el rostro de Hiro. Sus ojos estaban cerrados y el color de su piel era pálido. Además, su corazón había dejado de latir y en ningún momento había sentido sus latidos. Todas esas cosas hicieron que el ritmo cardíaco de Zero Two se descontrolase y entrara en pánico.

- ¡DARLING!¡CONTÉSTAME! - sin poder aguantarlo más, sus lágrimas de alegría tornaron en lágrimas de tristeza y desesperación - ¡DAAAARLIIINNNNGGG...!

Inconscientemente, juntó los cuernos con los de Hiro de nuevo pero, al cabo de unos segundos estos se apagaron. Sin poder evitar dejar de derramar lágrimas, llevó sus manos al cuello de Hiro y las posó en la parte trasera de este. Una luz intensa en su cabeza la condujo a lo más remoto de la mente de Hiro.

Una nave. Pasos lentos. Sangre. Y finalmente muerte.

En tan solo unas milésimas Zero Two vio como Hiro había luchado por resistir a la muerte en la nave y, como por desgracia no había sido suficiente.

- Si tan solo... Si tan solo hubiera podido estar ahí... Ahora mismo tú no estarías... - sin saber que decir o como cesar de llorar, Zero Two abrazó con fuerza el cuerpo de Hiro y aumentó la intensidad de su llanto - lo siento... ¡Lo siento mucho! Por favor Darling, vuelve... ¡Te necesito!

En el exterior de la franxx se formaron unos nubarrones que, en tan solo cuestión de segundos habían cubierto por completo el cielo despejado y amenazaban con dejar caer una lluvia intensa sobre la superficie del planeta. Al cabo de un rato, en el exterior del robot comenzaron a excucharse los primeros truenos, a medida que el tiempo transcurría la lluvia comenzó a descender cada vez con mayor intensidad, hasta que, de pronto, tan solo se oía esta.

En el interior del robot, Zero Two seguía abrazada a Hiro, sin aflojar en ningún momento la intensidad del agarre. No quería ver lo que estaba sucediendo, en su mente, deseaba con todas sus ganas que tan solo se tratase de una horrible pesadilla pero, abrí los ojos y, sincronizada con un trueno, contempló a través de la fina capa cristalina que se había formado en sus ojos a causa de las lágrimas, el cuerpo de Hiro.

En el espacio

La Apus había comenzado a moverse.

- ¿Q-qué está sucediendo ahí? - preguntó un parasyte alarmado - parece... ¡Parece que se esté moviendo!

Tanto Ikuno como Futoshi intercambiaron miradas de preocupación antes de continuar observando a través del cristal de la nave. Apus dirigió su vista hacia un punto en el espacio y Futoshi e Ikuno miraron hacia donde se dirigía su vista.
Ambos se quedaron pálidos. Sin perder ni un segundo, comenzaron a correr hacia la franxx. Una vez se sincronizaron sus mentes y Chlorophytum despertó, salieron lanzados a toda potencia al vacío.

- ¡Planea destruirlo todo! - gritaron Futoshi y Chlorophytum al mismo tiempo.

A máxima potencia y, dirigiéndose hacia su enemigo, pudieron ver en primera fila como el cuerno de la Apus volvía a regenerarse en milésimas de segundo y de pronto comenzaba a emitir una luz cegadora.

- Su fin ha llegado, humanos y Klaxosaurios - las palabras de VIRM resonaron en todo el espacio - habéis luchado hasta el final pero, vuestro esfuerzo ha sido inútil.

Todas las naves, criaturas y franxx que se encontraban en un radio de 100 metros de la Apus quedaron reducidas a cenizas. Chlorophytum, por suerte, se encontraba en un radio de alcance mayor todavía a los 200 metros. Tras contemplar como sus compañeros eran masacrados, Chlorophytum agarró su ametralladora con decisión y la puso en ristre.

- Desgraciado... ¡Vas a morir! - vociferó Futoshi con lágrimas en los ojos.

En el último segundo, la Apus soltó de nuevo un rayo con el cuerno y alcanzó de lleno a Chlorophytum, reduciéndola a polvo. Tras esto le siguieron todas las naves centrales y, posteriormente, la Tierra.

Segundos antes de impactar contra la tierra

La luz solar había sido sustituida por un montón de nubes negras que tapaban el sol. La lluvia se cernía sobre el paisaje terrestre dando una visión decadente del entorno. En el interior de Strelizia se escuchaba el sonido de la lluvia golpeando el exterior del robot e impactando contra el suelo. Era un sonido relajante pero que, en esos momentos, únicamente reflejaba la tristeza de un mundo sin vida, de un mundo, que ya no tenía ni esperanzas, ni posibilidades de salvación, un mundo que lejos de llegar a vivir la paz, tan solo había conocido la desgracia y el dolor.

Zero Two acarició la mejilla de Hiro y le regaló un beso en esta. Tras esto volvió a abrazarlo, pero en esta ocasión el sentimiento que la invadía era la tristeza y el impotencia. Separó su cabeza del hombro de Hiro y tras inclinarse sobre este volvió a besarle

- Su fin ha llegado, humanos y Klaxosaurios - las palabras de VIRM resonaron en el cielo y Zero Two frunció el ceño y soltó un gruñido

- VIRM... Solo sé, que todo esto es culpa tuya , pagarás... ¡POR LO QUE LE HAS HECHO A MI DARLING!

Los ojos de Zero Two se volvieron de un color rojo intenso y, sus cuernos antes rotos, volvieron a crecer velozmente. Su diadema se rompió. La bestia había despertado. La franxx se dio la vuelta y comenzó a volar hacia el espacio a una velocidad increíble pero, de pronto las nubes se disiparon y el rayo de la Apus impactó de lleno contra el planeta.

Fin














¿O no?

Zero Two & Hiro - Juntos Hasta El FinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora