Capítulo 5 - "Llevado por la desesperación"

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Estaba sin aliento. No podía creer lo que estaba viendo. Un par de metros en frente mía, separados por una puerta que delimitaba el inicio de la habitación con el final del pasillo se encontraba una joven de cabello rosa que ondeado por el viento exterior, apenas permitía la visión de los restos de lo que en su momento habían llegado a ser unos enormes cuernos rojos. Se encontraba de pie junto a la ventana. Sus brazos y piernas presentaban múltiples cortes vendados y otros, en su contrario, meras heridas de las cuales goteaban pequeños canales de sangre.

- N-no... No puede ser - no era capaz de articular palabra ni mucho menos ejecutar un solo movimiento. Estaba paralizado - Zero... ¿Two?

Al escuchar este nombre la joven volteó levemente la cabeza pero sin dejar de mirar por la ventana. Algunas de las heridas que tenía vendadas comenzaron a expulsar sangre empapando la tela. Al ver esto en mi mente solo se pasearon dos opciones. O bien me quedaba ahí plantado como un completo idiota o entraba dentro de la habitación y me enfrentaba a aquella situación. Pasase lo que pasase.

Me decidí a entrar y tras dar el primer paso y cruzar la puerta, un fuerte dolor de cabeza me hizo cerrar los ojos y retroceder hasta caer al suelo con las manos en los laterales de esta. De pronto mis cuernos habían comenzado a brillar y junto a estos, los de Zero Two.

- Darling... - una voz provocó que abriese los ojos lo máximo que el dolor de cabeza me permitía - ...Darling...

- Zero Two... - balbuceé como pude en mitad del suelo - ¿Qué está...?

- Por favor... Darling... - la voz de Zero Two sonaba quebrada, parecía querer romper a llorar y terminar con todo

Poco a poco y con ayuda de mis brazos me arrastré por el suelo de la habitación tratando de llegar a la altura de Zero Two pero el dolor acabó siendo tan insufrible que me detuve en mitad de la habitación llevándome las manos a la cabeza. Una lágrima cayó sobre el suelo, luego otra y así sucesivamente. En frente mía la borrosa figura de Zero Two había comenzado a llorar. Como pude extendí uno de mis brazos y traté de intentar tocarla, pero todavía estaba demasiado lejos

- Por favor... Solo un poco, solo un poco más... - mi brazo comenzó a suplicar piedad por medio de un dolor terrible - ya casi lo...

El sonido de un trueno seguido de una fuerte explosión en mitad del cielo acompañado de Zero Two cayendo al suelo con aún más heridas en el cuerpo me dejó horrorizado y, con lágrimas en los ojos que me acercase ignorando ya por completo el aplastante dolor infernal

- ¡Zero Two, responde por favor, Zero Two! - mis palabras eran inútiles y mis lágrimas en vano, ella no contestaría pero, necesitaba seguir intentándolo.

Necesitaba sentir el calor entre sus brazos. Participar en sus momentos felices, en los tristes, en los de ira. En resumen, necesitaba una excusa para pasar el resto de mi vida junto a ella. Pensando en esto mis ojos se volvieron auténticos cubos en los cuales se contiene el agua que cae de las goteras del techo cuando está lleno. Sentía que me rompería en cualquier momento.

Una vez a su lado, la tomé entre mis brazos y, llorando, la abracé muy fuertemente.

- Tranquila ya estoy aquí -por su rostro seguían discurriendo ríos de lágrimas aunque había algo distinto en este. Era como si el motivo para llorar hubiera cambiado de pronto - no me volveré a separar de tí

Zero Two & Hiro - Juntos Hasta El FinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora