Zero Two & Hiro - Juntos Hasta El Fin

Capítulo 15 - "el principio del final" parte 1

Según salimos de la Star Entity a lo lejos pude observar como una especie de criatura se acercaba velozmente a Delphinium, la cual se hallaba inmóvil, de cara a las fauces de la muerte, ni siquiera había desenvainado su arma.

- ¿En que diablos están pensando esos? - no entendía que tenían en mente para encontrarse a tan poca distancia del enemigo.

Sin pararme a saludar al resto del escuadrón me dirigí a máxima potencia hacia la horda de criaturas de VIRM.

- Vamos... Más rápido... - necesitaba llegar cuanto antes.

Una vez estuvo lo suficientemente cerca de la franxx el monstruo abrió la boca y continuó acercándose. De repente vi como una figura salía despedida de Delphinium y entraba a toda velocidad en Argentea. Ichigo. Puse los ojos como platos, Goro pretendía sacrificarse.

- ¡GORO NO! - aún me encontraba demasiado lejos como para que nadie me escuchara, además las comunicaciones estaban desactivadas.

Justo antes de que la boca del monstruo cubriera por completo la franxx, Delphinium dirigió la vista hacia nosotros y nos dedicó una sonrisa. Tras esto las fauces del monstruo la engulleron por completo. En ese momento me quedé quieto, no podía hacer nada, estaba paralizado. Como acto consecuente la franxx dejó de funcionar, pero podía escuchar la voz de Zero Two gritándome

- Darling, ¿Que te ocurre? Darling, ¡Darling!

No podía ser, esto no podía estar ocurriendo, era imposible. Acababan de matar a Goro justo delante de mis narices, y todo había sido por mi culpa, si yo no me hubiera empeñado en realizar esta estúpida misión Goro no habría...
Al cabo de unos instantes un hormigueo recorrió todo mi cuerpo y de seguido sentí como la ira se apoderaba de mí. Volví a conectarme con Strelizia y sin hacer caso a las palabras de Zero Two desenvainé la lanza y me abalancé sobre el monstruo partiéndole el brazo derecho de una sola tajada, tras esto trató de asestarme un golpe con su brazo izquierdo pero haciendo un tirabuzón logré esquivarlo y girando mi lanza destrocé su último brazo.

- ¡STRELIZIA! - gritó el resto del escuadrón al unísono

Ignoré por completo aquella llamada de atención. A pesar de escuchar sus voces únicamente era capaz de obedecer a la voz de mi mente diciéndome que eliminase a aquella criatura. Agarré aún mas fuerte la lanza, la extendí horizontalmente y giré sobre mí mismo cortándole la cabeza. Acababa de matarlo pero, a pesar de ello no estaba satisfecho, la sensación de culpabilidad y la impotencia corrían por mis venas convirtiéndome en un demonio. En el interior de Strelizia tanto mis pupilas como mis cuernos habían comenzado a brillar intensamente y mis colmillos habían crecido considerablemente. Había despertado la bestia. El holograma de Strelizia/ Zero Two me miraba preocupado.

Un grupo de Criaturas de VIRM se giraron hacia nosotros y se preparó para el ataque. Tras contemplar como se acercaban a toda velocidad vociferé.

-¡ADELANTE!

Poniendo mi lanza en ristre atravesé el estómago de 3 y sacándola rápidamente giré a modo de tornado haciéndolas estallar en pedazos. Los ojos de Strelizia habían comenzado a brillar de un color amarillo intenso, pese a no encontrarse en modo estampida estaba siendo controlada por la peor versión de mí. Lo cual lo convertía en una caja de Pandora abierta por completo.

El resto de mis compañeros se habían quedado en la retraguardia, contemplando aterrados aquella atroz matanza. Ninguno hizo comentarios al respecto acerca del holocausto que estaba llevando acabo, solo podían quedarse quietos, como meros espectadores. Una criatura me golpeó por la espalda fuertemente haciéndome perder el equilibrio por completo e impulsandome hacia otra, la cual me agarró inmovilizandome por completo. No podía mover mis brazos y había perdido mi lanza tras el ataque sorpresa. Otras dos criaturas se unieron al festín y me agarraron una de cada brazo tratando de arrancarmelos haciendo que Zero Two soltase un grito de dolor. Abrí los ojos por completo y me di cuenta de que en ese momento no era yo quién sufría los golpes, sino Zero Two. Cambiando por completo mi estrategia de ataque, di una vuelta sobre mí mismo y de una patada en pleno "estómago" conseguí zafarme de mi captor. A pesar de esta maniobra uno de las dos criaturas que estaban agarrando mis brazos no se había dado por vencida y acabó arrancándome el brazo. Zero Two vociferó. Al escuchar su grito mis cuernos crecieron aún más. Con el único brazo que me quedaba le golpeé con todas mis fuerzas mandándolo directo contra unos escombros flotantes. Estaba agotado, no podía más, no tenía ni lanza ni brazo, sentí como las fuerzas me abandonaban y Strelizia se desconectó.

En ese momento mis compañeros comenzaron a reaccionar y fue Ichigo quién dió las órdenes.

- ¡Hay que proteger a Strelizia mientras preparamos la retirada, no podemos perder a nadie más!

Haciendo caso de sus palabras Argentea mostró las garras y comenzó a atacar, mientras Chlorophytum se situaba delante de Strelizia desenvainando su ametralladora.

- Chicos, retroceded, nosotros os cubrimos

- Pero aún...

- ¡Es una orden! - vociferó Ichigo

Al escuchar su voz gritándome, me dió un vuelco al corazón. Lentamente miré a mi alrededor y contemplé el paisaje de cadáveres sin vida que había organizado. Ante un asesino sádico ese escenario habría hecho que le hirviese la sangre del éxtasis, pero a mí, sin embargo, tan solo me puso la piel de gallina debido al horror de aquella masacre.

- [...] R-recibido... - tras titubear unos instantes di media vuelta y comencé la retirada.

Durante la primera mitad del transcurso de la vuelta ni Zero Two ni yo intercambiamos palabra. Quería pedirle perdón por haber perdido la cabeza y haber puesto su vida en peligro... Justo después de tratar de salvarla, pero no se me ocurría la forma ni las palabras para hacerlo.

- ¿Qué te ha pasado ahí fuera...? - sus palabras me sacaron de mis pensamientos

- N-no lo sé... - titubeé por un instante - simplemente sentí como un instinto asesino se apoderaba de mí...

- [...] Darling... - su voz era dulce, pero estaba cargada de preocupación

No volvimos a decir nada durante el resto del trayecto. Una vez aterricé Strelizia me quedé quieto en mi silla, cabizbajo. Sentía como a pesar de yo tratar de evitarlo, las lágrimas luchaban por salir al exterior y poco a poco yo iba perdiendo la batalla. La primera lágrima recorrió mi mejilla y golpeó el suelo de la cabina tras precipitarse al vacío, a esta le siguieron una pocas y, finalmente, acabé por romper a llorar. Aún estaba en shock, no sabía que hacer o como debía reaccionar después de ver como mi amigo era asesinado ante mis ojos. Por un lado culpaba al resto por no haber hecho nada para evitarlo, y por otro me culpaba a mí, por haber tardado tanto en reaccionar. De un modo u otro ya era demasiado tarde para los lamentos, eso no traería de vuelta a Goro. Ni eso ni nada.