19

246 29 3
                                    


Mientras el encargado iba levantando todo a regañadientes, se alzó sobre los tobillos para tomar la argolla, que tenía engarzada una joya roja que seguramente sería de vidrio.

— ¡Eso estuvo genial!—Dijeron Steven y Connie.

Perla se probó la argolla, le quedaba grande incluso en el dedo pulgar.

—Nada mal ¿Cierto?—Presumió, luciendo la gola que daba vueltas en su dedo índice.

Estaba a punto de pedirle a Steven que se probara el anillo, quizás incluso podría regalárselo como un gesto de amigos. Amatista a espaldas de todo, le ordeno callar entre distintos gestos, señalando luego al enorme y un tanto sombrío túnel del amor.

Algunas de las bombillas tintadas de rosa se habían fundido y adquirido un tono lechoso, una de ellas parpadeaba, y había un nido encima del brazo izquierdo de la U de túnel.

—Cielos, deberían clausurar este sitio. —Exclamo Lars, había un charco en la entrada que parecía de sangre, pero resulto ser refresco de cola roja formando un charco reseco.

— ¿Quieren que entremos ahí?—Le pregunto Kiki a Amatista.

—Si—Canturreo Garnet—.Es divertido.

—Me gusta la idea—Aseguro Ronaldo, Kiki se ruborizo—Creo que iré con...Kiki.

La chica gruño ante la pequeña broma, pero acepto la mano del chico y fueron subiendo las escaleras de tablas de madera que conducían a la entrada, con forma de corazón, el encargado era un hombre de piel oscura con más aire de electricista que de operador de juegos.

—Bien, Sadie...—La chico tomo a Lars de la mano y fueron detrás de la primera pareja.

Antes de que Connie tuviese tiempo de cuestionar la situación, el cuerpo de Garnet se cubrió de luz. Rubí y Zafiro se tomaron de la mano y corrieron hacia la entrada con una risita.

Crema agria y el hijo del alcalde no parecían demasiado avergonzados. Los demás los miraron.

—No sufran. No nos molesta entrar a un sitio como este siendo dos varones. —Aseguro Crema agria.

—Sí, somos dos chicos evolucionados. —Dijo el hijo del alcalde.

Ambos saltaron chocando las palmas.

— ¡"Bromance"!—Y corrieron a unirse a los demás.

—Me estoy guardando para alguien especial. Pero quizás te deje tomarme de la mano—Amatista se había convertido en una "chica bonita": esbelta, con un vestido al estilo de los años treinta y el cabello del mismo corte, parpadeando coquetamente y sacudiendo sus largas pestañas, mientras extendía una mano hacia Perla...

Connie miro a Steven, el chico también parecía haberlo notado. Perla fingió hacerle algunas preguntas sobre la seguridad del sitio al encargado, por el rabillo del ojo, vio como ambos chicos formaban parte del mismo ridículo juego de Amatista, y entraban a la atracción tomada los tres de la mano.

Le resulto...agradable. 

Lo UsualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora