Regresando a casa [The Loud House]

Capítulo 38: Día de migraña.

Lincoln se perdía en su mente mientras vagaba en sus pensamientos se fijaba en el techo de su habitación, se demostró iracundo contra la idea de Lemy por regresar pero una parte de él no podía evitar pensar en la idea con algo de anhelo.

De momento prefirió dejar de pensar en esa posibilidad y poner su atención en su próximo movimiento, no pararía su vida por este acontecimiento.

Los primeros días con Lemy en casa fueron algo incómodos, la mayoría tenía mil preguntas sobre sus propios futuros pero Lincoln les tenía totalmente prohibido saber sobre ellas en esa realidad.

Lincoln les explicó a Linc y Lily sobre él pero con temas un poco menos adultos, aún con toda su inocencia los pequeños entendieron por sus gestos y tono de voz la pena dentro de Lincoln por lo que ellos lo animaron - tan pequeños pero esa forma tan pura de ver el mundo hace que entiendan tan bien el lado emocional de la esencia humana - pensó Lincoln.

Para Lisa, Lana y Lola les llegó un sermón pues se notaba a leguas que ellas habían escuchado la conversación, las ojeras y la cara de culpa las delataba. Al final les hizo entender que lo que importaba era sus sentimientos ahora, y que para ellas lo único que les debía importar era que su hermano mayor volvió para cuidarlas como estar siempre a su lado. Las tres se disculparon y lo abrazaron demostrando que no importaba en nada el pasado de este sino el ahora y el futuro.

Lola seguía acosada por su lado oscuro pero aún no tenía el valor para decir la verdad que la destrozaba por dentro, pero al saber que Lincoln lidió bien con tanto le demostró que algún día podría decir la verdad.

Lisa dejo salir sus inseguridades y procuro estar para ayudar a su hermano en lo que fuera, por primera vez a la genio no le importo en nada la búsqueda de la verdad y se preparaba para aceptar no ser la Loud más lista por ahora.

Lana procuró dejar salir todo este embrollo de su cabeza y disfrutar a su hermano, ya volvía a pensar en todas las cosas que podían hacer juntos y abrazaba la idea de volver a estar todos juntos, incluso Lynn, en la misma mesa cenando.

Con la ayuda de Lisa colocaron a Lemy en las clases de Lucy para que lo vigilara, el joven dio ninguna objeción aunque para él era extraño la sensación de perder esa sensación de tener veinticinco años.

Por su lado Lincoln no rompió su rutina y pasó por Titán esta vez solo ya que Clyde tuvo que tomarse el día, luego fue a ver a Emily ya que tenía que iniciar su trabajo como el flamante novio de la chica.

Emily no tuvo una muy buena noche de sueño, el mensaje que le mando a Lincoln la dejó muy alterada y la exacto su pronta respuesta en un audio - Buenas noches Emily, no te preocupes haré que tengas unos últimos meses aquí memorables - su mente no paro de hacerse ideas con el mensaje del albino y no sabia como parar hasta que la alarma de su mesa de luz sonó. Ella bajo a toda prisa mientras se preparaba pues llegaría tarde a clases, al entrar a la cocina a desayunar se encontró con Lincoln junto a sus padres.

- Querida despertaste - dijo su madre con una sonrisa - tu novio lleva esperando un rato -

- Si, es un chico encantador - dijo su padre algo molesto.

Tal parece que hace veinte minutos Lincoln había llegado a su casa y se presentó como su novio, la madre de Emily estaba encantada pero el padre no tanto ya que sentía que su pequeña dejaba de ser su princesa. Otro de los motivos por lo que su padre no estaba contento era el hecho de separarla de su primer novio, y su esposa compartía esa emoción.

Ya con ese incómodo momento superado Lincoln se llevó a Emily al colegio, el viaje fue tranquilo y ambos acordaron los límites que tendrían como pareja. Las chicas de la clase de Emily la vieron llegar en el auto de Lincoln y molestas aceptaron que ella decía la verdad.