Capítulo 44: Titán en marcha.

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A falta de tiempo he usado imágenes de personajes ya creados por otros autores para representar a nuevos personajes que aparecerán, todos los derechos de esos personajes a sus respectivos autores.

Los días transcurrieron a un paso presuroso, y grandes sucesos en la agenda del Loud. Y aunque varías cosas se estaban preparando al unísono unos estaban más a la vuelta de la esquina que otros.

Las puertas de Titan se abrieron por primera vez en todo el día, este se encontraba con algunas reformas. Katherine, molesta y ansiosa, estuvo todo la mañana esperando al dueño del local para preparar la entrevista del gran torneo Titan. Aún bajo las multiples protestas de ella de ir a Circus marins a cubrir la noticia del tal Chaz Jones, que fue despiadadamente asesinando de una manera inhumana, pero su jefe insistió en mandarla a cubrir este evento, de por si ella odiaba los gimnasios. Aún así allí se celebrará un enorme torneo que según el dueño del lugar movera al mundo, este gigantesco sucesos solo estaba a un mes de dar inició.

— ¿sabes que es lo que más odio? — le dijo la reportera a Tom, su cámarografo — que enviaron a cubrir la noticia de la playa al idiota de Wester y a mí me mandaron a esta estupidez. Un maldito torneo de artes marciales — era claro su enojo, más cuando el dueño parecía que nunca iba a llegar.

— ¿y qué quieres que hagamos? — le dijo despreocupado Tom sentado en la camioneta — Es lo que nos ganamos por subir la noticia de Terry aun cuando nos dijeron que no. De hecho, fui yo quien me opuse. Pero como siempre me arrastras a estas locuras — dijo molesto el muchacho mientras se preguntaba porqué no le dieron una compañera normal o por último la chica culona del clima, pero le dieron a esta plana gruñona y antipática.

— ¡es porque no tienes sentido de la aventura! — gritó ella — ¡Yo quiero emoción!, ¡quiero vida!... ¡¡¡quiero historias reales la chingada madre!!! — se exaltó moviendo la camioneta.

Un golpe en el vidrio de la camioneta llamo su atención — disculpen — dijo un hombre que se agachó bastante para poder mostrar su rostro por la ventana, Al verlo el corazón de ambos dio un paro en seco. El sujeto era un gigante de dos metros y medio, de ojos pardos, musculoso a niveles extremos y de un cabello gris canoso.

— ¡¡¡AHHHHHHHHH!!! ¡UN MONTRUO!!! ¡NO NOS HAGAS DAÑO! — gritó la chica muy asustada de que fuera un delincuente o violador que viene por su sexy e irresistible cuerpo. Se ocultaba detrás de Tom que estaba cagado de miedo de tener que vérselas con un tipo como él.

— No otra vez — dijo este luego de un buen suspiró de resignación. Tom salió de la camioneta con las piernas tiritando y casi haciéndose pipí le dijo.

— Amigo por favor, yo llevo tres meses en esto ni siquiera me gusta el trabajo,... ¡¡¡por favor dejame ir!!!... ¡¡te puedes quedar con la bruja si quieres!! — dijo con lágrimas en los ojos.

— ¡¡Eres un maldito cobarde!! ¡¿PERO QUE CLASE DE HOMBRE ERES?! — dijo muy enojada por abandonarla a su suerte.

— ¡¡Tu hiciste lo mismo con ese vagabundo loco de hace una semana!! ¡¡no tienes derecho a reclamar!! — reclamó él por pagarle con la misma moneda.

— oigan, oigan!... — dijo el grandote tratando de calmar la situación — dios!... soy el dueño del gimnasio. Vine a hacer la entrevista para la promoción del Torneo.

Los dos se miraron un rato, se sintieron muy idiotas y aún con miedo ambos salieron de la camioneta. Luego de una disculpa por la confusión por parte de los dos, después de todo es razonable que como el local se llamaba Titan, tenía sentido el dueño fuera alguien atlético. Aunque más que atleta viéndolo bien tenía pinta de ser un jodido fisiculturista adicto a las poces que podría matar a un vampiro metrosexual.

Regresando a casa [The Loud House]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora