Capítulo 28: Efectos secundarios (+18)

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La señorita Johnson estaba preparada para acostarse en su cama, se sentía algo decaída a lo que ella atribuyó a la edad pero la verdad era otra. Su celular sonó quitándole ese lado melancólico y al ver el mensaje recibido cambió a un estado de ánimo algo eufórico, se fue a pegar un baño y prepararse para salir con una sonrisa de oreja a oreja.

Haiku regreso a su habitación donde las chicas que la acompañaba eran gran fan de ella, entró con sigilo por si ellas estaban dormidas para evitar otra ronda de prensa pero eso no pasaría. Al entrar las chicas pegaron un grito y rodearon a Haiku que con un suspiro de indignación dijo — Chica, chicas calma por favor, si quieren que no escape de nuevo formen un circulo sentadas en el suelo y preguntando en calma — para su sorpresa las chicas le hicieron caso.

Las preguntas eran variadas pero no era nada que ella no pudiera manejas, por una media hora respondió a las típicas preguntas de eventos de libros que ella aceptaba hacer cuando necesitaba dinero. Llego el momento de la ultima pregunta antes de dormir — Haiku ¿es verdad que L el protagonista de tu saga Alma roja "Vida de muerte" esta inspirado en un viejo amor tuyo? —

Ella se sorprendió pero lo oculto muy bien — ¿Por qué crees eso? — pregunto serena.

— Es verdad — dijo otra — el amor que se siente de la co-protagonista ha él es tan real — termino de decir con un suspiro de anelo.

— Pues claro que se siente ese amor — dijo otra chica — L es un chico dulce, considerado y que haría lo que fuera por las personas que le importan sin mencionar que es guapisimo — todas al unisono dieron su afirmación a esto ultimo — ¿quien no lo amaría?

La que hizo la pregunta en un principio pensó por unos segundos y dijo — no creen que su descripción no se asemeja a Lincoln Loud — todas cayeron en cuenta y miraron a Haiku que les dio la respuesta involuntariamente con un rubor en todo su rostro.

En la habitación de Lincoln este estaba algo alterado como si su ritmo cardíaco estuviera subiendo — necesito que Lisa me prepare unos fuertes calmantes quien diría que tendría estos efectos aquí, quiere decir que soy capaz de más y no se si eso es bueno o malo — tomó un trago de gaseosa y tuvo que controlarse para no romper su vaso.

Ya en su auto la señorita Johnson cayó en cuenta de algo — están en un hotel ¿cómo haré para entrar? — se pregunto a si misma pero otro mensaje le dio la respuesta — 'entra y pide la llave extra en el vestíbulo a nombre de Miss Red' — solo sonrío por el nivel de planeación de Lincoln. En su interior lo que estaba haciendo era moralmente incorrecto, pero al recordar el placer que sintió solo saciar ese deseó era lo único en su cabeza.

La puerta de Lincoln resonó con varios golpes pero que se notaba provenir de manos femeninas, al otro lado de la puerta una ansiosa mujer esperaba respuesta y se emocionó cuando la tuvo. Al entrar la señorita Di Martino entro moviendo sus bien definidas caderas.

— Señor Loud veo que me esperaba — dijo con su tono latino.

— No tanto como usted a mi — dijo y se levanto — ahora que esta aquí que le parece si me da unas clases privadas de su fascinante idioma nativo — esto último lo dijo en español latino.

— No es algo que suela enseñar ya que soy una sustituta — se paro enfrente del albino — pero si eres un buen niño haré una excepción — copió a Lincoln y esto último le salió en español latino.

Lincoln la tomó de la cadera y le sonrió — pues eso será un problema porque esta noche planeo comportarme muy mal — agarro del mentón a la mujer que aunque tenía su expresión intacta por dentro se derretía.

Ya años atrás tras conocer al pequeño copo de nieve la señorita Di Martino quedo cautivada por su inocencia, en una ocasión el albino perdió su ropa deportiva pero en realidad la morena no pudo evitar llevársela.

Regresando a casa [The Loud House]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora