Regresando a casa [The Loud House]

Capitulo 4: Un Loud en la guerra

 Las balas no parece acabar nunca, el aire huele a sangre  como  a plomo plagando todo el lugar cada quien tiene que elevar la voz a su punto mas alto ya que los disparos no permiten escuchar claramente, sin dar abasto a un misero suspiro otro disparo paso por su cabeza el pobre soldado con su cabellera blanca es un blanco muy notorio y por esto es regañado nuevamente:

— Maldita sea te van a matar sino te pones de nuevo el casco — le tiro aquel casco completamente sucio.

— Lo lamento Teniente — dijo un joven cabo de veinte años con el cabello completamente blanco.

La guerra esta en su máxima expansión a nivel mundial no hay frente que no sufra de incontables bajas y llenen el campo de batalla con cuerpos sin vida, para movernos en este caos seguimos los pasos de un cadete aterrado pero que al momento de disparar su mano no tiembla en lo mas mínimo y en sus ojos solo se ve los deseos de vivir a toda costa.

Un gran estruendo sacude todo el lugar pero los disparos no paran y la sangre salpica a los compañeros de los soldados víctimas del arma enemiga, el cielo es claro pero con tanto humo de explosiones para los soldados es imposible verlo.

El escuadrón del muchacho se llama los osos del infierno donde los mas inadaptados del ejercito son juntados para ser prácticamente los locos que atacan de frente al enemigo o los suicidas que vas a las emboscadas pero dentro de todo no hay soldados mas capaces.

El joven albino no lleva ni dos meses en el escuadrón pero ya estuvo tanta acción equivalente a seis años de servicio aunque su terror en cada misión es evidente a la hora de acabar con una vida su mano no titubea demostrando su lugar bien definido allí.

En este momento el escuadrón del joven esta en territorio peligroso gracias a un espía tienen la información sobre el paradero de uno de los generales enemigos y se dividieron en dos grupos para rodear todo el terreno por ambos lados acorralando así al pelotón sin que tengan otra opción que pelear o morir, una estrategia muy predilecta por parte del teniente del escuadrón.

 Al pasar de unos minutos el plan se vio arruinado la alerta de intrusos sonó a todo volumen obligando a cada grupo a tomar medidas mas ofensivas, los disparos a los segundos llovieron como una agresiva tormenta pero sin herir a ningún miembros.

— Estos bastardos no se cansan de perder balas — dijo uno.

— Ten les algo de consideración Jhon los pobres no saben contra quien se enfrentan — dijo otro que mientras recargaba su arma se acomodaba sus lentes.

— Tu siempre tan soberbio y "compasivo" Logan — el llamado Jhon le responde a la vez que se rasca su pronunciada barba y se dispone a sacar el silenciador a su arma  — esto ya no me sirve.

— Ustedes se llevan tan bien deberían ser parejas — un chico rubia de unos profundos ojos verdes les comento.

— Dilan no empieces aceptamos como eres porque tu talento con las bombas y tu dedicación, pero no abuses o te llevaras un buen golpe — respondió Logan.

— Oh viejito Logan quiere pegarme — exclamo este.

— Ya te lo he dicho muchas veces amigo no soy ningún viejo es mas soy mas joven que vos.

— Como te atreves a dar a conocer pistas para la edad de una dama — se hizo el ofendido.

 Tras esta pequeña charla en medio del fuego enemigo pasaron a la acción con la ayuda del segundo grupo que arremetió en un descuido volando la entrada,, bajando la atención en ellos sin perder la oportunidad. Ni media hora les duro la base enemiga y ya se encontraban regresando a su base con un general inconsciente lleno de información .