Una espesa tormenta de arena Lincoln se cubría de esta junto a su compañera de viaje en una cueva húmeda al oeste de su destino final, ella admiraba los rasgos del albino sin que este se diera cuenta. Para la chica Lincoln era un ser misterioso pero digno de su confianza a pesar de que en términos lógicos aquel hombre la secuestro de su esposo el emperador.
— Rosa ¿en que estas pensando? — la pregunta de repente la devolvió a la realidad.
— Oh nada Lincoln — trato de pensar una escusa — solo pensaba lo lejos que hemos llegado desde que caíste del techo de mi habitación y me salvaste.
— Eso fue ya ha dos años y pronto culminara por lo que tanto hemos peleado —amargura mezclada con esperanza se escuchaba en su voz.
Solo de recordar los viejos compañeros, ciudades y ciudadanos que sufren por la codicio del emperador lo llenaba de odio a aquel que antes llamaba amigo, ya paso un tiempo en el que el podría ponerse su collar y irse de todo este catástrofe pero su buen corazón se lo impedida ya que con sus acciones muchos han visto la esperanza. Desaparecer de la nada dejaría las cosas como estaban y en ese momento sentía que era su deber ayudar a recuperar la paz.
Salió de la cueva para deslumbrar sus ojos con la ciudad más grande donde hace unos años abrió los ojos tras otro de sus viajes con portal, a primera vista esta es preciosa pero él sabia la verdad de esta, lo inmersa en mierda en la que estos altos edificios están construidos junto a la gente podrida que se sienta en la cúspide de estos.
Rosa solo lograba ver al hombre que lo es todo para ella y aun con sus escasos diecisiete años sabe que lo ama desde lo más profundo de su ser, su propósito es sobrevivir para tomar el trono de su padre y cambiar al mundo. Si esta gran carga la soportaba y como recompensa lo tenia a él todo valdría la pena, una mujer enamorada el ser más fuerte como inestable que existe.
Los ojos de Lincoln se abrieron en sincronía con el inicio de su alarma — creo que es algo inútil la alarma si siempre me despisto antes que suene, este abito madrugador nunca se ira por más cansado que este — se levanto de la cama, agarro su ropa y una toalla para iniciar el día con una refrescante ducha.
El agua fría en su espalda lo despertaba del todo y relajaba sus músculos — nada mejor que agua helada para hacer circular la sangre del cuerpo, el agua caliente es agradable pero si se trata de beneficios al cuerpo esta es mejor — al salir y verse al espejo noto las marcas de su cuerpo que por alguna razón que desconoce algunas lo acompañan junto a las capacidades que fue adquiriendo en su viaje.
Al bajar se encontró a Lucy que se despertó al escuchar a Lily llorar, la pequeña tubo una pesadilla que la asusto al punto del llanto explico la gótica, para calmarla Lincoln sugirió hacer el desayuno juntos y enseñarle uno de sus platillos a las dos. Ambas encantadas por la idea pasaron a la cocina, con ayuda de unos broches ajustaron un delantal para Lily y Lucy ya que los únicos disponibles eran de su padre.
Entre charla y explicaciones los minutos pasaron y poco a poco el resto de la familia se fue despertando, el primero en entrar fue Lynn Sr que se deleito con la tierna imagen de su hijo enseñando a la más pequeña y a Lucy el arte que más aprecia, el arte culinario, poco a poco el resto de las chicas aparecieron solo para quedar junto a su padre disfrutando de la cálida imagen.
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Regresando a casa [The Loud House]
FanfictionLincoln Loud es un buen hermano que se dedica con todo su ser a ayudar, cuidar y proteger a sus diez hermanas ya sea con sus actividades diarias como con eventos especiales. Todo se desarollaba con su normalidad habitual hasta que cierto acontecimie...