Capitulo 32: Mentira.

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Un arduo y casi inhumano entrenamiento ocupo la mañana de la más atléticas de las Loud, el ego de Lynn estaba a tope al vencer a sus contrincantes de práctica y a su compañero Marcus.

Como todos los días Lynn se posicionó frente a los espejos más grandes del gimnasio se decía a sí misma — soy la número uno, no hay nadie mejor que yo, ser la campeona es fácil para mi y yo nunca perderé — un especie de mantra que repetía mientras se perdía en sus pensamientos, ella tomaba estas pequeñas lagunas como un precio diminuto a pagar por ser la mejor.

Todo el lugar entero retumbó, ese poderoso estruendo fue provocado por un pequeño puño al chocar con Lincoln, el albino fue rápido y logró bloquear tal impacto con la palma de su mano. Lynn siguió su combo de golpes con una patada a la cabeza que fue interceptado por el brazo de Lincoln, y terminó con una patada de frente al estómago que detuvo con su rodilla.

Lincoln se alejó con un pequeño salto para atrás, para los que miraban de lejos todo paso en unos segundos, pero para el albino fue el tiempo suficiente para ver lo que temía. Aquellos ojos café que siempre miraban al primer puesto estaban llenos de ira, sus pupilas eran tan roja como su chaqueta y su esclerótica era negra dándole a conocer a Lincoln que ella era portadora de LZMB-2923.

— Veo que eres bueno — dijo Lynn mientras sus ojos volvían a la normalidad — entra al torneo y veremos si vales para algo — termino de decir y se fue a los vestidores.

— No me lo puedo creer — dijo Rolando acercándose a Lincoln — Jake es esencial que ingreses a este gym —

El puño de Jake se detuvo a pocos centímetros del rostro de Rolando — la próxima vez que hagas algo como eso necesitarás cirugía plástica — el hombre solo logro tragar saliva.

— Comprendo — dijo Rolando — deja que busque los papeles para inscribirte —

— Que sea para dos — dijo Clyde — no te dejaré solo en esto amigo —

— Comprendo me pondré a eso — fue lo último que dijo Rolando y retiró.

Marcus aún estaba sorprendido de lo que acababa de pasar, era verdad que Lynn atacando a alguien que la tocara mientras estaba en su ritual no era novedad, pero que este siguiera de pie después de un combo Loud eso si asombraba.

— Eso fue increíble muchacho — dijo Marcus — si sobreviviente a unos golpes de Lynn significa que tienes madera para el torneo, solo te advierto que no será fácil — le dio una palmada en la espalda y se retiro.

— Lincoln eso fue asombroso — dijo Tabby — no sabía que tenías porte de peleador —

— El conejo blanco tiene garras — dijo Haiku — bueno ¿ahora que? —

— Nos anotamos, luego vamos por unas vendas y un helado que necesito ambos — dijo Lincoln mostrando como su mano tenía un buen moretón —

La inscripción fue rápida, las chicas se negaron cuando Rolando les ofreció un descuento por los cuatro alegando que no era lo suyo, al llegar al auto Lincoln le tiro las llaves a Clyde — amigo conduce por mi, la mano me arde — él acepto y el albino se sentó de copiloto.

Dentro de su vestidor privado Lynn maldecir mientras golpeaba la pared — Como puede ser que un don nadie aguante mis goles — golpeó nuevamente la pared — no se quien sea pero más le vale entrar al torneo para que barra el suelo con él, nadie humilla a Lynn Loud —

Lincoln ahora tenía muchas cosas en la cabeza, como el dolor que sentía en cada parte con que bloqueo los golpes de Lynn, un pequeño interrogatorio para Lisa, calculos para saber que tendría que hacer para superar a Lynn antes de que llegue el torneo y si debería sacrificar algo de agenda para esto — quien diría que Lynn Loud a sus  dieciocho años sería más fuerte que este viejo lobo blanco — pensó Lincoln mientras miraba por la ventana.

Regresando a casa [The Loud House]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora