Capitulo 17: El nieto y mejor amigo parte 2

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Por varios minutos Albert no se separó de Lincoln y a este eso no le molestaba en lo más mínimo, cuando al fin se alejaron los dos tenían los ojos rojos como tomates de tanto llorar.

Lincoln no podía estar sereno al estar con su abuelo, es verdad que estaba feliz de reunirse con su familia, pero Albert era la persona más importante para él pues fue su apoyo y modelo a seguir siempre. Ante los sucesos más difíciles de su infancia él siempre saltó a su rescate y controló a su loca familia, todos amaban al abuelo pero Lincoln les ganaba a todos.

Por un buen rato hablaron de los sucedido después de "morir" le contó de su visita a otros mundos dando más información que a sus padres o hermanas porque a Albert Lincoln nunca le ocultó nada.

El albino mayor estaba dichoso de que esto fuera real, y escuchar las maravillas como penas que vivió el chico llenaban su corazón. Entonces recordó un suceso muy alejado en su pasado y no pudo evitar creer que lo que su cabeza pensaba podía ser verdad.

De la nada Albert hablo — me pregunto si este color me recuerda a malos momentos ¿porqué ahora lo veo tan hermoso? —

— Porque aunque tratemos de ligar algo a un mal recuerdo no lo hace malo, y todo color en su forma natural es símbolo de belleza — respondió Lincoln.

Albert tuvo un fuerte sobresalto al confirmar su loca suposición — ¿Sargento? —

— Te tardaste Shepard — la mirada de Lincoln cambió — no vas a saludar mejor a tu superior o esa cabeza blanca te hace creer un comandante retirado — le mostró una gran sonrisa —

Los ojos de Albert se pusieron como platos y inconscientemente hizo el saludo militar, sino fuera por su dolor de espalda hasta se hubiera puesto de pie, y como si estuviera hablando con otra persona la conversación continuó.

— Sargento, digo Lincoln o ¿cómo debo decirte? — entro en conflicto Albert.

— Ya te salude como tu nieto por ahora que tal si hablamos como viejos amigos — le presento su mano y la estrecharon como hermanos de armas que fueron.

— Tengo tantas preguntas que hacer y no se por donde empezar —

— Bueno que tal si te cuento un poco de esto — de su mochila saco su collar un artefacto que lo acompaño por muchos años — por un buen rato hablaron y a la hora de atardecer su charla paro — bueno como lo prometí estoy aquí para ver otro atardecer.

— Te tomaste tu tiempo — sonrio Albert — me prometiste eso ya hace cincuenta y ocho años —

— En ese entonces eras la viva imagen de un cabo, pero una promesa siempre se debe cumplir —

— Ya estoy grande para estas sorpresas — tosió un poco Albert — pero es muy bueno estar vivo para ver que el hombre que tanto respeto y salvador en tiempo de guerra sea mi adorado nieto —

— Tus enseñanzas y apoyo me hicieron una buena persona, al llegar a este universo justo en el período de guerra me hizo optar por ver que sobrevivieras — saco de su mochila nuevamente una pequeña caja y en esta fotos muy antiguas de ellos como soldados —

— Increíble — tomó las fotos — pensé que se habían perdido en la emboscada de esos rebeldes —

— Claro que no, pero me las tuve que llevar, no podía dejar rastros de mi imagen en la historia ya sabrás por que — tomo un trago de agua que le ofreció su abuelo.

Ya quedaba poco para finalizar el horario de visitas, la charla entre los dos se volvió un vaivén entre historias de sus días de soldado y recuerdos de la niñez de Lincoln. Verdaderamente una tarde llena de dicha para los dos.

Regresando a casa [The Loud House]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora