𝑫𝒀𝑵𝑨𝑺𝑻𝒀: 𝑇𝐻𝐸 𝑉𝐴𝑀𝑃𝐼𝑅𝐸 𝐷𝐼𝐴𝑅𝐼𝐸𝑆 | 𝐊.𝐌 / 𝐃.𝐒

𝒃𝒓𝒐𝒌𝒆𝒏

*ADVERTENCIA: ABUSO (NO TAN EXPLÍCITO) A CONTINUACIÓN. POR FAVOR, PRECAUCIÓN Y DISCRECIÓN

Britania, 438.

El cumpleaños de Natalie y Nathaniel había llegado. Claramente, a Nathaniel lo despertaron con un trozo de pastel que su padre había conseguido, mientras que Natalie no recibió nada por parte de él, ni siquiera unas felicitaciones, mucho menos una sonrisa. Sólo recibió una mirada despectiva y con rechazo.

Morgana fue a la habitación de su hija mayor junto a los hermanos menores, acariciando su mejilla para despertarla. Beltrán, por otro lado, se lanzó al lado disponible de la cama de su hermana, causando que esta jadeara en un quejido.

—Hola, mi niña —susurró—. Feliz cumpleaños. Cumples veinte.

—Gracias, madre —sonrió, somnolienta.

—No sabes lo orgullosa que estamos de ti —comenzó, ya algo melancólica—. Y de sólo pensar que tendrás tu propio hogar. Ay, disculpa, no debería pensar en esto. De todas formas, aquí tienes.

Morgana enseñó un colgante de oro sin envolver. Éste, tenía una medalla con un lobo dentro. La cadena era delgada y delicada, con leves detalles sutiles. Ahogó un grito, con sorpresa.

—Me encanta —habló, abrazando a su madre—. Gracias, mamá.

Recibió presentes pequeños pero especiales del resto de sus hermanos, los cuales atesoraría por el resto de su vida. Pero, no podía despegar la vista del dije que su madre le había obsequiado.

Detrás del dije, estaba grabado N.S. Después de que su madre abandonara la habitación para que ella pudiera levantarse, un papel había aterrizado hacia su mesa de noche desde la ventana.

"Tu madre en un principio no quiso aceptar la oferta que le hice, pero cedió. Feliz cumpleaños, Natalie.

–Tu amigo, el Mago."

Sonrió inconscientemente. El señor la había protegido de muchos accidentes, al igual que ha causado cierto dolor a su padre y hermanos. Mantenía a Natalie lo más salva posible, lo que estaba a su alcance, y ella ni siquiera sabía su nombre, solamente lo llamaba "el Mago".

Durante el día, el resto de los hermanos la felicitaron y acompañaron, a excepción de, claramente: Macías, Nathaniel y Mila. A ella ya no le importaba, o eso es lo que aparentaba.

Rhiannon no se quiso despegar de ella en todo el día. Jugaron juntas con Wade, con un poco de agua, cabalgando, alimentando a las pocas vacas, ovejas y dos caballos. Pasó una gran tarde junto a ellos y el resto de sus hermanos, exceptuando obviamente a aquellos tres.

Para el anochecer, ya todos estaban durmiendo. Natalie había ido al establo desmantelado en busca de heno para los caballos. Lo tomó con cuidado, para girarse y dejarlo caer, viendo que Nathaniel había entrado de sorpresa. El muchacho ni siquiera se inmutó por la sorpresa de su hermana, menos de la cercanía, la cual era cada vez más corta.