𝒎𝒐𝒏𝒔𝒕𝒆𝒓

1.7K 204 12
                                        

—No puedo creer que sigas viva

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—No puedo creer que sigas viva. De verdad soñaba con este día.

Sonrió hacia su hermana. Todos, a excepción de Percy y Nathaniel, estaban en la sala de estar de la casa, como si ella no acabase de obligar a su hermana a matar a su padre.

—Yo también —contestó la mayor—. Pensar que tienes dieciocho. Me perdí toda tu niñez. No sabes cómo lo siento.

—Al principio, me costó entender —contestó, recordando los momentos—. Nathaniel decía que eras un monstruo, pero yo jamás lo vi de esa manera. Creo que mi amor por ti me hizo saber que siempre seguirás siendo mi hermana y que no dejarás que nadie me haga daño.

—No dejaré que nadie te haga daño. No me importa si tengas seis, veinte o setenta años. Siempre te protegeré, Rhia. —contestó.

Rhiannon abrazó a su hermana con fuerza. Al abrazo se reunió toda la familia, menos su madre. Después de besar la frente de Diago, ellos se fueron a dormir, dejando a Maggs, Morgana y Natalie solas.

—Si quieres que me vaya y no coloque un pie en esta casa, me iré —habló, sabiendo que su madre no había sido capaz de verla a los ojos durante todo ese tiempo—. Pero no me alejarás de ellos.

—No planeaba hacerlo —contestó Morgana—. Estos años han sido una tortura con tu padre, Natalie. Ya no podía soportarlo.

—Ya no tendrás que hacerlo —murmuró.

—Lo siento. Fui la peor madre para ti —sollozó Morgana—. Dejé que te humillaran, que te pisotearan, que tu propio hermano abusara de ti. No hay peor castigo para una madre que sus hijos sufran y ella no haga nada al respecto.

—No te culpo —contestó—. No te culpo. No quería que sufrieras las consecuencias.

—Tú eres mi hija —afirmó, decidida—. Yo era la que se suponía que debía cuidarte.

—Estaba destinado a ser, madre —dijo, con lágrimas en los ojos mientras tomaba su mano—. Tomará un tiempo, pero creo que voy a poder superarlo.

—Sé que lo harás. Eres la mujer más fuerte que conozco —sollozó—. No te alejes de nosotros, por favor.

—No lo haré. Lo prometo —asintió, apretando la mano de su madre.

Mientras Morgana fue a dormir y Maggs volvió a su casa, Natalie tuvo la total libertad de ir hacia la que era su habitación. En cuanto entró, todo era un desastre. Ropa manchada en sangre, algunas prendas rotas, prácticamente nadie había estado ahí desde que se fue. Con su fuerza, pudo remover todas las cosas que le impedían llegar a la tabla a medio destruir en el suelo, sacando sus pertenencias. Tomó el brazalete dorado, ese que Merlín le había dado. Ahora, apenas lo tomó, éste le quemó. No le importó, no le demostraría a Merlín ninguna debilidad, no después de haberla traicionado.

𝑫𝒀𝑵𝑨𝑺𝑻𝒀: 𝑇𝐻𝐸 𝑉𝐴𝑀𝑃𝐼𝑅𝐸 𝐷𝐼𝐴𝑅𝐼𝐸𝑆 | 𝐊.𝐌 / 𝐃.𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora