Treinta y cinco días después.
09:30am
Shark
Más de un mes he pasado en el hospital, la noticia de lo ocurrido estuvo en todos lados. Roy fue llevado a prisión y estaba en espera de juicio, su hermana se declaró culpable del asesinato de su esposo, pero niega toda participación en lo de mi familia y asaltos, incluso de la farsa que era esa religión. Las noticias no dejan de hablar de lo mismo, y mantienen al día a la audiencia. La iglesia fue intervenida, ante las pruebas entregadas por el ministro Ezra, quien solicitó una auditoría para limpiar su nombre.Al ser ministro y con la gran mayoría de ellos de esa iglesia en prisión, todos lo señalaban como cómplice, por lo que abrió las puertas de su casa y de la iglesia principal a la policía. Fue en ese templo que encontraron todo, incluyendo copias de los videos de sus "terapias". Las denuncias de las víctimas no se hicieron esperar y las capturas también, empañando de alguna manera la época festiva.
Yo llevaba mi propia cruz, en todo el tiempo que llevaba allí Jade no había aparecido. Es imposible decir que no sabía la noticia cuando todo mundo lo sabía. Me habían llamado de todos los lugares, personas que dejé atrás hace once años. Hoy me daban muestras de afecto y de apoyo, al venir a verme seguido y estar pendientes a mi salud.
Los padres y abuelos de Agatha también llegaron, habían reparado la casa para mi llegada. Haciendo algunas remodelaciones y lamentaban no pedirme consentimiento. No me importaba los arreglos, tampoco si se deshicieron de las cosas de su hija o si se las llevaron. Lo mejor de ellas, estaría guardado en mi mente y corazón, de allí jamás podrían ser borrado.
Lo que sí me afectaba era Jade y su silencio, dolía de alguna manera que ella no quisiera saber de mí, lo más seguro es que la dañé tanto que no quería volver a saber de mí. Una enfermera entra con un ramo de rosas y lo deja en la mesa toma el sobre que trae el ramo y me la acerca, sonriente.
—Acaba de llegar y me pidieron traerla rápidamente. —agradezco y espero quedar solo para leerlo.
Una vez lo hago, destapo el sobre y me encuentro con la pulcra y hermosa caligrafía de Paola Gales, y firmada por ella y sus dos hermanos, sonrió antes de leer.
"Gracias por todo Shark, eres un gran hombre, esto jamás hubiera sido posible sin ti. Eres lo más parecido a un padre, para nosotros, jamás tuvimos una figura paterna y no sabíamos lo que sé sentía, hasta que llegaste a nuestra vida... Y tienes razón, Holanda es un lugar maravilloso para iniciar una nueva vida.
Espero logres perdonarme por lo que mi cobardía de perder a mis hermanos pudo causarte, y volverte a ver en alguna ocasión.
Vive Shark, que, si alguien merece una segunda, tercera y cuarta oportunidad eres tú.
PD. Besos a Jade y April. "
—Sin rencores Paola —hablo en voz alta y a la habitación vacía —No podría guardarlo, jamás hubiera hecho todo sin tu ayuda... no hiciste nada que yo en tu lugar no haría.
Rompo la tarjeta en pedazos y los aprieto en mis manos, con fuerza. Miro la hora y me doy cuenta que faltan unos minutos para irme y la idea de pisar de nuevo la casa de mi familia hace que mis manos suden, mi cuerpo tiemble y los recuerdos lleguen a mí.
Hubo una gran revuelta y acusaciones en contra de la policía al salir a la luz todas las humillaciones recibidas, incluyendo que fui encerrado en una celda, cerca de mi verdugo. Por seguridad fui traslado cinco días despues a Utah, cerca de casa, los míos exigieron eso luego de mi asalto. Quise hacer este viaje a casa solo, no desee fiesta de bienvenida y les rogué me dejaran ir sin compañía a casa.
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CONFUSIÓN
Mystery / ThrillerTras ser culpado del asesinato de su familia y salir por falta de pruebas, Shark Dewand busca justicia, para ello viaja a la Gran ciudad en donde los constantes arrestos por confundirlo con otra persona le dan una idea de lo que sucede. Siguiendo e...