Capítulo 37

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Roger

El plan no era otro más que buscar a April, cruzar la frontera y buscar al hijo de Alfa. Este me último me ayudaría a esconder lo suficiente para poder reiniciar una nueva vida, el hombre de unos 30 años tenía en sus manos la Laptop que las autoridades buscaban con tanto ahínco. En ella, estaban registrados todos los políticos, personas que colaboraban con el cartel, para el embarque y desembarque de la droga.

Alfa no era tan tonto de cargar con ese aparato a todos lados y su hijo era, hasta el momento, el secreto mejor guardado del narcotraficante. Yo tenía la contraseña que abría ese aparato y fue algo que Dewand no logró descubrir.

—De todos los jodidos lugares en los que puedes estar a ti se te ocurre el más obvio —me reclama Kya —la policía te está buscando ¡Vámonos!

—No sin mi hija...ya te dije que puedes irte tú. —le recuerdo —el chico sabe que mi mujer irá, le dices que yo estoy por llegar...

—Ella no te quiere ¡Entiéndelo! Tenemos que llegar a México —vuelve a insistir.

Niego divertido, por el momento dudaba en que me buscaran en ese sitio, no me iría del país sin mi hija. Dewand adoraba a la niña, lo noté durante el juicio y ella igual, la mejor manera de vengarme de ambos era quitándole a la niña.

—La policía de aquí no es nada inteligente, de hecho, ninguna lo es —respondo.

Miro al anciano, desde que lo sacamos de su casa no ha formulado palabra alguna. Se ha limitado a murmurar palabras que no alcanzo a entender y que reconozco como rezos.

—No te confíes—advierte.

—¿Qué descubrió tu esposo? Que no lo quieres y que más —rio ante eso, ella solo me mira seria —¿Sabes lo que sucedió en el vuelo? —al ver su negativa, sonrío —Te contaré...

Flashback

En todo el viaje en avión la adrenalina pasaba por todo mi cuerpo. A mi lado se sentó un oficial, uno que me conocia muy bien. Transpiré todo el viaje y sentía en mi pecho el corazón latir apresurado, tanto que parecía estallaría en cualquier momento. Kya había viajado en el vuelo anterior, con el fin de no levantar sospechas, ella no quería que la asociaran con la fuga.

Kya dudaba en que eso pudiera ocultarlo, por lo menos a su esposo Walker, quien admitía, demostró ser un tipo audaz. La idea de ella acercarse para ayudarle y decirle que estaba siendo investigada fue mía. Ella nunca estuvo de acuerdo y aseguró que era imposible mentirle a su esposo, menos intentar conquistarlo. "Roy es un hombre de rencor, jamás me perdonará cuando le cuente la verdad—" no le creí, aun hoy día no le creo.

Una vez el capitán anuncia la llegada a Dayton y solicita abrocharse el cinturón, suelto el aire. La cruzada del aeropuerto es la prueba más grande para mí, era la tierra de Dewand y hasta donde tenía entendido su caso fue bastante sonado, lo conocían y, por ende, me conocían a mí.

Cruzo toda la seguridad sin problema sin problema, ni siquiera han corroborado mi foto con la de la identificación que le entrego. Sin dudas, ir charlando con el oficial es de gran ayuda, porque el sí entrega la credencial como agente.

—¡Felices vacaciones! —murmura mi compañero de viaje alzando la mano hacia mí.

—¡Lo mismo! —respondo alzando una mano y girando en sentido contrario suyo.

Me había contado que estaría en vacaciones, llevaba cinco años por fuera de la casa de sus padres y solo hasta estas vacaciones se animaba a regresar a casa. Yo, Richard Begaye, iba al encuentro con mi amada esposa e iríamos a visitar a mi hermano para recoger a mi hija, esa fue la historia que conté, mitad verdad, mitad mentira.

CONFUSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora