Capítulo 39

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Me llevó todo el día encontrar las fotos de los respectivos nombres hallados en esa lista, los contratos de arrendamiento y los dueños de la inmobiliaria. Todos eran de una misma inmobiliaria propiedad de una pareja de ancianos, Augusto y Doris, padres de Doris Baches, única hija que desapareció hace ocho años.

La última vez que fue vista con vida, fue durante la culminación del servicio dominical cuando el iluminado la llamó, porque según él había tenido una revelación que debía compartir con ella. Tres días después, su cuerpo fue hallado con rastros de tortura, un gancho de ropa en el cuello que se incrustó al ser retorcida con algún objeto.

No existió una investigación como tal, las autoridades nunca tomaron en serio las palabras de los padres. Miembros activos de la iglesia aseguraron verla salir y montarse en un BMW plateado de matrícula de California y que figuraba a nombre de un delincuente reconocido en la zona. La investigación se cerró diciendo que la muerte de Baches, fue un ajuste de cuentas producto de una droga que la chica se había robado.

En ese punto, era obvio que estaban las manos de Cyrus Lawrence metido. También que, Baches no era una gata. Muy seguramente ese extraño italiano no tenía mascota, ese era el apellido de los ancianos y lo dicho ese día fue su manera de burlarse de nosotros y de lo poco que sabíamos del caso.

Arrendaron ese local cuatro años atrás, no era el trabajo de toda una vida, como lo dijeron en aquella ocasión, el día que observé los estantes chamuscados producto de la explosión. No sólo eso, la gran mayoría de los locales fueron montados, en esa la misma época.

Es decir, el primer semestre de 2016.

Apoyo la espalda en el espaldar de la silla y presionó mis dedos en la sien, empezando a unir los últimos cabos sueltos de este caso. Una fecha en particular resalta, y tiene un circulo amarillo a su alrededor. Busco en mis registros, porque sé, es algo importante, pero no encuentro nada. Frustrado enciendo la computadora y espero con un esfero en la mano que muevo con desesperación, intentando controlar las ganas de tomar el teléfono y llamar a Barrymore.

El archivo se abre y digito la fecha son los registros que suelo hacer de una investigación. En mi laptop voy anotando todo cuando voy encontrando y es la mejor manera de no perder nada y evitar cargar con tantos documentos. Están también, los resúmenes de todo lo encontrado. Le doy buscar al documento de más de 200 páginas, pues no estoy dispuesto a leer ese día o en días siguientes espero un instante, la computadora resalta tres hojas en donde yace escrito esas fechas.

Una es la última vez que fueron vistos, Damon, Jerry y Ossian, en un bar local, del que fueron sacados por hacer escándalo. El nombre de la persona que hacía el reporte, ése que jamás llamó mi atención, de hecho, el reporte tampoco, ya que eran muy dados a esos escándalos en los lugares en los que iban.

—Fabián Bing—murmuró en voz alta. —el hermano de Agatha Bing.

La desaparición de esos tres se dice que fue en esos días y recuerdo lo dicho por Ezra, Ossian fue castrado y en el organismo de David fue encontrado partes de su anatomía. Ossian era el amante de David y el que supuestamente lo llamó horas antes de este morir. ¿Te imaginas saber que has comido partes de un ser humano? Y lo que es peor, que se trata de tu amante.

Porque imagino la llamada la hizo Shark, diciéndole aquello, el tipo tenía algo de sadismo en sus métodos.

Había que decir, lo provocaron, ellos crearon la bestia en que se convirtió Shark Dewand.

Todas estas personas crearon el ambiente perfecto, al estar alrededor de ese viejo edificio e imagino que lo hicieron por si en algún momento, se requería sus declaraciones y limpiar el hombre de Dewand, pero

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