Capítulo 10

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Agente Walker

No hay un día perfecto para morir o ser asesinado, no obstante, tengo que admitir, navidad es el peor día para ello. Aunque el hombre no festejaba la Navidad y sus "siervos" lo que sí hacían era homenajear el nacimiento del Iluminado. Agradecían a Dios, por haberles enviado a tan inmaculado ser.

Los villancicos, estaban a la orden del día, como también, duendes, guirnaldas, luces, renos, papá Noel de todos los tamaños colores y con un nivel de sobrepeso preocupante. El auto avanza por calles coloridas, la nieve pone ese toque mágico, uno que a todos nos debería contagiar… la de felicidad, amor y perdón.

¿Quién mierdas mata en navidad? Lo peor, aun pastor que se supone todos aman…

—¿En qué piensas? —las palabras de Marcus me hacen reaccionar, ha venido conmigo, mientras que Carlos va en el auto con el jefe —la muerte de ese hombre son buenas noticias ¿No?

Muevo la cabeza de izquierda derecha, porque yo sé que sí, la sociedad en unos meses se dará cuenta que sí, pero sus feligreses no. También estaba el hecho, que muy seguramente, en dos o tres días otro estaría en ese trono, igual o peor que David.

—En teoría sí, la sociedad no lo va a extrañar, quizás sus fieles...  imagino llegará otro. Es sorprendente la cantidad de religiones que nacen anualmente. David Gales o David González, es sólo un lunar en el mundo. —respondo sin ver a mi compañero.

Marcus conduce, yo sigo con la mirada en los niños que juegan divertidos en la nieve. Pienso en todo lo que la investigación en Colombia arrojó sobre ese hombre, con ese conocimiento soy consciente que cualquiera tuvo motivos para asesinarlo. Sin embargo, Dewand, fue quizás el que más perdió con ellos, no sólo a su familia, también su reputación. Constantemente era llevado a la estación, porque se decía era un delincuente. Los motivos, por los que salía rápidamente y nunca fue encarcelado, los ignoraba.

—¿Pero? —insiste mi compañero y lo miró un instante.

—En qué Dewand, se tomó muchas molestias en auto incriminarse —digo recordando ese video —que cualquier ex miembro expulsado tiene motivos para asesinarlo. Dewand me envió un video, explicando las razones por las cuales, mataría a alguien, dijo ser por honor… imagino que se refiere a David.

Quién tenga el conocimiento de lo ocurrido con Dewand, podría culpar al hombre de esa muerte y de momento, sólo se me ocurre alguien... Roy O'Higgins. El hombre que por años ha robado, asesinado, violado, traficado con drogas y humanos, en nombre del veterinario de origen Navajo. Un ciudadano modelo, con una clínica de beneficencia, miembro activo de su comunidad, adorado por todos.  Prácticamente adoptó, al puñado de cinco chicos que trabajan con él en esa clínica. Shark Dewand, tiene todas las muestras de ser un ciudadano modelo, a quien nadie lo vería como asesino.

La historia, ha tenido muchos Shark, quienes mataron, al tiempo que se han mostrado en su núcleo de amigos como buenos tipos.

—Por fortuna, tú conoces a el iluminado, mejor que su esposa —dice y sonríe, me permito hacer lo mismo, pese a lo que sé me viene en adelante —¿De dónde conoces a Dewand?

—No lo conozco, me llegó una información sobre él esta mañana —confieso y mi compañero me observa, luego regresa la vista a la vía.

—El CD rosa...

—Ese mismo —recalco—Kya recibió el informe de la confesión de los asesinos de su esposa. Una copia de lo que parece ser un diario, no se más de lo que hay allí, no tuve tiempo de averiguar.

Marcus asiente mientras disminuye la velocidad al estar cerca de un retén policial. Han cercado la iglesia a tres cuadras a la redonda, bajo del auto y muestro mi identificación. Giro al ver que mi compañero ha encendido el auto y me observa sacando la cabeza por la ventana.

CONFUSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora