Kuroo's Heart (Kurooxlectora)

Capítulo 7

Mi corazón palpitaba con fuerza mientras intentaba comprender como había llegado a esa situación. Mis enrojecidos ojos no podían parar de lagrimear mientras mis manos temblaban tapando mi rostro; sentía unas constantes ganas de vomitar y el dolor en mi pecho era incesante.

A fin de cuentas, no esperaba encontrarme con esa abrupta imagen nada más llegar a mi cita con Kuroo.

RETROSPECTIVA

Caminaba en dirección al centro comercial en el que habíamos quedado, íbamos a ver una peli para después cenar algo tranquilamente. Kuroo me había dicho que fuese mirando los estrenos por la página web del cine, y eso iba haciendo mientras mis pies se movían.

Me sentía dichosa al saber que iba a tener mi primera "cita" oficial con Kuroo, hasta la fecha solo habíamos tenido besos esporádicos y caricias superficiales, pero éstos fluyeron en nuestro día a día, ahora iba a tener esa "salida romántica" que tanto había anhelado desde que acepté mis sentimientos por el azabache.

Mi corazón latía presuroso mientras una cálida sensación cosquillosa invadía mi abdomen *serán estas las "maripositas" que sientes los enamorados?* me pregunté a mi misma mientras una tonta sonrisa se adueñaba de mis facciones.

Y es que era verdad, estaba tontamente enamorada de Kuroo Tetsuro, y no había nada que pudiese hacer al respecto.

A los pocos minutos, ya había llegado al edificio en el cual se encontraba el cine, entre otras muchas tiendas. Me adentré en él, todavía sosteniendo una sonrisa, para después encaminarme en dirección al cine.

Me guié con un mapa ya que ,pese a no ser la primera vez que venía, me sentía desorientada. Le escribí un mensaje a Kuroo diciéndole que estaba a punto de llegar cuando divisé el cartel negro con luces de neón que ponía "Cinema".

Había elegido "el señor de los anillos" para ver con él, ya que estaban haciendo un especial de clásicos del cine de fantasía, y esa era una de mis películas preferidas. Ya tenía ganas de sentarme junto a él compartiendo un bote de palomitas mientras contemplábamos esa obra maestra, cuando una imagen me hizo detenerme en seco.

Una chica bajita, de pelo castaño y cuerpo delgado se encontraba de puntillas besando los labios de mi "cita",  mi pecho se estrujó y mis ojos se humedecieron al instante. Me giré impulsivamente y apresuré el paso en dirección a la salida, conteniendo las lágrimas que amenazaban con comenzar a fluir sin previo permiso.

Pero no me iba a rebajar a ese nivel, pues un cubo de agua fría cayó sobre mi, helándome sin tapujos. Kuroo y yo no éramos nada, al menos nada por lo que tuviese que ponerme celosa o sentirme mal al verlo estar con otra; después de todo jamás concertamos lo que éramos tras nuestra "confesión".

O al menos eso había pensado yo cuando le dije que me gustaba y él respondió lo mismo *será que estaba jugando conmigo?* me pregunté a mi misma con una temblorosa mano apretando la ropa sobre mi pecho.

Lo peor de todo era que no le podía reprochar nada, y que , si bien creía conocer al azabache, tal vez todavía no me había percatado de qué tipo de hombre era en realidad.

Con esos pensamientos en mente regresé a mi hogar, no sin antes enviarle un mensaje a Kuroo bastante claro.

"Vete a la mierda"

Para después silenciarlo . Puede que no fuésemos nada, y que no tuviese el derecho de enfadarme con él por andar besando a otras, pero yo no era una cualquiera. Yo era su amiga, una amiga que le había dicho abiertamente sus sentimientos amorosos hacia él , una amiga a la que él había correspondido, y que después había literalmente invitado a una cita; para que cuando llegase lo encontrase así. Y al menos iba a conservar un poco de mi dignidad.