Mi mirada estaba clavada en el suelo, ya me había terminado de poner los zapatazos, pero debía decir lo que me llevaba callando toda la velada, o si no las lágrimas se escurrirían por mi rostro sin mi permiso.
-Kuroo-kun- lo llamé, aun sin atreverme a alzar la vista.
-hmm?- respondió con ligereza.
-Gracias por no dejarme sola, eres muy importante para mi.- me quedé sin aire tras pronunciar esas palabras.
Sentía mis mejillas arder mientras mi corazón palpitaba con fiereza, no sabía de donde había sacado el valor para decírselo, pero era verdad. Kuroo siempre se preocupaba por mi bienestar. Cada vez que me veía decaída o sin ánimos, se acercaba a mi y comenzaba a tontear para sacarme una sonrisa; ese es uno de los motivos por los cuales gusto de él. Pese a conocernos desde hace poco, he encontrado en él, el apoyo y el cariño que tanto me había faltado durante estos últimos años; ahora, cuando por fin he encontrado a alguien especial, haré todo lo que esté en mi mano para hacerle saber lo mucho que lo valoro. De igual forma, aun no me sentía con la suficiente confianza como para decirle mis verdaderos sentimientos.
Sin previo aviso, la mano de Kuroo se deslizó por mi rostro, acariciandolo. Miles de sentimientos y sensaciones se encontraron en mi interior, el calor y delicadeza de su tacto me hacían estremecer, su simple cercanía me ponía la piel de gallina, y ahora estaba sujeta a la vida por su sola presencia. Podía jurar que ese hombre era capaz de derretirme con sus meras caricias, y ahora estaba a punto de corroborarlo. Alzó mi rostro, sosteniéndome por mi mentón, y al enfocar mi vista en él, aprecié lo cerca que estaban nuestras caras.
Podía oír su respiración calmada, y sentir su aroma envolverme. Acunó mi rostro con su mano izquierda mientras le proporcionaba ligeras caricias usando su dedo pulgar. La proximidad entre nosotros era latente, pero se acercaba a una lentitud tortuosa, como si me estuviese pidiendo permiso. Sin más dilación, deshice la distancia que nos separaba, uniendo nuestros labios en un tierno beso. Sus labios bailaban sobre los míos, mientras nuestras respiraciones se acompasaban en un sinfín de suspiros.
Finalmente nos acabamos separando por la falta de aire, al abrir los ojos, noté como su respiración agitada y sus ojos entrecerrados lo hacían más guapo, si es que eso era posible.
-Tetsurou...- susurré su nombre en un suspiro de alivio, sentía como si nada pudiese ir mal, como si por fin todo estuviese a punto de encajar y ningún mal me pudiese perturbar.
Al parecer mi suspiro lo trastocó, ya que rápidamente, Kuroo se había apoderado de mis labios nuevamente, y lo único que alcancé a hacer fue entrelazar mis brazos alrededor de su cuello, en un intento por acercarlo más a mi; él pareció tener la misma intención, sosteniéndome por mi cintura y espalda, apegándome a él. Cuando mi raciocinio ya era escaso, un fuerte estruendo hizo que nos separásemos, sobresaltándome al momento.
-Kuroo abre, tengo que pedirte algo- Kuroo no respondió, yo me encontraba mirándolo.
Se veía tan bien, de verdad, su perfecto rostro perfilado se había convertido en mi paisaje favorito. Su nariz lisa, sus delgadas cejas que adornaban sus acentuados ojos dorados, esa sonrisa pícara que ahora era una mueca de disconformidad y ese peinado desarreglado que lo hacía ver tan deseable, sentía que me encontraba en el paraíso terrenal.
-sé que estás en casa, huele a soba desde acá, no me ignores- Kuroo giró su rostro para mirarme de frente, pero yo seguía cautivada por su belleza.
Finalmente el continuo llamado de Kenma nos sacó de nuestro ensimismamiento. Kuroo me miró, como preguntándome que hacer, yo me limité a asentir, en señal de que abriese la puerta, cosa que hizo casi al instante.
Lo vi levantarse del rellano y abrir la puerta con desgana. -Kenma que pasa?- el rubio entró en la casa soltando improperios hasta que me vio.
-___-chan- Me miró, desconcertado. -que haces aquí?- el tono de voz que Kenma había empleado no me agradó para nada; y al parecer a Kuroo tampoco.
-Oi oi oi, qué pasa Kenma?- el azabache frunció el ceño ante la actitud del setter.
-lo siento ___-chan....- su semblante se ablandó -estoy un poco alterado por lo que ha ocurrido con mi compañera de clase- se desplomó en el suelo, sentado con las piernas entrecruzadas para después contarnos como había rechazado a la chica.
-le dijiste que era demasiado alta? PUAJAJJ- Kuroo se carcajeaba, mientras que yo me golpeaba la frente con la palma de la mano.
-Kenma... NO LE PUEDES DECIR ESO A UNA CHICA- lo miré, incrédula por lo que acababa de oír.
-qué culpa tengo? Yo no elegí que no me atrajesen las altas- el rubio parecía no comprender su error.- es una realidad, no lo decía por menospreciarla- Volví a palmear mi rostro, pero esta vez me levanté para ir en dirección a la puerta.
-Hi hi, me voy ya, si me quedo más tiempo ,de verdad que no podré pasear a Shadow- tras abrir la puerta de la entrada , sentí como Kuroo se apresuraba a levantarse
-mate ___- me paré al oírlo. Mi nombre dicho por él, sonaba mucho mejor que de costumbre.-te acompaño. Kenma vuelvo en unos minutos.- éste último asintió poco convencido, daba la impresión de que algo lo molestase; pero no le tomé mucha atención.
Kuroo y yo salimos de la casa y comenzamos a caminar en dirección a mi vivienda, que se encontraba a un par de cuadras. La luz de las estrellas y la luna era bastante tenue, las farolas iluminaban nuestro camino mientras mi corazón latía presuroso, si no supiese que es imposible, diría que en cualquier momento saldría de mi pecho de tanto bombear.
Caminábamos uno al lado del otro, de vez en cuando nuestras manos se rozaban ligeramente, cosa que me hacía estremecer.
-___-chan- noté como su mirada se posaba en mi.
-hmm?- usé su usual respuesta, mientras mi mirada seguía gacha.
-___...- se paró, sosteniéndome por mi hombro para que también yo lo hiciese.
-hmm?- esa última respuesta salió con un tono que delataba mis ganas de llorar, cosa que pareció asustarlo de sobremanera; ya que sostuvo mi rostro por ambas mejillas, obligándome a mirarlo a la cara.
-___ lo siento, te ha molestado lo que ha pasado?- negué levemente, con los ojos bañados en lágrimas- entonces por qué lloras?- no podía pronunciar palabras- ___... háblame por favor- su tono de voz ansioso hizo que recobrase levemente los sentidos, y lo abracé fuertemente, escondiendo mi rostro en su pecho.
-Kuroo ...- sus fuertes brazos me rodearon- yo... a mi... a mi me gustas, mucho- por un momento me pareció que mi corazón se detenía.
-a mi también me gustas, ___- alcé la vista para encontrarme con una sonrisa alentadora, mientras que con una de sus manos me secaba las lágrimas, acariciando suavemente mi mejilla. -pero sigo sin entender porque lloras.- me sonrojé levemente mientras escondía mi rostro en su pecho nuevamente.
-yo tampoco lo sé- sentí como una risa nasal se le escapaba- gomen... creo que fueron demasiadas emociones en una sola noche- él acarició mi cabeza con cariño mientras besaba mi frente.
-tranquila, vamos, que Shadow te espera.- asentí mientras me despegaba de él, pero por el resto del camino nuestras manos siguieron entrelazadas.
Esa noche bese por primera vez, al que sería, sin duda alguna, el amor de mi vida.
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Kuroo's Heart (Kurooxlectora)
Fanfiction~~___, una estudiante de 16 años regresa a Japón tras haber vivido 2 años en el extranjero y se inscribe en el instituto Nekoma. Nunca habría esperado acabar perdidamente enamorada de uno de los jugadores del equipo de volleyball. Historia KurooxRea...