Era mi primer día de clases en el instituto Nekoma, el sol resplandecía, alumbrando mi estancia;mientras, mi cuerpo yacía sobre la cama, adornada con una colcha de flores blancas. Después de pasar 2 años en Italia a causa del trabajo de mi madre, por fin regresé a mi país natal, el cual recordaba con sumo cariño.
La alarma de mi despertador comenzó a ronronear la dulce melodía de "watermelonsugar", de Harry Styles. Desganada, traté de abrir los ojos; la noche anterior me había costado bastante quedarme dormida, estaba estresada a causa de mi entrada al instituto, y tenía la cabeza repleta de dudas. *espero encajar bien*, pensé mientras me enderezaba y caminaba en dirección al lavabo para terminar de despertar; por las mañanas tomaba las cosas con bastante calma, sobretodo a principio de curso, cuando todavía no estaba muy ocupada con las labores escolares.
Me aseé, y tras hacerme un delicioso café expreso, salí a pasear a mi perrito,Shadow. Shadow era una enorme bolita de pelo blanco, tenía unos ojazos negros, que a pesar de ser profundos e indescifrables, me resultaban fascinantes; era muy cariñoso y protector conmigo, con él en casa me sentía segura.
Mi madre se había ido a trabajar a Estados Unidos, pero yo ya estaba cansada de sentirme lejos de mi nación, así que volví a Japón , donde vivía mi abuela por parte de madre. Pese a vivir en la misma ciudad, decidí establecerme en la que una vez fue la casa de mi padre, aunque yo no la recordaba. Por lo visto, tras mi nacimiento, mis padres se mudaron a Miyagi, lugar del cual tengo los recuerdos de mi infancia. *espero ir a Miyagi pronto, estoy segura de que ellos se llevarán una sorpresa al verme de nuevo* sonreí internamente al recordar a mis viejos amigos, les había informado de mi regreso, aunque dudo que tengan tiempo para venir a verme.
Tras dejar a Shadow en casa y coger la mochila, emprendí mi camino en dirección al instituto. Pese a que unos días antes había intentado memorizar el camino desde mi casa a Nekoma, todavía no me acababa de ubicar; mi sentido de la orientación era casi nulo. Mientras caminaba, trataba de prestarle atención al Google Maps. Finalmente comencé a ver algunos alumnos con mi mismo uniforme, así que me sentí levemente aliviada al saber que no me había equivocado con la fecha de ingreso o el horario, como me había sucedido mi primer año en Italia.
Caminé tranquilamente hasta llegar a la fachada del edificio, en donde se podía apreciar una gran verja, que daba paso a la entrada del instituto. Nekoma me pareció bastante bonito por fuera, el patio estaba adornado con flores y cerezos, los cuales le otorgaban ese ambiente japonés.
Me acerqué al mural en el cual estaban escritos los nombres de los alumnos y las clases a las que pertenecían, pero como era tan bajita y había tanta gente, me costó bastante meterme en ese jaleo para buscar mi apellido. Llegó un punto en el cual estuve a punto de caerme al suelo por el empujón de un chico que parecía de tercer año; por suerte alguien me tomó del brazo antes de que me estrellase contra el cemento. Un chico moreno de ojos dorados y mirada felina me sostenía delicadamente del brazo mientras me miraba con un semblante, que pese a ser indiferente, me dejó cautivada al segundo.
-O-oh g-gracias por ayudarme- miré embobada al chico, el cual se limitó a sonreírme y asentir delicadamente antes de dar media vuelta e irse.
Yo por mi parte volví a centrarme en mi búsqueda , hasta que por fin me encontré en la lista, estaba en la clase 2-5. Sonreía tontamente mientras buscaba él aula correspondiente a mi clase; después de haber hecho la prueba de ingreso me quedé satisfecha, aunque no pensé que acabaría en la clase avanzada.
Finalmente la hallé al final de un pasillo repleto de estudiantes. Mientras caminaba, el único sonido que podía escuchar era el latido de mi corazón, estaba muy entusiasmada. Entré por la puerta y me sorprendí al ver al chico que me había ayudado, sentado en un pupitre mientras miraba su teléfono. Me acerqué a la pizarra para ver dónde me tenía que sentar, y al mirar los puestos asignados me di cuenta de que me tocaba a su lado, sonreí internamente. Por alguna razón tenía ganas de conocer a ese sujeto, tenía un aura bastante agradable a su alrededor. *tal vez podríamos ser amigos* ,pensé mientras tomaba asiento. Tras ver que el profesor aún no llegaba ,giré mi vista en dirección al chico a mi lado, el cual también me estaba mirando, así que sonreí y tomé la palabra.
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Kuroo's Heart (Kurooxlectora)
Fanfiction~~___, una estudiante de 16 años regresa a Japón tras haber vivido 2 años en el extranjero y se inscribe en el instituto Nekoma. Nunca habría esperado acabar perdidamente enamorada de uno de los jugadores del equipo de volleyball. Historia KurooxRea...