Capitulo 17

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Había sido un lindo día en el kinder, sobretodo para la nueva parejita. Al salir se reunieron con sus padres, antes de irse ambos decidieron decirles de su noviazgo.

-Hay algo que queremos decirles- dijeron ambos sonriendo.
-¿Qué es mis niños?- preguntó Polita.
-¡Ya somos novios!

Pancho y Polita sonrieron con ternura, ellos ya sabían del gran cariño que sus hijos se tenían y al escuchar eso no pudieron sentirse más orgullosos. Los abrazaron.

-Nos sentimos orgullosos de ustedes- dijo Polita-. Ahora no dejen que nadie arruine su felicidad porque solo ustedes se encargarán de ella.
-Aris, ¿me prometes que vas a cuidar bien a mi Temistocles?- preguntó Pancho.
-Lo prometo suegrito, lo voy a cuidar mucho- dijo Ari.

Tras sellar esa promesa los cuatro regresaron a casa, en cuanto llegaron Ari quería ir a casa de su tía Blanca para decirle a su familia sobre su noviazgo con Temo.

Al llegar al edificio Ari se detuvo junto con Temo en el pasillo, el castaño lo miró sin entender nada y se acercó con él.

-¿Qué pasa Ari?- preguntó.
-Quiero decirle a mi familia que somos novios, pero tengo un poco de miedo- dijo Ari.
-Tranquilo, recuerda lo que nos dijo Luigi: debemos ser valientes y enseñarles que nuestro amor es fuerte.

Temo le dio un pequeño besito a Ari en la boca y eso lo hizo sonreír, definitivamente el rizado amaría los besos de su pequeño novio. Llenos de valor entraron al departamento acompañados de sus padres, estaba ahí toda su familia.

-Hola niños- saludó doña Imelda dándoles un abrazo.
-¿Cómo te fue mi Aris?- preguntó Audifaz sonriendo-. ¿La niña aceptó ser tu novia?

Los presentes dirigieron su mirada al mencionado, Ari sentía un poco de miedo por la reacción de su papá pero él no escondería su sentimiento. Tomó la pequeña mano de su novio, eso hizo borrar la sonrisa de Audifaz.

-¿Por qué le tomas la mano a Temo?- preguntó serio.
-Porque Temo y yo... Somos novios- dijo Ari con un poco de miedo.

Daniela y Linda se emocionaron al escuchar eso, Blanca y Eugenio sonrieron con ternura al igual que doña Imelda que les encantaba ver a los niños juntos. El único que no estaba feliz era Audifaz.

-¿Qué estás diciendo Ari?- preguntó el hombre enojado-. Se supone que esa sorpresa sería para una niña, ¿por qué se la diste a Temo?
-Porque la sorpresa era para él- dijo Ari un poco asustado-. Temo es mi novio.
-¡No Aristoteles! ¡Entiende que solo a ti te deben gustar las niñas!

Todos se sorprendieron ante ese grito, los niños asustados se abrazaron de la pierna de Pancho y de Polita.

-Calmate Audifaz- dijo Polita-. Estás asustando a los niños.
-¿No estás viendo mujer?- dijo Audifaz aun más enojado-. Yo no voy a permitir que mi hijo sea rarito como este chamaco.

En ese momento la palma de la mano de doña Imelda golpeó el cachete de Audifaz, Pancho estaba enojado por el comentario hacia su hijo.

-¡No voy a permitir que vuelvas a hablar así de Temo y mi nieto!- dijo doña Imelda enojada.
-¿No estás viendo mamá?- dijo Audifaz-. Lo de ellos es algo anormal, dos niños no pueden ser novios.
-Ya son otros tiempos Audifaz- dijo Pancho-. Ari y mi hijo serán novios con o sin tu consentimiento porque tendrán el de Polita y el mío.
-Pancho tiene razón, tal vez yo te eduqué de otra manera pero yo acepto la relación de mis niños y más te vale que no intentes nada para separarlos porque no te lo voy a permitir.

Audifaz salió enojado del departamento, Imelda se acercó a los niños quienes aun seguían asustados y les regaló una sonrisa.

-Gracias por defendernos abuelita- dijo Ari abrazando a Temo.
-No me agradezcas mi niño, yo los apoyo al igual que toda la familia y los quiero mucho.

Los tres se unieron en un abrazo, Ari y Temo aunque aun fueran pequeños sabían que sucesos como ese seguirían pasando pero su amor los ayudaría a enfrentarlos.

Te amo desde siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora