Capitulo 2

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15 años atrás...

Era un hermoso día soleado en el estado de Oaxaca y un niño de cabello rizado se encontraba en el parque acompañado de sus padres, el niño se llamaba Aristoteles.

-¿Puedo ir a jugar a los columpios?- preguntó el pequeño de cuatro años.
-Claro mi Aris, pero no te vayas a ir más lejos- dijo su mamá llamada Polita.

El pequeño Ari se dirigió a los columpios y justo al llegar vio un oso de peluche cayendo frente a él. No sabía de dónde vino pero lo levantó y sacudió el polvo que tenía encima.

 No sabía de dónde vino pero lo levantó y sacudió el polvo que tenía encima

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-Oye, ¿haz visto mi osito?- preguntó alguien.

Ari dirigió la mirada hacia aquella persona y vio que era un niño de cuatro años. Pero ese niño era diferente a los que ya había conocido pero nunca los hizo amigos, aquel niño era el más bonito que había visto, no se comparaba a nadie. Volvió a la realidad cuando recordó lo que le preguntó el niño.

-¿Este es tu osito?- preguntó Ari mostrándoselo.
-¡Duffy!- dijo el niño emocionado abrazándolo fuerte-. Gracias por encontrarlo.
-De nada.

Ari sonreía con ternura por la reacción de aquel niño al abrazar a su osito, sin duda había sido el niño más lindo que había conocido.

-¿Cómo te llamas?- preguntó Ari.
-Me llamo Cuauhtémoc, pero me puedes decir Temo- dijo el niño-. ¿Y tú cómo te llamas?
-Aristoteles, pero me puedes decir Ari. ¿Quieres jugar?
-Claro. Duffy también quiere jugar.

Los dos niños estuvieron jugando un buen rato en los columpios y con Duffy, se divertían mucho, dando comienzo a una amistad.

Los minutos pasaron y comenzaba a atardecer, un señor alto y bigotón se acercó a donde estaban los niños.

-Temistocles, es hora de irnos- dijo el señor.
-Vámonos mi Aris- dijo Polita.
-Ya me tengo que ir Temo, me encantó jugar contigo- dijo Ari.
-Lo mismo digo Ari, espero y nos volvamos a ver- dijo Temo.

Los adultos sonrieron al ver que sus hijos se dieron un abrazo y sabía que serían buenos amigos.

-Parece que nuestros hijos se llevaron bien- dijo Polita-. Soy Amapola Castañeda.
-Pancho López, mucho gusto- dijo presentándose.
-¿Por qué tardas tanto, mujer?- preguntó Audifaz llegando y miró raro a Pancho-. ¿Quién es este señor?
-Tranquilo Audifaz, es solo un nuevo amigo.

Pancho y Polita cargaron a sus hijos, el pequeño Temo se escondía en el cuello de su padre mientras abrazaba con fuerza su osito, ya que Audifaz lo miraba mal.

-Oiga señor Francisco, ¿acaso no sabe que los peluches son solo para las niñas?- dijo Audifaz.
-Ya vas a comenzar con tus comentarios- dijo Polita rodando los ojos.
-A ver señor, mi hijo va a tener peluches si el quiere porque son para todos- dijo Pancho-. Así que no le voy a permitir que vuelva a hacer esos comentarios frente a mi hijo.
-Pues más vale que usted y su esposa eduquen a su hijo si no quieren que les salga raro.

Ante ese comentario el enojo de Pancho se esfumó y en su rostro se reflejó tristeza.

-Vámonos hijo, tenemos que preparar nuestras cosas- dijo Pancho.
-Adiós Ari.
-Adiós Temo.

Ambas familias se fueron por diferentes rumbos. Los niños solo tenían la esperanza de volver a verse.

Te amo desde siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora