Capitulo 31

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Pancho llegó corriendo al hospital y al instante se topó con los dos maestros en la sala de espera.

-Maestra, vine en cuanto la directora me llamó- dijo Pancho preocupado-. ¿Cómo está mi niño?
-Aun no sabemos nada señor, pero esperemos que no sea nada grave- dijo Liz.

Los minutos pasaban y aun no había noticias de Temo, Polita había llegado junto con Ari luego de que fue por él al kinder.

-Pancho, vine en cuanto me enteré- dijo Polita-. ¿Cómo está Temo?
-No me han dicho nada, Polita- dijo Pancho más preocupado.
-¿Temito va a estar bien?- preguntó Ari triste.
-Si hijo, Temo va a estar bien y tú serás el primero en verlo cuando despierte.

Después de un rato finalmente había aparecido el doctor y todos los presentes se levantaron.

-¿Cómo está mi hijo, doctor?- preguntó Pancho.
-Temo está fuera de peligro- dijo el doctor y eso hizo sentir tranquilos a todos, en especial a Ari-. El golpe no dañó su cabeza ni su cuerpo, no hay ni un hueso roto. Solo va a necesitar de mucho reposo.
-Gracias doctor. ¿Podemos pasar a verlo?
-Por supuesto, ahorita los llamo.

El doctor se retiró, Luigi y Liz también lo hicieron para darle el reporte a la directora. En pocos minutos regresó el doctor para avisarles que ya podían pasar.

Al entrar a la habitación vieron a Temo llorar en bajito, Pancho de inmediato se acercó para abrazarlo.

-Perdón papi- dijo entre sollozos-. No me regañes.
-No hijo, lo que te pasó fue un accidente y no tengo porque regañarte- dijo Pancho mirando a su hijo y secando sus lágrimas-. Ya no estés triste porque mira quién vino a verte.

Pancho se hizo a un lado para dejar ver a Polita con Ari, lo subió a la cama y ambos se dieron un abrazo.

-¿Cómo estás Temito?- preguntó Ari.
-Bien Ari, pero me duele mi cabecita- dijo Temo con un puchero señalando un golpecito que tenía en su cabeza.
-Pobrecito de mi novio, pero con un besito se te va a quitar el dolor.

Ari se acercó un poquito más a Temo y le dio un besito en su cabeza por unos segundos, Pancho y Polita sonreían con ternura al ver esa escena.

Más tarde los Corcega habían ido a visitar a Temo al hospital y llevarle unas cosas, sus amigos también fueron a visitarlo.

-Que bueno que estás bien, Temo- dijo Yolo sonriendo.
-Lo cuidas bien Ari mientras regresa a la escuela- dijo Diego.
-Claro que lo voy a cuidar mucho y no iré a la escuela hasta que mi Temito se recupere- dijo Ari.
-Claro que no jovencito- lo regañó Polita-. Usted irá a la escuela y Pancho cuidará a Temo.
-Pero hay algo que aun no me explico, ¿cómo fue que te caíste de la resbaladilla, hijo?

Fue inesperada la pregunta, Temo tenía un poco de miedo al querer decir que habían sido sus compañeras quienes le provocaron el accidente. Salió de sus pensamientos al sentir las pequeñas manos de sus amigos y novio tomar las suyas al mismo tiempo que le regalaban una sonrisa.

-Señor Pancho, lo de Temo no fue un accidente- dijeron Yolo y Diego.

Te amo desde siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora