Capitulo 21

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Después de cenar los niños regresaron al cuarto, se pusieron sus pijamas y se sentaron en la cama. Jugaban con sus peluches hasta que en un momento Ari se le quedó mirando a Temo.

-¿Por qué me ves así, Ari?- preguntó Temo sonriendo.
-Eres muy lindo- dijo Ari sonriendo.
-No es cierto, tú eres el lindo.
-No Temito, eres tú.
-Tú.
-Tú.
-¿Ah si? Bueno Temistocles, acabas de recibir la visita del monstruo de las cosquillas.

Ari se abalanzó sobre Temo y comenzó a hacerle cosquillas, el castaño explotó a carcajadas pero tampoco se quedó atrás porque también comenzó a hacerle cosquillas a su novio. Era una guerra de cosquillas.

Estuvieron jugando hasta que se cansaron y cayeron en la cama. Temo soltó un pequeño bostezo.

-¿Ya tienes sueñito?- preguntó Ari.
-Shi- dijo Temo-. ¿Ya nos vamos a dormir?
-Si mi bonito.

Apagaron la luz, Temo encendió una pequeña lámpara de noche que tenía a un lado de su cama y ambos se metieron entre las cobijas para quedarse mirando frente a frente mientras sonreían.

-Es bonito dormir juntos- dijo Temo.
-Y siempre será así hasta que nos casemos porque siempre quiero despertar a tu lado- dijo Ari.
-Te amo Ari.

Al escuchar esas palabras Ari sintió algo en su corazón, era la primera vez que Temo le decía eso. Ahora sabía que quería pasar toda su vida junto a él. No pudo contenerse y comenzó a llorar, eso preocupó a Temo.

-¿Por qué lloras Ari?- preguntó-. ¿No te gustó lo que te dije?
-Claro que me encantó, solo estoy llorando de alegría porque es lindo que me digas que me amas- dijo Ari sonriendo y acarició la mejilla de Temo-. ¿Quieres saber algo?
-Si, ¿qué?
-Yo también te amo.

Temo también sintió algo bonito en su corazón y abrazó a Ari, ahora todo ese amor que se tenían lo podían decir sin miedo y decirlo en alto. Se miraron tiernamente y se dieron un besito, no decían nada ya que solo sus pequeñas cabecitas querían procesar aquello. Pero el sueño comenzaba a vencerlos.

-Creo que ya es hora de dormirnos- dijo Temo.
-Si, ya me muero de sueño- dijo Ari dándole un último beso a Temo-. Buenas noches mi bonito.
-Buenas noches mi ricitos.

Ari sonrió por ese lindo ápodo que le puso su Temo y finalmente durmieron abrazaditos.

Más tarde Pancho ya iba a acostarse pero antes quiso echarle un ojo a los niños. Al asomarse sonrió ya que se encontró con una imagen tierna: Temo acostado sobre el pechito de Ari y este lo abrazaba. Se acercó para arroparlos y darles un beso en sus frentes.

-Descansen mis Aristemo- dijo Pancho en bajito.

Salió del cuarto de su hijo y antes de entrar al suyo vio una foto del día que se casó con Laura, sonrió al verla.

-Ay mi Laurita, sin duda me diste un hermoso regalo que fueron nuestros hijos, pero en especial a Temo que aun siendo pequeño ya descubrió quién es y sé que el Aris lo hará feliz- dijo Pancho sonriendo.

Te amo desde siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora