Hugo se despertó pasadas las seis de la tarde, había dormido algo más de ocho horas que le habían sentado de maravilla.
Se levantó más enérgico y con mejor humor.Mientras comía algo estuvo dándole vueltas a si llamar o no a Eva, se había pasado con la manera de hablarle esa mañana y entendería perfectamente que la chica estuviera enfadada con él.
Optó por mandarle un mensaje.
"Siento lo de esta mañana, estaba cansado. Ven cuando quieras y hablamos."
Su orgullo pasaba a un segundo plano cuando de la gallega se trataba. Estar mal con ella era una de las cosas que más odiaba en el mundo.
Se tiró en el sofá a eso de las siete pero tal y como lo hizo, se tuvo que levantar a abrir la puerta.
- ¿Sí? - preguntó por el telefonillo.
- Soy yo - escuchó la voz inconfundible de su chica.
Abrió la puerta y la esperó tras de ella.
La vio subir por las escaleras con la expresión preocupada y con una bolsa en la mano.
Cuando sus miradas se cruzaron, se sonrieron algo avergonzados.
- Pasa - le dijo dulcemente él.
La chica se adentró en el piso y cuando el rubio hubo cerrado la puerta, le tendió la bolsa que traía entre las manos.
- He comprado unos pastelitos, no sé si has comido algo.
Hugo aceptó la bolsa enternecido por el gesto. Era imposible enfadarse con ella.
- Sí que he comido, pero estos pastelitos me entran perfectamente. ¿Quieres algo de beber?
- Hugo, los he comprado para ti, no quiero - sonrió ella.
Pero ya era demasiado tarde, el chico estaba en la cocina emplatando los dulces.
- ¿Un café? Perfecto - bromeó él como si no la hubiera escuchado.
La chica rió algo más tranquila notando el ambiente menos tenso que esa mañana, y se sentó en un sofá junto a la mesilla del medio del salón a esperarle.
Poco tardó el cordobés en aparecer con el plato de pasteles y dos vasos.
- Este es el sin lactosa - indicó señalando uno de ellos.
Lo cierto es, que semanas antes había empezado a comprar bastantes productos sin lactosa para ocasiones así en las que la chica viniera a comer a casa.
- Gracias - sonrió ella.
Empezaron a comer en silencio, sin saber muy bien qué decir.
- Hugo - fue ella quién empezó la conversación - Siento mucho que tuvieras que ver esa noticia anoche. Samantha me llamó explicándome lo que había pasado cuando se fueron de aquí.
- Creo que no fue la noticia en sí lo que me molestó. Llevabas tres días sin apenas hablarme, poniéndome como excusa que estabas muy liada en el estudio y de repente me entero a través de la tele que estabas quedando con tu ex - explicó - que no es que me importe, que a mi me da igual con quién entres o con quién salgas, lo que me molesta es que me lo ocultes. ¿No confías en mí?
La chica suspiró.
- Claro que lo hago, Hugo. Eso no lo dudes - explicó - Pero tenía miedo de como te sentaría que te dijera que no podía quedar contigo porque estaba quedando con Adri. Me llamó hace unos días porque al fin y al cabo habíamos sido muy buenos amigos y no quería perder esa amistad.
- No te voy a mentir - le respondió el chico - Me hubiera sentado mal, pero lo hubiera entendido.
- Lo siento - fue lo único que atinó a decir ella en un susurro.
Hugo no podía verla así y se levantó a abrazarla.
- No pasa nada, yo también lo siento, no me he comportado bien contigo igualmente - sonrió colocando un mechón de la chica tras su oreja.
Eva sonrió imitandole y escondió su cara en el cuello de él abrazándole muy fuerte.
- ¿Estamos bien? - preguntó como si le diese miedo la respuesta.
- Claro que sí, pequeña.
Y la gallega no se aguantó más y besó los labios del chico como si llevara años sin probarlos.
Se pasaron un buen rato entre besos y abrazos hasta que la chica se puso más seria.
- Oye, ¿qué es eso tan importante que me tenías que decir? - preguntó.
Hugo recordó que la chica desconocía por completo la noticia de la gira y se le iluminaron los ojos al recordar todo lo que venía.
La morena notó esa ilusión en su mirada y se enterneció.
- Qué bebé - sonrió acariciándole la cara - Cuéntame.
- Me voy de gira - anunció el chico - pero no solo por España, también por Latinoamérica.
Eva abrió los ojos y sonrió plenamente siendo consciente del paso tan grande que eso supondría en la carrera profesional del chico, y llena de orgullo se lanzó a abrazarle.
- ¡Eso es genial, Hu! ¡Pero qué maravilla! ¡Cuánto me alegro!
El cordobés rió ante el entusiasmo de la chica.
- ¿Cuándo te vas? ¿Y cuánto tiempo?
- El mes que viene tengo conciertos por aquí, por la península. Luego descanso una semanita y me voy a Argentina y México - comentó emocionado - Van a ser tres meses intensos.
- Jo, me alegro muchísimo. Es que yo lo sabía, te lo dije muchas veces en la academia, vas a llegar muy lejos, y ya lo estás haciendo.
Ante las palabras de la chica, al rubio no le quedó más remedio que tirarse sobre ella en el sofá abrazándola y besando toda su cara.
- ¿Me vas a echar de menos? - preguntó él poniendo un puchero.
Seguían en la misma posición, ella tumbada en el sofá y él con cada brazos a un lado de su cabeza, haciendo fuerza para sujetar su propio peso encima de ella.
- Merecerá la pena - sonrió ella.
El chico sonrió también y dejó un dulce beso en sus labios.
En ese instante, Hugo se dio cuenta de que no necesitaba en la vida más que momentos como aquel, en los que era plenamente feliz siendo consciente de que sus triunfos eran compartidos y que Eva los sentía tan suyos como de él. Toda su relación con ella era recíproca y sana, y no pedía más que le durara para siempre.
- Quédate esta noche - le pidió.
Ella le respondió con un beso que concluyó a altas horas de la madrugada, entre las sábanas de la cama de él, esa cama que ya empezaba a ser de los dos, tras haber disfrutado el uno del otro en todos los aspectos.
- Te quiero muchísimo - confesó ella sonrojada y abrazada al cuerpo desnudo del rubio.
- Lo sé - asintió él dándole un beso en la frente - y yo te quiero igual, es recíproco.
Y ambos sonrieron cómplices.
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¡Hola!Siento haberos echo sufrir con los capítulos anteriores, para acabar bien el año os dejo este😊
Os aviso de dos cosas, la primera es que se viene más drama (lo siento); y la segunda es que quedan pocos capítulos para terminar la novela y que ya tengo el final.
Nos vemos en el siguiente capítulo, mil gracias por leer, por los comentarios, por votar...
¡Feliz año a tod@s! ¡Cuidaos mucho!🤍
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Inconmensurable
FanfictionUna efímera relación inefable. Dos almas etéreas que acabaron dañadas. Un destino sempiterno.