Sentimientos, hay miles de ellos. Sentimientos de dolor, de tristeza, de soledad, de decepción, de alegría, de amor, de emoción, todos tan intensos que siempre terminan haciéndonos daño. Hasta cierto punto somos como una caja de cristal guardamos y...
Ayer había hablado con Olivia después de clases para reunirnos a definir lo de la decoración del salón que nos había tocado decidir juntos. Estaba esperándola en la plaza fuera de la universidad, así me indico que lo hiciera. Antes de pensar en ello tenía que acompañarla a llevar unas cosas a un lugar, ya si después comenzaríamos a decidir lo del trabajo. Eran las cuatro de la tarde, el sol pegaba fuerte para ser un día de invierno.
A lo lejos la ví venir cargando unas bolsas grandes de color blanco. Parecían pesadas así que me ofrecí a ayudarla cargando una.
-¿A dónde tienes que llevar tantas cosas?- pregunté mientras caminábamos
-A la misma iglesia en la que me viste el lunes. Disculpa es que me comprometí a venir hoy y el resto de la semana la tengo ocupada. No tardará mucho.-
-¿Tu familia es religiosa?-
-No, yo tampoco lo soy. Solo me gusta hacer felices a los demas- dijo tranquilamente mientras miraba para cruzar a la vereda de en frente dónde estaba la iglesia.
Toco dos veces la puerta. Yo no dije nada más. Una mujer mayor con el hábito puesto de color negro abrió la puerta.
Sin terminar de abrirla del todo habló.
-¿Olivia? ¿Sos vos niña?-
-Si madre superiora ¿Cómo ha estado en estos días fuera de la iglesia?- dijo adentrandose en la iglesia cuando la señora la invitó a pasar.
-¿Y el muchacho quien es?- preguntó al verme
-Es un chico que va a mí universidad, me acompaño hasta aquí- Olivia siguió caminado despacio mientras miraba las paredes con los santos.
-¿Quieres pasar o prefieres esperar fuera?- me preguntó la señora
-Esperare afuera, gracias- dije hablando por primera vez, la señora iba a cerrar la puerta cuando Olivia hablo en alto casi llegando al altar.
-¿En serio vas a esperar fuera con el frío que está haciendo? Déjelo pasar madre, puede esperarme aquí-
No tuve más remedio que aceptar y entrar cuando la señora me abrió nuevamente la puerta invitandome a qué pase. Seguí a la madre hasta llegar al lado de Olivia, allí nos dijo que esperaramos en el lugar.
Olivia se sentó en una banca y dejo las bolsas a un lado.
-Siéntate- Me dijo Olivia golpeando suavemente con su mano la banca -Parece que le tuvieras miedo a las iglesias- dijo mirándome mientras me sentaba a su lado.
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-Claro que no, solo no quiero molestar- el vaho salía de su boca al hablar -¿No tienes frío con eso solo puesto?- dije al percatarme de que no llevaba ningún abrigo lo suficientemente cálido para protegerla del frío.
